Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Chamaeleonidae
Género: Chamaeleo
Especie: Chamaeleo chamaeleon (Linnaeus, 1758)
Fotografía hecha el 30 de diciembre de 2010, por la tarde. A pocas horas del fin de año y con media España congelada, lo último que uno espera ver es un reptil activo.
Pero allí estaba, encaramado en lo alto de un arbol, invisible a la mirada de la gente 'normal', pero no a una mirada acostumbrada a descubrir reptiles que tratan de pasar inadvertidos. Su posición era poco accesible e imposible de fotografiar in situ, así que tras algunos intentos fallidos y tras sopesar las diferentes opciones, decidí bajarlo, y no fue fácil, para hacerle algunas fotos en 'condiciones controladas', tras lo cual lo volví a colocar donde estaba.
Esto me confirma que los camaleones no hibernan, cosa que tampoco es demasiado sorprendente tratandose de un animal africano, y que sufren estoicamente el invierno del sur de la Península Ibérica encaramados en algún árbol.
Con este inesperado hallazgo de última hora, deseo a los lectores de este cuaderno un estupendo 2011.
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viernes, 31 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
Hyla arborea
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla arborea (Linnaeus, 1758)
La familia Hylidae agrupa 891 especies de anfibios anuros en tres subfamilias (Hylinae con 636 especies, Pelodryadinae con 196 especies y Phyllomedusinae con 59 especies), una vez separados los Hemiphractinae (93 especies), temporalmente asignados a la familia parafilética Leptodactylidae o en su propia familia Hemiphractidae.
En la Península Ibérica es posible encontrar únicamente dos especies, la ranita de San Antón (Hyla arborea) y la ranita meridional (Hyla meridionalis). Sin duda una pobre representación de una de las familias de anfibios con mayor número de especies.
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla arborea (Linnaeus, 1758)
La familia Hylidae agrupa 891 especies de anfibios anuros en tres subfamilias (Hylinae con 636 especies, Pelodryadinae con 196 especies y Phyllomedusinae con 59 especies), una vez separados los Hemiphractinae (93 especies), temporalmente asignados a la familia parafilética Leptodactylidae o en su propia familia Hemiphractidae.
En la Península Ibérica es posible encontrar únicamente dos especies, la ranita de San Antón (Hyla arborea) y la ranita meridional (Hyla meridionalis). Sin duda una pobre representación de una de las familias de anfibios con mayor número de especies.
martes, 21 de diciembre de 2010
Termina el año de la biodiversidad
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para el que no lo sepa, en 1992 el mundo se propuso frenar la pérdida de biodiversidad para el año 2010. Termina el 2010 y ya se pueden sacar conclusiones: la voluntad de frenar la pérdida de biodiversidad se ha quedado en buenas intenciones y palabras vacías, no solo no se ha reducido la pérdida de biodiversidad, sino que ha aumentado y todo parece indicar que va a seguir haciéndolo.
Science ha publicado un interesante artículo en el que analiza la cuestión y el impacto que las medidas de conservación tienen en las especies.
En los últimos 40 años la extinción de especies es dos a tres órdenes de magnitud mayor que el ratio natural de extinción. Las causas de esta extinción masiva son la expansión agrícola, la tala de bosques, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies alóctonas en ecosistemas que no son los suyos.
De entre todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los que se llevan la peor parte, con un 41% de las 6638 especies conocidas bajo alguna categoría de amenaza. Desde 1980 se ha documentado la extinción de 9 especies de anfibios, incluidas las dos únicas especies conocidas del género Rheobatrachus, ranas australianas famosas por incubar a sus retoños en el estómago. Otras 95 especies de anfibios se consideran "posiblemente extintos".
De todas formas, el estudio concluye que a pesar de que las medidas adoptadas no han sido suficientes para frenar la crisis de extinción masiva que afecta a los vertebrados del planeta, de no haberse tomado la perdida de biodiversidad habría sido todavía mayor.
También hace notar que es en los países ricos, que son los que menos especies amenazadas tienen (y menos especies en general), donde más dinero se invierte en proyectos de conservación. Por el contrario, en los llamados países en vías de desarrollo, que son los que guardan la mayor biodiversidad y el mayor número de especies amenazadas, las inversiones en conservación de la biodiversidad son mínimas.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para el que no lo sepa, en 1992 el mundo se propuso frenar la pérdida de biodiversidad para el año 2010. Termina el 2010 y ya se pueden sacar conclusiones: la voluntad de frenar la pérdida de biodiversidad se ha quedado en buenas intenciones y palabras vacías, no solo no se ha reducido la pérdida de biodiversidad, sino que ha aumentado y todo parece indicar que va a seguir haciéndolo.
