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sábado, 9 de mayo de 2009

El ocaso del lagarto ocelado

Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Timon
Especie: Timon lepidus (Daudin, 1802)


En esta época es relativamente fácil encontrar juveniles de ocelado (Timon lepidus) en zonas de monte mediterráneo bien conservado. Sin embargo la mortalidad infantil debe ser muy elevada, porque incluso en estas zonas cuesta encontrar adultos, y los ejemplares grandes de más edad son rarísimos. Las causas por las que esta especie se ha rarificado tanto en las últimas décadas no están claras.

Se acusa a la utilización masiva de venenos agrícolas, insecticidas, herbicidas, fungicidas y todo tipo de sustancias tóxicas que terminan en -cida y que muy posiblemente estén detrás de las altísimas tasas de cáncer que sufrimos los habitantes de los países industrializados.

Se acusa también a los incendios, que destruyen el hábitat y matan gran número de reptiles, animales de limitada movilidad que ante el peligro tienden por instinto a refugiarse bajo las piedras. Estas piedras con el fuego alcanzan altas temperaturas, y muchos reptiles mueren literalmente asados bajo ellas, sin que ni siquiera veamos sus cadáveres. Sin embargo, los reptiles, amantes del sol por naturaleza, prefieren los terrenos despejados de vegetación alta, por lo que en este sentido los incendio podrían favorecerles creando zonas apropiadas para su recolonizacion.

Se acusa a las elevadas poblaciones de jabalí (Sus scrofa) que soportan muchos de nuestros montes. El jabalí depreda sobre una amplia variedad de reptiles, incluidas las víboras, y puede llegar a poner contra las cuerdas a algunas especies de herpetos. Se ha observado una relación directa entre la abundancia de jabalí y la escasez de reptiles. La industria de la caza, que mueve mucho dinero e intereses, lejos de controlar la población de jabalí, contribuye a su expansión y favorece la superpoblación de este suido todoterreno.

Otro factor que se cita es la escasez de conejo, diezmado por la mixomatosis primero, y por la EVH después, que podría hacer que depredadores especializados en comer conejos, como muchas águilas y mamíferos, hubieran centrado su atención, a falta de conejos, en los lagartos, presas relativamente fáciles y de tamaño adecuado.

Los atropellos en carreteras y pistas, causan numerosas bajas, aunque no debe ser un factor tan preocupante como en el caso de las serpientes, y en todo caso afectarían únicamente a determinados puntos negros y no al total de las poblaciones.

Hay otras dos causas de mortalidad, aunque en la actualidad deberían ser más bien anecdóticas. Una es la falsa acusación de que el lagarto se come los huevos de las perdices y las crías de los conejos en los cotos de caza, por lo que sería perseguido como una alimaña dañina para los intereses del coto. Curiosamente el lugar de residencia de una de las colonias mejor conservadas de lagarto ocelado que conozco, es uno de los pocos sitios donde el conejo es muy abundante, así que no parece que los lagartos les perjudiquen para nada. La otra es que, antiguamente, sobre todo en zonas rurales, el lagarto era considerado un manjar (o lo mismo entonces había más hambre) y se cazaba con fines gastronómicos. En la actualidad es una especie protegida, y de todas formas, tampoco creo que exista mucha demanda de lagartos para el consumo humano.

También se habla de hipotéticos ciclos de abundancia y escasez que afectan a las especies, pero viene a ser como decir que no se tiene ni idea de que está pasando con los lagartos...

4 comentarios:

  1. ¡Qué cachorrón más simpático!
    Una foto de revista :)

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  2. Una foto impresionante y el texto, como siempre, ameno e ilustrativo. Muchas Gracias por tu blog. Un saludo.

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  3. Gracias por la información, disconocía la situación por la que pasa el lagarto ocelado, aunque si sabía que no era muy abundante. Desgraciadamente en todas las causas de su regresión que citas aparece el hombre directa o indirectamente, como siempre...

    La foto espectacular también como siempre.

    Saludos

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  4. "Otro factor que se cita es la escasez de conejo, diezmado por la mixomatosis primero, y por la EVH después, que podría hacer que depredadores especializados en comer conejos, como muchas águilas y mamíferos, hubieran centrado su atención, a falta de conejos, en los lagartos, presas relativamente fáciles y de tamaño adecuado."

    Hace 20 años mas o menos, ya vi en un nido de aguila restos de un gran lagarto, supongo que hay más conejos que lagartos ahora, el problema es que hay poco de todo en lo que centrarse para que coman las rapaces.

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