Clase: Arachnida
Orden: Araneae
Familia: Lycosidae
Género: Lycosa
Especie: Lycosa sp.
Hace ya algún tiempo, en la mañana de un día de febrero, un tibio Sol a duras penas conseguía quitar el frío de la noche. A un lado del camino, asomada a la puerta de su madriguera, descubrí una hermosa tarántula (la hermosura es algo sumamente relativo y muy dependiente del observador, para el que no se haya dado cuenta todavía). Animal nocturno por naturaleza, debía haber pensado con muy buen juicio que a esa altura del año, por las noches no hacía una temperatura muy adecuada para deambular por ahí, y que era mejor idea salir durante el día, contraviniendo las constumbres de su especie, a la puerta de su casa para disfrutar del calor del sol.
Me acerqué para observarla mejor.
Contrariamente a lo que mucha gente cree, las tarántulas son animales muy tímidos y de carácter amable. Yo no lo he comprobado ni animo a nadie a que lo pruebe, pero personas muy informadas al respecto me han dicho que las Lycosas europeas son reacias a morder incluso aunque se las coja con la mano y se las moleste. En caso de mordedura, los efectos se reducen a dolor local, inflamación y poco más. A las pocas horas los síntomas desaparecen solos. Claro que siempre existe cierto riesgo de reacción alérgica en personas especialmente sensibles, de infecciones provocadas por la dudosa higiene dental de estos arácnidos, o en muy raras ocasiones, de necrosis local en la zona de la mordedura. Si tras leer esto alguien se anima a comprobar la amistosidad de estas encantadoras criaturas, que deje en los comentarios el resultado de su experimento (suponiendo que pueda escribir con el dedo necrosado en caso de tener la mala suerte de topar con una de las pocas tarántulas malhumoradas).
El caso es que la tímida tarántula retrocedía al interior de su madriguera en cuanto me acercaba y volvía a salir al cabo de un minuto, volviendo a ocultarse en cuanto yo hacia el más mínimo movimiento. Tras idear una estrategia, saqué mi cámara y me acerque a unos pocos centímetros de la madriguera. La araña se retiró al interior como yo ya había previsto. Ajusté los parámetros de la cámara y enfoqué a la entrada del agujero y me quedé muy quieto. Al cabo de un minuto, y justo cuando mi espalda empezaba a protestar por la postura, la tarántula salió quedando en foco. Aparentemente, no le extrañó encontrar un fotógrafo a escasos centímetros de su puerta, ni pareció percibir los chasquidos del obturador. Le hice una serie con luz natural y solo cuando moví ligeramente la cámara se volvió a ocultar en su agujero.
Por desgracia, la falta de luz me obligo a abrir mucho el diafragma y las fotos quedaron muy escasas de profundidad de campo. Pero al revisarlas, ya en casa, en la pantalla del monitor, descubrí algo que me impresionó. En los ojos de la araña, reflejado, aparecía yo.
De repente en mi cabeza cambió mi perspectiva de la escena. No era yo fotografiando a la araña. Era la araña observándome mientras la fotografiaba.
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domingo, 13 de enero de 2008
lunes, 7 de mayo de 2007
Tarántula
Clase: Arachnida
Orden: Araneae
Familia: Lycosidae
Género: Lycosa
Especie: Lycosa hispanica Walckenaer, 1837
A pesar de su terrorífica fama y los numerosos mitos populares que las han acompañado desde antiguo, estas grandes arañas tienen un veneno poco tóxico. En una persona adulta, su mordedura produce únicamente inflamación y dolor locales, que normalmente no requieren tratamiento médico de ningún tipo. Viven en agujeros excavados en el suelo, de los que salen durante la noche en busca de presas. Las hembras son madres dedicadas, cuidan de los huevos y después transportan sobre su espalda a las arañitas recién nacidas durante algún tiempo.
Existe cierta confusión respecto al término 'tarántula'. Originalmente se denominaba así a las grandes especies de Licósidos europeos, especialmente a la especie Lycosa tarentula, común en terrenos áridos de la región mediterránea. Esta araña gozaba de una gran fama, con una nutrida colección de leyendas de origen medieval sobre pintorescos efectos de su mordedura y no menos pintorescos remedios. Cuando los conquistadores españoles llegaron a América, encontraron grandes arañas a las que llamaron también tarántulas, usando el nombre de la mayor y más famosa de las arañas del viejo mundo, aunque realmente estas arañas americanas no tienen ningún parentesco con las tarántulas europeas. En la actualidad, los angloparlantes denominan tarántulas únicamente a estas especies americanas, mientras que a las especies europeas que dieron lugar al término las denominan 'wolf spiders'. Así que ahora, en muchos textos traducidos literalmente del inglés se habla de la 'araña lobo', en lugar de hablarse de la 'tarántula', que sería lo correcto.
NOTA: Actualmente se tiende a considerar Lycosa hispanica a todas las Lycosa peninsulares que excavan madrigueras.
Orden: Araneae
Familia: Lycosidae
Género: Lycosa
Especie: Lycosa hispanica Walckenaer, 1837
A pesar de su terrorífica fama y los numerosos mitos populares que las han acompañado desde antiguo, estas grandes arañas tienen un veneno poco tóxico. En una persona adulta, su mordedura produce únicamente inflamación y dolor locales, que normalmente no requieren tratamiento médico de ningún tipo. Viven en agujeros excavados en el suelo, de los que salen durante la noche en busca de presas. Las hembras son madres dedicadas, cuidan de los huevos y después transportan sobre su espalda a las arañitas recién nacidas durante algún tiempo.
Existe cierta confusión respecto al término 'tarántula'. Originalmente se denominaba así a las grandes especies de Licósidos europeos, especialmente a la especie Lycosa tarentula, común en terrenos áridos de la región mediterránea. Esta araña gozaba de una gran fama, con una nutrida colección de leyendas de origen medieval sobre pintorescos efectos de su mordedura y no menos pintorescos remedios. Cuando los conquistadores españoles llegaron a América, encontraron grandes arañas a las que llamaron también tarántulas, usando el nombre de la mayor y más famosa de las arañas del viejo mundo, aunque realmente estas arañas americanas no tienen ningún parentesco con las tarántulas europeas. En la actualidad, los angloparlantes denominan tarántulas únicamente a estas especies americanas, mientras que a las especies europeas que dieron lugar al término las denominan 'wolf spiders'. Así que ahora, en muchos textos traducidos literalmente del inglés se habla de la 'araña lobo', en lugar de hablarse de la 'tarántula', que sería lo correcto.
NOTA: Actualmente se tiende a considerar Lycosa hispanica a todas las Lycosa peninsulares que excavan madrigueras.
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