Science ha publicado un interesante artículo en el que analiza la cuestión y el impacto que las medidas de conservación tienen en las especies.
En los últimos 40 años la extinción de especies es dos a tres órdenes de magnitud mayor que el ratio natural de extinción. Las causas de esta extinción masiva son la expansión agrícola, la tala de bosques, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies alóctonas en ecosistemas que no son los suyos.
De entre todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los que se llevan la peor parte, con un 41% de las 6638 especies conocidas bajo alguna categoría de amenaza. Desde 1980 se ha documentado la extinción de 9 especies de anfibios, incluidas las dos únicas especies conocidas del género Rheobatrachus, ranas australianas famosas por incubar a sus retoños en el estómago. Otras 95 especies de anfibios se consideran "posiblemente extintos".
De todas formas, el estudio concluye que a pesar de que las medidas adoptadas no han sido suficientes para frenar la crisis de extinción masiva que afecta a los vertebrados del planeta, de no haberse tomado la perdida de biodiversidad habría sido todavía mayor.
También hace notar que es en los países ricos, que son los que menos especies amenazadas tienen (y menos especies en general), donde más dinero se invierte en proyectos de conservación. Por el contrario, en los llamados países en vías de desarrollo, que son los que guardan la mayor biodiversidad y el mayor número de especies amenazadas, las inversiones en conservación de la biodiversidad son mínimas.
lunes, 20 de diciembre de 2010
Acebo (Ilex aquifolium)
Clase: Magnoliopsida
Orden: Aquifoliales
Familia: Aquifoliaceae
Género: Ilex
specie: Ilex aquifolium L.
Otro año más, para regocijo de hombres de buena voluntad y adictos al consumismo irreflexivo, se aproximan las fiestas navideñas. El acebo es uno de los adornos navideños típicos, pero en nuestro país, donde no es precisamente una planta abundante, mejor abstenerse de arrancar ni una sola hoja. Además, es una especie protegida por la ley.
Orden: Aquifoliales
Familia: Aquifoliaceae
Género: Ilex
specie: Ilex aquifolium L.
Otro año más, para regocijo de hombres de buena voluntad y adictos al consumismo irreflexivo, se aproximan las fiestas navideñas. El acebo es uno de los adornos navideños típicos, pero en nuestro país, donde no es precisamente una planta abundante, mejor abstenerse de arrancar ni una sola hoja. Además, es una especie protegida por la ley.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Rastros en la arena
rastro. (Del lat. rastrum). m. Señal, huella que queda de algo.
Las dunas de arena, ya sea en el desierto o en los cordones de dunas costeros, registran el paso de todo tipo de animales en forma de rastros. Cierto que el viento los borra con rapidez, pero mientras tanto podemos ver un registro de todos los animales que han pasado por allí en las últimas horas.
Claro que hace falta saber leer las señales. Hay gente que te deja boquiabierto con la facilidad con la que saben si una huella en el barro es de nutria, de tejón, de garduña o de meloncillo, y te dicen la edad, el sexo, el peso y la estatura y lo último que comió. No es mi caso.
Pero las huellas en la arena de la foto sí que las conozco. La más marcada, que va y vuelve, es de un camaleón (Chamaeleo chamaeleon). Y además de un macho.
¿Que cómo lo se? Sencillo, porque son de uno de los ejemplares que fotografié este verano en Cabo de Gata, el cual tras diez minutos de sesión fotográfica se agobió y abandonó el arbusto en el que estaba, alejándose con paso lento pero seguro por el flanco de la duna, pero de repente, tras andar un par de metros, se dio cuenta de que el arbusto más próximo estaba a más de 25 metros, se arrepintió, dio la vuelta y regresó a la seguridad del arbusto del que acababa de bajar.
Hay otro rastro. En la parte inferior de la imagen hay un fino surco (el que deja la cola al arrastrarla por la arena) con huellas de patitas a los lados. Es de un lacértido pequeño, probablemente de Acanthodactylus erythrurus, que es abundantísimo en esa zona.
