Ya he hablado aquí de cómo las orquídeas del género Ophrys engañan a los machos de abejas solitarias fingiendo ser abejas hembra, para usarlos como transporte de sus polinios. Pero no son las únicas plantas que estafan a incautos insectos para asegurarse la polinización cruzada.
El Biarum es de esos vegetales 'raritos' que han evolucionado hacia métodos de polinización tan rebuscados, que hacen dudar seriamente de que el mundo haya sido hecho por un diseñador inteligente.
La planta duerme todo el verano bajo tierra hasta que en otoño hace brotar una extraña flor, tan extraña que la gente normal ni siquiera la toma por una flor. Los botánicos tampoco, dicho sea de paso. La parte aérea consiste de una 'hoja' de color vino tinto, llamada espata, de la que emerge, apuntando al cielo, un espádice verdoso. Pero la inflorescencia tiene otra parte subterránea donde alrededor del espádice se encuentran las flores femeninas y masculinas, y otras estériles, diseñado el conjunto de tal forma que junto con la base de la espata forma una trampa en la que es fácil entrar pero dificil salir.
La 'flor' emite un intenso aroma fecal que atrae a las moscas coprófagas. Estas se posan en el espádice y atraídas por el 'aroma' descienden al interior de la planta. Como ya he dicho, entrar es fácil, pero salir... para salir hay que pagar un tributo en forma de polen. La entrada a la 'mazmorra' subterránea de la flor es estrecha, tamaño mosca digamos, y para entrar han que pasar por una zona donde hay unos 'pelillos' orientados hacia abajo, de forma que al descender la mosca pasa sin dificultad, pero cuando intenta volver a salir va 'a contrapelo'. Solo cuando una mosca entra con polen de Biarum y fecunda a las flores hembra, se activan las flores macho que cubre de nuevo de polen a las pobres moscas, que recordemos siguen dando vueltas dentro de la flor buscando el origen del olor y la salida, y se marchitan las estructuras que hacen fácil la entrada e imposible la salida, liberando a las moscas cubiertas de polen de su prisión.
Cuando la evolución del Biarum desarrolló este ingenioso sistema de secuestro de moscas y liberación a cambio de polinización, no contó con que las moscas no son los únicos insectos interesados en los excrementos.
Me quedé un rato observando al Biarum por si podía fotografíarlo con alguna mosca atraída por la planta. Pero el que apareció fué un enorme (comparado con las moscas) escarabajo estercolero que sin pensarselo un segundo se empotró entre el espádice y la espata del Biarum. El escarabajo era considerablemente más grande que el espacio que había para entrar, pero estos escarabajos son como bulldozers blindados acostumbrados a perforar profundamente el duro suelo para enterrar sus bolas de estiercol, y cual elefante en cristalería, se abrió paso, literalmente, flor adentro. Se oía el crujir de los tejidos del vegetal desgarrados por las poderosas patas excavadoras de la bestia, y no quiero ni pensar lo que pudo ocurrir en la 'mazmorra' con las pobres flores femeninas y masculinas de la inflorescencia, o con las posibles moscas que allí hubiera secuestradas.
Ya que no me había dado tiempo a fotografiarlo cuando entraba, esperé un poco por si volvía a salir, pero no apareció. Lo mismo siguió perforando hacia abajo en busca del estiercol.
Quién sabe...
Nota: Me comenta Bibiano Montes, de Mirando Plantas, que probablemente se trata de Biarum carratracense ( Willk.) Font Quer, pero que es difícil asegurarlo sin diseccionar la parte subterránea de la flor.
lunes, 29 de noviembre de 2010
jueves, 25 de noviembre de 2010
Cómo no conseguir fotografías de acción
Relataba hace poco Frikosal, cómo conseguía establecer un vínculo de confianza con las lagartijas durante las sesiones fotográficas, hasta lograr que se relajaran y fueran ellas mismas.
