Orden: Anura
Los renacuajos son las formas juveniles acuáticas de ranas y sapos. Son básicamente una bola de carne con ojos y boca unida a un apéndice caudal natatorio.
Viven felices en sus charcas dedicando su tiempo a comer, comer y comer. Esa voracidad tiene su justificación, ya que la charca en la que viven podría secarse y tienen prisa por completar su desarrollo.
Si todo va bien, les crecerán patitas y reabsorberán la cola, metamorfoseándose en rana o sapo, según corresponda, cambiarán sus branquias por pulmones y dejarán de ser criaturas acuáticas para convertirse en seres anfibios.
Las ranas mantendrán su dependencia de los sitios con agua durante toda su vida, pero los sapos se irán a vivir una vida completamente terrestre y solo regresaran a la charca para reproducirse.
En la actualidad, debido a que los ecosistemas de agua dulce son los más castigados por las actividades humanas que los envenenan sistemáticamente con todo tipo de detergentes, fertilizantes, pesticidas y demás porquería, los anfibios no están pasando por su mejor momento. Las poblaciones de las especies más abundantes están sufriendo un dramático declive, y las de las especies menos comunes o necesitadas de aguas limpias y oxigenadas, están en grave peligro de desaparecer.
Recuerdo que hace años era frecuente escuchar en las noches de verano el ensordecedor concierto producido por miles de ranas croando a la vez. Ahora cuando escucho alguna, aunque sea una sola, me sorprende por lo inusual.
Los de las fotografías mostraban un curioso comportamiento: nadaban panza arriba comiendo las partículas que flotaban en la superficie del agua.
ACTUALIZACIÓN (01/04/2010): Tras consultar con algunos expertos, y con todas las precauciones que requiere una identificación a partir de foto y sin poder estudiar directamente los ejemplares, parece que los renacuajos pertenecen o bien a Bufo bufo (probablemente) o bien a Rana iberica, aunque las características del disco oral no coinciden con esta última especie.
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