Páginas

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El impostor

Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Psammodromus
Especie: Psammodromus algirus (Linneo, 1758)


Regresé al lugar donde había avistado al joven lagarto ocelado. Llegué temprano, antes de que salieran el Sol y los lagartos. Preparé el equipo. Estudié el escenario.

Una zona de enmarañada vegetación herbácea donde intentar fotografiar algo es perder el tiempo, imposible conseguir un disparo limpio sin que algunas (muchas) ramitas se metan por enmedio.

Unas grandes piedras y un tronco de madera. A la luz del Sol, la superficie de la madera que es un mal conductor térmico se calienta mucho antes que la piedra, así que si yo fuera un lagarto, por la mañana tempranito me pondría a tomar el sol sobre la madera y no sobre la piedra. La piedra tarda más en calentarse, pero despues se mantiene caliente más tiempo, así que a última hora de la tarde tomaría el sol sobre la piedra. En esas cosas pienso mientras espero, pero no soy un lagarto, y lo mismo el lagarto hace lo que le dé la gana sin importarle lo que yo piense.

Monto el equipo apuntando a la madera.

Pasa el tiempo, el sol baña el mundo con una preciosa luz dorada. Qué buena luz para hacer fotos, donde estará el maldito lagarto... Pasa más tiempo, el sol cada vez más alto y la luz suave y dorada deja paso a una luz cada vez más dura y fea...

De repente el pequeño lagarto salta sobre el tronco, justo donde tengo apuntando la cámara. El pequeño lagarto me resulta sospechoso. Oye, tú no eres un ocelado, eres un Psammodromus. A mí qué, soy un lagarto, no entiendo de taxonomía... ¿me vas a hacer una foto o qué?

Epílogo: Dos días después de los acontecimientos que narra este post, un lagarto ocelado nevadensis adulto se me cruzó en la carretera justo delante del coche, practicamente se me echó a las ruedas. Durante unos segundos pensé que lo había atropellado, pero al mirar por el retrovisor ví que continuaba sano y salvo y terminaba de cruzar la carretera indemne. Aunque si sigue cruzando la carretera justo cuando viene un coche le auguro una esperanza de vida bastante corta.

Nota: He localizado a un lagarto ocelado nevadensis adulto (distinto del que se cruzó en la carretera), de tamaño medio y muy desconfíado, y aunque el lugar donde vive tampoco es el ideal para conseguir buenas fotos, creo que me voy a centrar en este adulto en lugar de en el juvenil de la otra entrada. Es curioso que no hubiera visto ninguno en todo el año y haya visto tres en la misma semana.

7 comentarios:

  1. Very nice catch, Lizards are difficult to photograph (and see) in the wild.

    Regards, Harold

    ResponderEliminar
  2. Buena foto, pero mejor aún es la historia que había detrás, me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  3. Gracias copepodo, suerte al otro lado del charco... Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Thanks Harold, Lizards are among my favorite photographic subjects. Regards.

    ResponderEliminar
  5. El otro día venia yo del arroyo con la tarjeta cargada de tomas de Lestes viridis, y al pasar por un pequeño alcornoque de no mas de dos metro, oí un raspajeo, miré y era un ocelado adulto sobra una rama, ni me molesté en sacar la camara... Craso error.
    Pero hace dos días viniendo del mismo arroyo, oigo el mismo raspajeo pero entre las aciculas de pino, miro, y era un Psammodromus, me acerco y no se va, pongo la camara y no se va, le quito las aciculas de encima y no se va, le tiro un chorro de fotos y no se va, me voy yo y no se va...
    Hoy he intendo lo mismo con un colirojo, y no me ha dado tiempo ni abrir una pata al tripode.

    Por cierto, me encanta esta imagen, es muy natural. Y la histrios muy buena, se deberían contar mas historias en los blogs de fotografía, que cada foto tiene una detras.

    Y nada, aquí queda todo en familia.

    ResponderEliminar
  6. Pero el Psammodromus... ¿estaba vivo? je je...

    Los lacertidos son desconcertantes, lo mismo se muestran superdesconfiados y huyen a varios metros de distancia que dejan que les acerques la cámara a 15 cm y hasta cierran los ojos disfrutando del sol, unas veces el ruido del obturador les hace pegar un salto increíble del susto que se meten y otras no se inmutan hagas el ruido que hagas...

    ResponderEliminar
  7. Cierto, hace poco le hice unas a un psammodromus (creo que era) y lo que dices, hasta cerraba los ojos, hay veces que son demasiado confiados.
    A ver si tienes suerte con ese adulto y nos lo enseñas pronto :)

    Saludos.

    ResponderEliminar