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viernes, 17 de abril de 2009

Etica de la manipulación

Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Saurodactylus
Especie: Saurodactylus brosseti Bons & Pasteur, 1957


Ejemplar de Saurodactylus brosetti sobre mi mano. Es imprescindible tener los conocimientos necesarios para poder manipular animales sin riesgo para ellos o para nosotros. En algunos países la manipulación de determinadas especies está prohibida por la ley aunque sea simplemente para fotografiarlas. Es recomendable consultar con las autoridades competentes y solicitar los permisos pertinentes. Evitará problemas y multas.


Un código de conducta ético de respeto a la Naturaleza debe estar siempre por delante de la realización de cualquier fotografía. El bienestar de los animales o plantas que fotografíamos es más importante que el hacer la foto. Conductas como arrancar las flores para colocarlas ante un mejor fondo, drogar con acetato de etilo a los insectos, o inducir una hipotermia en los reptiles, son del todo inadmisibles y deben ser rechazadas y denunciadas, pero sobre todo son absolutamente innecesarias.

Hay gente que al ver las espectaculares fotografías de animales que algunos fotografos obtienen, afirman que tales imágenes son imposibles de lograr sin someter a los sujetos a alguna de estas sádicas manipulaciones. Tales personas ponen de manifiesto, además de la envidia que sienten, una gran ignorancia. Se saben incapaces de lograr esas fotos, así que se consuelan pensando que nadie es capaz de lograrlas sin recurrir a trampas.

Periódicamente aparecen en foros y webs gente que dice respecto de macrofotografías espectaculares que los acercamientos extremos a la cara de un insecto seguro que los han hecho pinchando al insecto con un alfiler, o anestesiandolo con formol, o metiendolo media hora en el congelador, que ese tipo de trucos son habituales entre los que consiguen esas macrofotografías tan impactantes.

Y peor, he visto como alguna gente aplica estas barbaridades y sube fotos de insectos muertos o congelados.

Toda esta gente, tantos los que opinan de cosas que no entienden y creen que si ellos no son capaces de hacer algo, nadie más es capaz, como los que demuestran una absoluta falta de ética y de respeto por la Naturaleza y los seres vivos, deberían saber dos cosas, que se pilla antes a un tramposo que a un cojo, y que para poder fotografíar algo bien, es necesario conocerlo, y por tanto, ellos nunca podrán hacer una buena fotografía de Naturaleza.

Cosas que estos individuos no saben.

En la mayoría de los insectos, los colores de los tegumentos empiezan a deteriorarse rápidamente tras la muerte del animal. Conociendo los colores del insecto vivo, resulta fácil detectar si la fotografía corresponde a un insecto muerto, e incluso si la muerte ha sido reciente o no.

Los insectos no tienen pelo. Lo que nosotros identificamos como 'pelos' son dos tipos de estructuras diferentes, unas que se desprenden con mucha facilidad por fricción y que no vuelven a crecer, y otras sensoriales, más resistentes, pero que suelen partirse ante una presión excesiva. Es extremadamente difícil capturar a un insecto, o mantenerlo en un recipiente, sin dañar estas estructuras. Algunas especies pueden perder parte de la cubierta pilosa del primer tipo de forma natural, por el roce con las plantas o en sus actividades normales, pero lo hacen de forma característica. Resulta fácil reconocer cuando un insecto ha sido capturado con una red o con los dedos o ha sido mantenido cautivo en un tarro.

Si introducimos a un insecto en la nevera, la humedad que contiene el aire procedente de la propia respiración del insecto condensa sobre éste de forma brusca. Nada que ver con las gotitas de rocío que por las mañanas cubren a los insectos que han pasado la noche en una flor. En este caso el cambio de temperatura y la condensación es un proceso lento y gradual, y el resultado es diferente. Tampoco es posible reproducir el aspecto del rocío usando un pulverizador. Se nota.

La posición 'antinatural' de los palpos u otras piezas bucales delata igualmente si el insecto está drogado o muerto.

Podría seguir...

Ciertamente, para detectar estos detalles es necesario conocer los colores del insecto vivo, el número y disposición de su 'pelaje' o la posición 'natural' de sus apéndices móviles... pero para alguien con el ojo entrenado resulta relativamente fácil detectar si una foto es 'sospechosa' ...

Cualquier manipulación que suponga un daño para la especie fotografíada debe ser evitada absolutamente. Muchos pájaros abandonarán los huevos (y aunque más raramente, también los polluelos) si nos ven cerca del nido, y acertadamente en muchos concursos de fotografía de Naturaleza están prohibidas las fotos de nidos..., no solo debemos evitar arrancar la flor que vayamos a fotografiar, sino también tener cuidado de no pisar o aplastar las flores que estén a su alrededor... etc...

Pero... ¿y la manipulación que objetivamente no suponga ningún perjuicio para la especie a fotografiar y en cambio sea necesaria para conseguir una imagen de más calidad? Esto merece una reflexión, pero será en un futuro artículo.

3 comentarios:

  1. Amén.
    Suscribo lo dicho.
    De pequeños recuerdo ir buscando nidos y algunas veces los que tenían huevos , (incluso los tocabamos, porque el nido estaba en los huecos de las paredes de las casas) despúes de un tiempo volviamos y ya eran polluelos, no los abandonaban.
    Sin embargo si se decía que no se debía tocar a los polluelos pues la madre podría aborrecerlos.

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  2. Los vellos de punta leyendo éste catálogo de envidias y torturas.
    Por mi parte, subscribo tus palabras y añado que, cuando no se sabe (tal es mi caso) mejor, ni arrimarse.
    Espero estar al tanto de la prometida segunda parte.
    Gracias.

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  3. muy cierto, conociendo los hábitos de los insectos, con paciencia y en ocasiones algo de suerte, se pueden conseguir muy buenas fotos y acercamientos realmente sorprendestes sin necesidad de recurrir a ningun tipo de "truco".

    un saludo

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