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jueves, 24 de enero de 2008

El arte de la escultura líquida



Fotografíar gotas es, además de un intento de escapar al aburrimiento, una excelente forma de acortar la vida útil del obturador y un estupendo ejercicio para mejorar la técnica de detener el movimiento usando el flash.


La primera foto está hecha a f/16 y con una velocidad de obturación deliberadamente lenta de 1/50 segundos. El movimiento de la gota ha sido congelado mediante un flash externo controlado por un cable sincro de esos que mantienen las funciones TTL. La segunda a f/22 y 1/500 segundo, con el mismo sistema de iluminación.

Normalmente se fotografía no la gota que cae, sino el efecto rebote provocado por ésta al golpear en la superficie del agua.

Quien desee profundizar en este asunto dispone de cientos de tutoriales en Internet, y desde luego, no debe perderse la galería fotográfica que Martin Waugh exhibe en su web "Liquid Sculpture", donde este tipo ha elevado lo de fotografiar gotas a la categoría de arte.

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