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miércoles, 20 de mayo de 2009

La fábula del escorpión y la rana

Clase: Arachnida
Orden: Scorpionida
Familia: Buthidae
Género: Buthus
Especie: Buthus occitanus (Amoreux, 1789)

Buthus occitanus

También los escorpiones tienen días buenos y días malos. A veces se muestran tímidos y lo único que hacen es tratar de escabullirse, o encogerse si no tienen una vía de escape clara. Da la impresión de que podríamos cogerlos con la mano sin riesgo a recibir una picadura.

Otras veces en cambio se muestran tremendamente agresivos, amenazando con bruscos movimientos de las pinzas y manteniendo la cola en alto.

Seguro que los etólogos encontrarían alguna variable ambiental como temperatura, humedad, o quién sabe qué para justificar uno u otro comportamiento, pero yo creo que lo que realmente pasa es que, como todo el mundo, también los escorpiones se levantan algunos días con el pie izquierdo, o con las patas izquierdas en su caso.

Este parecía tan calmado que me animé a hacerle algunos primeros planos ajustando el objetivo macro a 1:1. Tumbado en el suelo, con el extremo del objetivo a escasos centímetros del modelo, y concentrado en hacer la foto coloqué la mano sobre la roca para apoyar el objetivo. El animalito permaneció quieto y tranquilo mientras le hacía las fotos. Solo cuando terminé caí en la cuenta de que había mantenido durante toda la sesión mi mano a escasos cinco centímetros de sus pinzas y que lo mismo no había sido muy prudente hacerlo.

Recordé una fábula que había oido hace tiempo. Más o menos, porque el tiempo y la memoria no hacen buenas migas, decía así:

Había una vez un escorpión que quería cruzar un río. El escorpión no sabía nadar, así que tenía un problema. Vio entonces a una rana que chapoteaba en el agua y le dijo:

— Rana, ¿me puedes hacer el favor de ayudarme a cruzar el río? Ven hasta aquí, yo me subiré a tu espalda y tú me cruzarás hasta lo otra orilla.

La rana respondió:

— No, si te dejo subir a mi espalda, cuando estemos cruzando el río me picarás y moriré.

El escorpión, tran meditar unos momentos en los reparos de la rana, le dijo:

— No te preocupes, rana. Yo no sé nadar. No te picaré, porque si lo hiciera, yo me ahogaría.

La rana pensó que lo que decía el escorpión tenía lógica y aceptó ayudarlo. Se acercó a la orilla y el escorpión, de un saltito, se subió a lomos de la rana.

La rana comenzó a nadar, con el escorpión sobres su espalda hacia la otra orilla, y cuando estaban por la mitad del río, sintió una dolorosa punzada. El veneno empezó a hacer efecto, y mientras su vista se nublaba, comenzó a hundirse hacia las profundidades del río. Mientras caía hacia el fondo, vio al escorpión que ya medio ahogado se hundía a su lado.

— Escorpión, —dijo la rana— ¿pero por qué diablos me has picado? No lo entiendo. Ahora moriremos los dos...

Y el escorpión, ya casi muerto, respondió encogiendose de hombros:

— Soy un escorpión.

3 comentarios:

  1. creo que, según comentaste, programas algunas de tus entradas para su publicación. Hoy están habiendo problemas al respecto. A mi me aperece en mi "blogroll" la anterior, pero no esta.
    Te comento porque si tienes programadas más y el problema no se soluciona, irán apareciendo sin que nos enteremos los interesados.

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  2. Bueno, como eso va por RSS siempre hay un retardo desde que se actualiza hasta que se refleja en los RSS/ATOM. Suele ser de algunas horas. Eso es normal. Si ya es varios días supongo que será porque el sistema no rula bien. Gracias por el aviso, aunque creo que poco puedo hacer yo.

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  3. Pienso que el retardo que comentas es independiente de si la entrada se ha publicado de modo manual o dejándola programada.

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