Páginas

viernes, 29 de agosto de 2008

Un apunte sobre la nomenclatura binomial

Clase: Insecta
Orden: Hymenoptera
Familia: Apidae

Clase: Magnoliopsida
Orden: Malvales
Familia: Cistaceae
Género: Cistus
Especie: Cistus clusii Dunal in DC


Al visitar algunos blogs sobre naturaleza, observo con frecuencia cierta confusión y mal uso de la nomenclatura binomial, así que voy a intentar clarificar algunos conceptos.

La nomenclatura binomial es un convenio estándar creado para denominar a los diferentes organismos (vivos y extintos) cuyo origen se sitúa en los libros de Linneo (esto en realidad es un convenio tambien).

Según la nomenclatura binomial a cada especie se le asigna un único nombre formado por dos palabras, de ahí lo de binomial. Ambas palabras funcionan como nombre y adjetivo.

Tomemos un ejemplo, el tábano Dasyrhamphis ater. El término ater significa 'negro', 'oscuro'. Es incorrecto hablar de la especie ater, porque por ejemplo la babosa Arion ater, que también es negra, lleva el mismo adjetivo. Y muchísimas otras especies llevan ater como segundo término. Si decimos la especie ater no estamos diciendo nada, porque podría tratarse del tábano o de la babosa, o de otra de las muchas especies 'negras', y el objetivo de la nomenclatura binomial es precisamente evitar las ambigüedades.

Lo correcto es decir la especie Dasyrhamphis ater, pues esa combinación de los dos términos sí es única. La primera vez que se escribe el nombre de una especie es obligatorio escribirlo completo, y en sucesivas menciones, se puede abreviar el género dejandolo en D. ater, siempre que no exista posibilidad de confusión.

Tampoco se puede escribir como se quiera. Es obligatorio escribir el género con mayúscula inicial y la especie es obligatorio escribirla con minusculas. Arion ater es correcto. Arion Ater es incorrecto. Tambien es incorrecto escribir ARION ATER, o arion ater.

Es obligatorio resaltar el nombre científico, aunque en este caso no se especifica cómo. La costumbre es, en manuscritos y textos a máquina, subrayarlo, y en textos a ordenador o impresos escribirlo en cursiva, y más raramente en negrita.

Dada la cantidad de sinonimias y homonimias, para evitar confusiones se suele añadir, al menos una vez, el nombre del autor que describió la especie (entre paréntesis si la asignó a un género diferente del actual) y opcionalmente la fecha de publicación del texto en que la describió. Autor y fecha ya no llevan cursiva.

Así al escribir Dasyrhamphis ater (Rossi, 1790), estamos diciendo que estamos hablando de la especie de tábano Dasyrhampis ater que Rossi describió en su publicación de 1790, y no a otro posible Dasyrhamphis ater que otro autor describiera en otro libro para nombrar a una especie de tábano diferente.

Todas estas normas y recomendaciones están reguladas en la cuarta edición del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, que establece cómo deben nombrarse y escribirse los nombres de las especies y de las categorías superiores y deben ser asumidas y respetadas por todos los zoólogos.

El tema da para muchísimo más, pero lo dejaremos aquí. En aras de la claridad he cometido algunas simplificaciones que pueden molestar a los puristas, pero como no soy biólogo, tengo excusa. Si alguien quiere puntualizar algo, para eso están los comentarios.

7 comentarios:

  1. Muy interesante Javier para quienes estamos empezando.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Que diferencia hay entre que se escriba el nombre del autor entre parentesis o no?

    ResponderEliminar
  3. El nombre del autor entre parentesis indica que cuando describió la especie este autor la adjudicó a un género diferente del que tiene en la actualidad.

    Quizá con un ejemplo quede más claro. En su famosa obra de 1758 Linneo describió a la Salamanquesa común y le asignó el nombre científico de Lacerta mauritanica. Tiempo después los científicos movieron a la salamanquesa de familia y de género, pasandola al género Tarentola.

    El nombre científico de la salamanquesa es pues Tarentola mauritania (Linneo, 1758), para indicar, que si buscamos la descripción original de la especie, no la encontraremos como Tarentola mauritanica, sino con otro género, en este caso Lacerta.

    Linneo también describió en la misma obra al lagarto Lacerta agilis, que hoy en dia sigue con el mismo nombre, asi que se escribe Lacerta agilis Linneo, 1758, sin parentesis, pues Linneo la describió como perteneciente al género Lacerta, y así sigue.

    ResponderEliminar
  4. Está muy bien que hables de estas cosas, ojalá todos los periodistas supiesen colocar correctamente la mayúscula y la cursiva en un nombre científico. Cuando salen en los periódicos casi todos están mal.

    ResponderEliminar
  5. Lo de los periodistas y los temas científicos en general, y biológicos en particular, es para estudiarlo... ojala su único problema fueran las mayúsculas...

    Todavía se me ponen los pelos como escarpias cuando recuerdo algunas cosas que se dijeron en los medios de desinformación respecto a la plaga de topillos de Castilla o a 'la enorme serpiente con cientos de crías' que vivía en un tejado y tenía aterrorizada a una barriada de Motril, y que resulto ser una pobre culebra de herradura. La sarta de estupideces que se pudo llegar a escribir en los periódicos...

    ResponderEliminar
  6. Ok gracias Javier por la información.

    ResponderEliminar