Yo intento aplicar la misma técnica para captar con mi cámara su comportamiento, a ser posible alguna foto de acción en la que el fiero reptil ataque y devore una presa tras un épico combate (a falta de posibles para ir a África a fotografiar leones, algo es algo...), o algo así.
Pero en vez de ganarme su confianza, debo aburrir a mis modelos, porque... bostezan...
...
y después...
¡se duermen!
...a veces, la confianza da asco.
Yo intento aplicar la misma técnica para captar con mi cámara su comportamiento, a ser posible alguna foto de acción en la que el fiero reptil ataque y devore una presa tras un épico combate (a falta de posibles para ir a África a fotografiar leones, algo es algo...), o algo así.
Pero en vez de ganarme su confianza, debo aburrir a mis modelos, porque... bostezan...
...
y después...
¡se duermen!
...a veces, la confianza da asco.
martes, 23 de noviembre de 2010
Fotografía nocturna de anfibios
Todas las fotografías que ilustran este artículo han sido realizadas por la noche y muchas de ellas, bajo la lluvia. Algunas son inéditas, otras ya ilustraron otras entradas de este blog. Hacer clic sobre las imágenes para ampliarlas. Se ven mejor, en serio.
Es posible ver anfibios activos durante el día. Todos hemos visto ranas tomando el sol en la orilla de una charca o río que saltan al agua en cuanto nos acercamos, y no es raro ver sapos comunes o corredores durante el día, a veces incluso tomando el sol a la puerta de sus madrigueras. Pero lo cierto es que otras especies son estrictamente nocturnas y en general los anfibios despliegan su actividad fundamentalmente durante la noche. Y no durante cualquier noche, sino solo en las noches de determinadas épocas del año y con determinadas condiciones ambientales.
Si queremos ver anfibios en abundancia, no queda más remedio que salir al monte por la noche. Las noches ideales son aquellas oscuras (es increíble lo bien que pueden llegar a ver los depredadores nocturnos en noches de luna llena), en las que no hace viento (deshidrata las pieles sensibles, y los anfibios tienen pieles muy sensibles), la temperatura es fresca sin llegar a hacer demasiado frío y la humedad alta, si cae una fina llovizna, mejor que mejor.
A estas alturas ya se habrá dado cuenta el lector avispado que las condiciones ideales para los anfibios no son las condiciones ideales para los fotógrafos de anfibios. Los problemas a que nos vamos a enfrentar en estas condiciones pueden clasificarse en tres grupos: problemas de visibilidad, problemas de seguridad y problemas de iluminación.
Los problemas de visibilidad derivan de la poca luz que hay por la noche. Un frontal y una linterna potente son fundamentales, para ver a los anfibios y para ver por dónde andamos.
Fotográficamente, el problema viene a la hora de encuadrar y enfocar. Lo ideal es contar con un ayudante que ilumine con la linterna al sujeto mientras hacemos las fotos. Si estamos solos pues hay que apañarse como mejor se pueda. Como de todos modos las fotos las tendremos que hacer con flash, la luz de la linterna no influye en las fotos.
La oscuridad no solo nos impide ver, también impide que nos vean, situación a tener muy en cuenta si buscamos anfibios en pistas o carreteras.
Los problemas de seguridad vienen por un lado de los problemas de visibilidad y por otro de las condiciones meteorológicas y del tipo de sitios donde suelen vivir los anfibios. Hay que tener en cuenta la seguridad de los anfibios, la nuestra y la de nuestro equipo.
Respecto a los anfibios, ya que se supone que nos interesan y por eso vamos a fotografiarlos, estaría bien que no fuéramos precisamente nosotros los que los atropelláramos o pisáramos por descuido.
En lo referente a nuestra seguridad, hay que tener en cuenta que movernos por la noche por un terreno deconocido multiplica las posiblidades de un accidente, desde tropezar con un alambre de espino hasta caernos dentro de la charca (los anfibios tienen la mala costumbre de frecuentar lugares donde hay charcas, ríos, pozos y sitios similares en los que caerse).