Las dunas de arena, ya sea en el desierto o en los cordones de dunas costeros, registran el paso de todo tipo de animales en forma de rastros. Cierto que el viento los borra con rapidez, pero mientras tanto podemos ver un registro de todos los animales que han pasado por allí en las últimas horas.
Claro que hace falta saber leer las señales. Hay gente que te deja boquiabierto con la facilidad con la que saben si una huella en el barro es de nutria, de tejón, de garduña o de meloncillo, y te dicen la edad, el sexo, el peso y la estatura y lo último que comió. No es mi caso.
Pero las huellas en la arena de la foto sí que las conozco. La más marcada, que va y vuelve, es de un camaleón (Chamaeleo chamaeleon). Y además de un macho.
¿Que cómo lo se? Sencillo, porque son de uno de los ejemplares que fotografié este verano en Cabo de Gata, el cual tras diez minutos de sesión fotográfica se agobió y abandonó el arbusto en el que estaba, alejándose con paso lento pero seguro por el flanco de la duna, pero de repente, tras andar un par de metros, se dio cuenta de que el arbusto más próximo estaba a más de 25 metros, se arrepintió, dio la vuelta y regresó a la seguridad del arbusto del que acababa de bajar.
Hay otro rastro. En la parte inferior de la imagen hay un fino surco (el que deja la cola al arrastrarla por la arena) con huellas de patitas a los lados. Es de un lacértido pequeño, probablemente de Acanthodactylus erythrurus, que es abundantísimo en esa zona.
viernes, 17 de diciembre de 2010
El origen de las tortugas
Clase: Reptilia
Orden: Chelonii
Familia: Testudinidae
Género: Testudo
Especie: Testudo graeca Linnaeus, 1758
Las tortugas no se parecen a ningún otro animal. Se las clasifica entre los reptiles, pero lo cierto es que no se parecen a ningún otro reptil. Las tortugas son tortugas. Sin duda, la característica que a nadie pasa desapercibida es su caparazón. El caparazón de las tortugas está formado por dos partes, una dorsal o espaldar y otra ventral, llamada peto o plastrón. Aunque en los dibujos animados hemos visto con frecuencia cómo las tortugas salen de su caparazón como si fuera una armadura de quita y pon, la realidad es bien distinta, y tanto las costillas como la columna vertebral se encuentran fusionadas con el caparazón.
¿Cómo adquirieron las tortugas su caparazón? Hay dos teorías principales. Una sostiene que esta protección se desarrolló en los antepasados de las tortugas a partir de placas dérmicas osificadas que terminaron fusionándose con el esqueleto interno. Algunos fósiles de tortugas muy primitivas datados del Triásico, como Chinlechelys, parecen presentar este tipo de osificaciones dérmicas, lo que apoyaría esta hipótesis del origen dual del caparazón (esqueleto + placas dérmicas).
Sin embargo, en el año 2008 se encontró en el suroeste de China un fósil datado de hace 220 millones de años de lo que parece ser algún tipo de pre-tortuga. Los científicos lo bautizaron Odontochelys semitestacea, y presenta algunas características muy notables que lo convierten en firme candidato a fósil transicional hacia el linaje de las tortugas modernas. Para empezar posee dientes, de ahí el 'Odonto' en el género, mientras que todas las tortugas actuales carecen de ellos. Pero sin duda lo más llamativo es que posee un plastrón, la mitad ventral del caparazón, pero ¡no tiene la parte de la espalda!.
Presenta, eso sí, las costillas ensanchadas, lo que parece apoyar la otra hipótesis, la de que el caparazón de las tortugas actuales se desarrolló completamente a partir del endoesqueleto. Hay que decir aquí, que el desarrollo embrionario de las tortugas actuales sigue este mismo patrón, recordando la ontogenia a la filogenia como defendía Haeckel, y apoyando la hipótesis del origen único del caparazón a partir del esqueleto oseo interno.
En cualquier caso, el hallazgo de este fósil deja claro que el linaje de las tortugas es antiquísimo, y que su armadura es una protección lo suficientemente efectiva como para haberles permitido llegar hasta nuestros días.
De hecho los adultos de Testudo graeca como el de la fotografía carecen prácticamente de depredadores, pese a ser animales extremadamente lentos y carecer de armas ofensivas (las tortugas Testudo raramente muerden) y basar toda su defensa en la protección pasiva que les ofrece su caparazón. Los juveniles en cambio poseen un caparazón más frágil que normalmente no soporta la presión de las mandíbulas de un perro o de un jabalí.
