Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)
Termina el mes de agosto y quiero acabarlo hablando de una de las musas de este blog, la salamanquesa común.
Acabo de regresar de pasar unos días en la playa. En un rato (tal vez un par de horas) que dediqué infructuosamente a buscar alguna salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus), encontré más de cincuenta ejemplares, entre juveniles y adultos, de salamanquesa común (Tarentola mauritanica).
Siendo que no hice una búsqueda exhaustiva y que el muestreo fue diurno, semejante cantidad de salamanquesas comunes avistadas me lleva a pensar que en la zona esta especie de geco debe ser abundantísima. Tal vez esta densidad tan alta de la salamanquesa común en la zona de muestreo tenga algo que ver con la ausencia de la rosada, más pequeña y débil, y cuyos juveniles probablemente sean presa habitual de los adultos de la común.

Otro juvenil de Tarentola mauritanica trepando por una pared
Roquetas de Mar (Almería), agosto 2010.
También me llamó la atención que la población local parece tener mejor opinión de estos reptiles de lo que suele ser habitual, estando bastante generalizada la opinión de que eliminan los mosquitos y otros insectos molestos (creencia que por una vez es completamente acertada), y tolerando (o mejor dicho, ignorando) su presencia y correteos por las paredes de las casas.
Vi gran cantidad de juveniles neonatos correteando por todas partes, indicando que debían haber eclosionado varias puestas por los alrededores. E incluso ví un solitario adulto de Psammodromus algirus, cuya presencia tan cerca de la playa me sorprendió.
Y para terminar, una foto de un fenómeno que no por conocido resulta menos sorprendente y que afecta a todos los reptiles aunque de modo diferente: la ecdisis, o desprendimiento de la piel vieja para ser sustituida por piel nueva.
En general, no me gustan las fotos 'en mano', pero hay cosas que de otro modo es muy difícil captar. Como esta joven salamanquesa pillada in fraganti en pleno proceso de desprenderse de su piel.
Curiosamente esta primavera pude ver un eslizón ibérico en idéntica situación, aunque desgraciadamente no pude fotografiarlo. Siendo los eslizones de forma tan serpentiforme tenía curiosidad por saber si mudaban su piel al estilo de las serpientes, es decir, quitándosela entera, o al estilo de los lagartos, es decir, a jirones. Bueno, pues es al estilo de los lagartos.