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domingo, 13 de febrero de 2011

Culebra de escalera

Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)


Rhinechis scalaris

La culebra de escalera (Rhinechis scalaris) sigue siendo relativamente abundante en algunas zonas, aunque los expertos sospechan que sus poblaciones están disminuyendo. Es una de las especies de culebra que veo con más frecuencia, pero en el 95% de las veces, se trata de ejemplares atropellados en alguna carretera.

Por eso me da una gran alegría cuando veo una culebra de escalera viva y con aspecto saludable buscando nidos de pajarillos por los árboles haciendo alarde de un equilibrio de funambulista profesional. Supongo que a los polluelos del nido no les dará la misma alegría ver llegar a la culebra, pero así es la vida.

La culebra de escalera fué descrita por Schinz en 1822 bajo el nombre de Coluber scalaris, aunque durante mucho tiempo ha sido conocida como Elaphe scalaris, nombre con el que aparece en la mayoría de las publicaciones y libros.

Independientemente del género en el que los zoologos la incluyan, lo de la escalera se debe al dibujo dorsal que presentan los ejemplares jóvenes y que consiste en dos lineas negras laterales que recorren toda la longitud del animal unidas por líneas negras transversales, lo que recuerda a una escalera de mano. Curiosamente, las recién nacidas tienen las líneas laterales discontinuas, por lo que no presentan la escalera, sino más bien una sucesión de marcas con forma de "H", y los adultos pierden los travesaños al alcanzar la madurez sexual (lo que ocurre hacia los 3 años de edad), quedando únicamente las dos líneas longitudinales dorsolaterales, lo que le valió que también fuera bautizada como Coluber bilineatus.

Se trata de una serpiente ágil y con fama de mal carácter, que puede alcanzar los 140 cm de longitud total, aunque excepcionalmente se han documentado ejemplares de 160 cm. Presenta dimorfismo sexual, siendo las hembras más grandes y robustas y con la cola más corta que los machos. La coloración es muy variable, encontrándose ejemplares de color marrón, marrón anaranjado, amarillento, gris... En la cabeza presenta una banda oblicua negra que va desde el ojo hasta la comisura de la boca, y una banda negra vertical bajo el ojo, entre las escamas supralabiales 4ª y 5ª. Opcionalmente puede presentar manchas negras en otras labiales. La escama rostral es grande y se prolonga bastante hacia atrás insertandose profundamente entre las internasales, recordando al género americano Pituophis.

Su área de distribución (ibero-occitana) incluye la mayor parte de la Península Ibérica (evitando el norte más húmedo y frío y los Pirineos), y una pequeña área en el sureste de Francia, llegando a penetrar tímidamente en Italia. Introducida en la isla de Menorca. Es más abundante en el piso mesomediterráneo, aunque está presente desde el nivel del mar hasta los 2100 metros de altitud.

Y por supuesto, se trata de una culebra completamente inofensiva que no posee veneno, lo que no significa que si la cogemos con la mano (para apartarlas de las carreteras, sacarlas de pozos, balsas y trampas similares, o salvarlas de energúmenos culebricidas) no nos pueda morder y hacernos, los ejemplares más grandes, un poco de sangre. Nada que no se cure con un poco de 'mercromina'.

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