Para ampliar información:
Nature: How the turtle got its shell
National Geographic: Oldest Turtle Found; May Crack Shell-Evolution Mystery
Paleofreak: Más fósiles transicionales de tortugas: Odontochelys
Pharyngula: Odontochelys, a transitional turtle
Orden: Chelonii
Familia: Testudinidae
Género: Testudo
Especie: Testudo graeca Linnaeus, 1758
Las tortugas no se parecen a ningún otro animal. Se las clasifica entre los reptiles, pero lo cierto es que no se parecen a ningún otro reptil. Las tortugas son tortugas. Sin duda, la característica que a nadie pasa desapercibida es su caparazón. El caparazón de las tortugas está formado por dos partes, una dorsal o espaldar y otra ventral, llamada peto o plastrón. Aunque en los dibujos animados hemos visto con frecuencia cómo las tortugas salen de su caparazón como si fuera una armadura de quita y pon, la realidad es bien distinta, y tanto las costillas como la columna vertebral se encuentran fusionadas con el caparazón.
¿Cómo adquirieron las tortugas su caparazón? Hay dos teorías principales. Una sostiene que esta protección se desarrolló en los antepasados de las tortugas a partir de placas dérmicas osificadas que terminaron fusionándose con el esqueleto interno. Algunos fósiles de tortugas muy primitivas datados del Triásico, como Chinlechelys, parecen presentar este tipo de osificaciones dérmicas, lo que apoyaría esta hipótesis del origen dual del caparazón (esqueleto + placas dérmicas).
Sin embargo, en el año 2008 se encontró en el suroeste de China un fósil datado de hace 220 millones de años de lo que parece ser algún tipo de pre-tortuga. Los científicos lo bautizaron Odontochelys semitestacea, y presenta algunas características muy notables que lo convierten en firme candidato a fósil transicional hacia el linaje de las tortugas modernas. Para empezar posee dientes, de ahí el 'Odonto' en el género, mientras que todas las tortugas actuales carecen de ellos. Pero sin duda lo más llamativo es que posee un plastrón, la mitad ventral del caparazón, pero ¡no tiene la parte de la espalda!.
Presenta, eso sí, las costillas ensanchadas, lo que parece apoyar la otra hipótesis, la de que el caparazón de las tortugas actuales se desarrolló completamente a partir del endoesqueleto. Hay que decir aquí, que el desarrollo embrionario de las tortugas actuales sigue este mismo patrón, recordando la ontogenia a la filogenia como defendía Haeckel, y apoyando la hipótesis del origen único del caparazón a partir del esqueleto oseo interno.
En cualquier caso, el hallazgo de este fósil deja claro que el linaje de las tortugas es antiquísimo, y que su armadura es una protección lo suficientemente efectiva como para haberles permitido llegar hasta nuestros días.
De hecho los adultos de Testudo graeca como el de la fotografía carecen prácticamente de depredadores, pese a ser animales extremadamente lentos y carecer de armas ofensivas (las tortugas Testudo raramente muerden) y basar toda su defensa en la protección pasiva que les ofrece su caparazón. Los juveniles en cambio poseen un caparazón más frágil que normalmente no soporta la presión de las mandíbulas de un perro o de un jabalí.
Para ampliar información:
Nature: How the turtle got its shell
National Geographic: Oldest Turtle Found; May Crack Shell-Evolution Mystery
Paleofreak: Más fósiles transicionales de tortugas: Odontochelys
Pharyngula: Odontochelys, a transitional turtle
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Fotografiando dragones (II)
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Psammodromus
Especie: Psammodromus algirus (Linneo, 1758)
Puestos a hacer fotografías de animales, con frecuencia buscamos las especies más raras y difíciles de encontrar, y despreciamos las más comunes y abundantes. Sin embargo estas últimas ofrecen mejores posibilidades fotográficas. Precisamente debido a que son fáciles de encontrar, y a que con seguridad vamos a ver numerosos individuos en muchas situaciones diferentes, es posible elegir. Elegir los ejemplares más vistosos o mejor desarrollados y elegir también las situaciones más fotogénicas.
