Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Elapidae
Género: Naja
Especie: Naja haje (Linnaeus, 1758)
Las averías mecánicas, los neumáticos pinchados, y las picaduras de escorpión, no evitaron que finalmente lograramos encontrar a la reina de las serpientes, la majestuosa cobra. Un magnífico ejemplar de 1,70 metros al que rescatamos de un aljibe y que liberamos tras una concienzuda sesión fotográfica.
jooooooder, que bicho mas alucinante, realmente preciosa, si señor. Mereció la pena todo lo que cuentas por tenerla delante.
ResponderEliminarun saludo y enhorabuena!!!
wow!!!Todo un ejemplar...casi tan largo como yo de alta...yo me acongojaría un poco :P
ResponderEliminarImpresionante!!
ResponderEliminarEsas se fotografían más tranquilamente con teleobjetivo. Mejor que con macro ¿no?
ResponderEliminarUn gustazo poder verlas en su ambiente y no saliendo de un cesto con los colmillos arrancados, como suele ser más habitual.
David, sin duda es una criatura fascinante, y desgraciadamente muy escasa en Marruecos, donde sufre un acoso implacable. Resulta realmente difícil encontrar una en su hábitat y en libertad. Lo más triste es que luego te encuentras que el hotel de turno tiene un tipo con una flauta y con una cobra en el comedor amenizando a los turistas mientras desayunan. Estas cobras de los shows suelen presentar un estado lamentable, con hipotermia, inflamaciones e infecciones en la cabeza por haberles sido arrancados los colmillos, sufriendo un trato vejatorio y una larga agonía. Un destino inmerecido para tan fantástica criatura.
ResponderEliminarMaeglin, el único momento 'complicado' fue el rescate del aljibe, que era bastante profundo y poco accesible y lógicamente la bicha no sabe que tratas de rescatarla, por lo que no colabora precisamente, más bien al contrario. Por suerte contábamos con gente muy experimentada en el manejo de serpientes venenosas. Una vez fuera, la cobra se mostró dócil y nada agresiva, limitándose a desplegar el capuchón para 'impresionar'. De hecho se mostró mucho más dócil que otras culebras que rescatamos, como las Hemorrhois algirus de las que conservo algunas marcas de mordiscos en las manos.
ResponderEliminarxurxo, sin duda un animal que impresiona...
ResponderEliminarJesús, como digo se mostró muy dócil, poco mérito y mucha charlatanería lo de los 'encantadores' de serpientes, incluso en los casos en que no estén mutiladas, aunque es bien sabido que los accidentes ocurren cuando se pierde el respeto a estos animales, que ni son malvados ni criaturas del demonio, pero cuya mordedura te puede mandar a criar malvas, sobre todo si te pilla a varias horas por pistas sin asfaltar del centro de salud más próximo. Así que el sentido común y la prudencia son las mejores medidas de seguridad.
ResponderEliminarUff!
ResponderEliminar...todo triste, por esa parte 'acosada' que puede sufrir,
...y por la mía que me quedé con el físico de los 17 años, y con el miedo 'estúpido' de muchos menos.
Espero de corazón que lo hayas disfrutado,...y te agradezco que lo compartas.
Mucho.
(tengo que contarte una experiencia que he vivido con un camaleón en libertad, que no viene al caso pero que me hizo feliz, y me acordé de ti)
Un beso.
B.N.C.J.
!Espectacular pose¡¡ 1)Me llevaste inmediatamente a recuperar un "souvenir" de mi viaje a Marruecos en 2004, una pequeña serpiente Naja de metal hecha por un herrero en la ruta a Ouarzazate con muelle incorporado para simular movimiento y que representa esa postura tal cual.
ResponderEliminar2) Vuelvo a releer "El corazón de una cobra" del libro Ébano de Kapuscinski. Aquella historia acabó mal para la serpiente.
Vuelvo a remirar tu foto. Evocadora 100 x 100.
Felicitaciones.
MartinAngelair, en Marruecos vi también algún camaleón, pocos... se camuflan bien.
ResponderEliminarCarlos, muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado.
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