Este macho adulto de Psammodromus algirus era realmente grande y pese a no estar en celo, presentaba un notable desarrollo de los ocelos axilares azules. Además, la roca desde la que controlaba su territorio permitía disparos limpios de ramitas, briznas de hierba u otros obstáculos en varias direcciones, facilitando jugar con el fondo. Y su confianza de macho dominante hacía que fuera relativamente fácil acercarse lo suficiente sin que huyera.
Como punto antiestético, las dos enormes garrapatas que porta en el costado, pero que le vamos a hacer, así es la Naturaleza. Ser el lacértido que corta el bacalao en la zona no te libra de los omnipresentes parásitos chupasangre.
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Psammodromus
Especie: Psammodromus algirus (Linneo, 1758)
Puestos a hacer fotografías de animales, con frecuencia buscamos las especies más raras y difíciles de encontrar, y despreciamos las más comunes y abundantes. Sin embargo estas últimas ofrecen mejores posibilidades fotográficas. Precisamente debido a que son fáciles de encontrar, y a que con seguridad vamos a ver numerosos individuos en muchas situaciones diferentes, es posible elegir. Elegir los ejemplares más vistosos o mejor desarrollados y elegir también las situaciones más fotogénicas.
Este macho adulto de Psammodromus algirus era realmente grande y pese a no estar en celo, presentaba un notable desarrollo de los ocelos axilares azules. Además, la roca desde la que controlaba su territorio permitía disparos limpios de ramitas, briznas de hierba u otros obstáculos en varias direcciones, facilitando jugar con el fondo. Y su confianza de macho dominante hacía que fuera relativamente fácil acercarse lo suficiente sin que huyera.
Como punto antiestético, las dos enormes garrapatas que porta en el costado, pero que le vamos a hacer, así es la Naturaleza. Ser el lacértido que corta el bacalao en la zona no te libra de los omnipresentes parásitos chupasangre.
martes, 14 de diciembre de 2010
Jugando con la profundidad de campo
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para que una imagen funcione, no importa tanto cuanta profundidad de campo tenga, como dónde esté el foco. Esto lo saben bien en el centro y norte de Europa, donde tienen muchos días al año nublados y se ven obligados a abrir mucho el diafragma. Aquí, en el sur, estamos muy mal acostumbrados.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para que una imagen funcione, no importa tanto cuanta profundidad de campo tenga, como dónde esté el foco. Esto lo saben bien en el centro y norte de Europa, donde tienen muchos días al año nublados y se ven obligados a abrir mucho el diafragma. Aquí, en el sur, estamos muy mal acostumbrados.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Autorretrato en la pupila de una serpiente
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
De los creadores de "Autorretrato en los ojos sin pupila de una araña" (aunque aquí se estrenó con otro título), llega a sus pantallas planas otro autorretrato ocular involuntario.
Por lo demás, las serpientes son como las vacas, es difícil saber lo que piensan mirandoles a los ojos...
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
De los creadores de "Autorretrato en los ojos sin pupila de una araña" (aunque aquí se estrenó con otro título), llega a sus pantallas planas otro autorretrato ocular involuntario.
Por lo demás, las serpientes son como las vacas, es difícil saber lo que piensan mirandoles a los ojos...
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Saltamontes en Sierra Nevada
Clase: Insecta
Orden: Orthoptera
Familia: Pamphagidae
Género: Eumigus
Especie: Eumigus sp.
A pesar de su gran tamaño estos ortópteros pasan fácilmente desapercibidos gracias a sus crípticos colores.
Orden: Orthoptera
Familia: Pamphagidae
Género: Eumigus
Especie: Eumigus sp.
A pesar de su gran tamaño estos ortópteros pasan fácilmente desapercibidos gracias a sus crípticos colores.
viernes, 3 de diciembre de 2010
Biarum sp.
Clase: Liliopsida
Orden: Alismatales
Familia: Araceae
Género: Biarum
Especie: Biarum sp.
Otra imagen de esta peculiar arácea otoñal del género Biarum. Más información en la anterior entrada "La extraña historia de la flor que huele a estiercol y el escarabajo estercolero".
Orden: Alismatales
Familia: Araceae
Género: Biarum
Especie: Biarum sp.
Otra imagen de esta peculiar arácea otoñal del género Biarum. Más información en la anterior entrada "La extraña historia de la flor que huele a estiercol y el escarabajo estercolero".