El equipo también corre riesgo. Varias horas bajo una fina llovizna no es algo en lo que pensaron los ingenieros que construyeron la cámara. Aunque cierto es que las cámaras caras están bastante mejor selladas que las baratas, hay que pensar también en los flashes, en los contactos de la zapata, de los cables sincro, etc. De igual manera, si nos caemos en el río o en la charca, haremos bien en intentar mantener nuestro equipo fotográfico por encima de la superficie del agua.
Son estos quizá los problemas más relacionados con la fotografía en sí. Necesitamos al menos un flash, mejor dos. Y por supuesto no vale el flash chiquitito que llevan las cámaras en la parte superior.
El flash integrado no es que sea malo. El problema es que la luz que emite es paralela al eje óptico de la lente y nos va a producir imágenes planas. Por otra parte, dada su posición, si usamos un objetivo macro para lograr acercamientos, el propio objetivo puede proyectar su sombra sobre el sujeto.
Así pues, si queremos lograr resultados mínimamente aceptables, usaremos al menos un flash externo, que no montaremos sobre la cámara (estaríamos casi en las mismas que con el flash integrado), sino que lo conectaremos a la zapata de la cámara con un cable sincro (preferiblemente con soporte TTL a no ser que seamos unos máquinas en el uso de flashes en modo manual) de modo que nos permita situar el flash libremente en la posición que queramos y poder iluminar al sujeto a nuestro capricho. Si vamos a usar un esquema de iluminación más o menos frontal podemos montar el flash en un flash bracket, de lo contrario podemos usar un trípode o soporte similar si estamos solos, o pedir a nuestro ayudante que lo sostenga en la posición deseada.
Respecto a los flashes tipo MT-24EX de Canon o el sistema de Nikon de dos SB-R200 con o sin unidad de control SU-800, no tengo nada en contra, los he probado y son comodísimos para fotografía macro, pero en mi opinión limitan mucho la libertad creativa en la iluminación, e igualmente hay que saber usarlos correctamente para no hacer sólo "fotos de dentista". Y lo mismo es aplicable a los ringflash, solo que los resultados son quizá peores, especialmente con los extrañísimos catchlights que crean en los ojos de los retratados.
Dependiendo de la situación y de lo que queramos conseguir un solo flash no será suficiente. Si queremos iluminar el fondo o compensar las sombras que cree el flash principal, usaremos una segunda unidad en modo esclavo, usando como maestro el que tenemos conectado a la cámara con el cable.
Todas las fotografías que aparecen en este artículo han sido realizadas con un Nikon SB-400, un Sigma EF-500 DG Super, o ambos. Los flashes nunca los usaremos a pelo, siempre utilizaremos un difusor, en mi caso utilizo difusores tipo minibox de Lumiquest, pero hay gente que se fabrica difusores caseros de lo más imaginativos, que suelen dar peores resultados pero que no suelen costar nada. Mejor un difusor casero que ninguno. A veces, algunos difusores caseros dan muy buenos resultados, aunque eso sí, quedan un poco cutres.
Usar uno o varios flashes de forma correcta no es cosa trivial, y de hecho, la iluminación en fotografía es buena parte de la técnica que un fotógrafo debe aprender, da igual si se fotografían anfibios, bodegones o señoritas en ropa interior, y simplemente comentar de pasada los fundamentos, técnicas y esquemas de iluminación más básicos, es algo que requiere no un post sino varios libros.
Un detalle que nos puede traer quebraderos de cabeza y que yo todavía no he resuelto de forma totalmente satisfactoriamente es que el uso de flashes sobre la piel mojada de los anfibios es garantía de crear incordiantes brillos. También la superficie del agua, o las plantas mojadas son propensas a sufrir este problema. El uso de difusores, calcular el ángulo de incidencia de la luz, utilizar filtros polarizadores, etc. son algunas de las herramientas a nuestro alcance para luchar contra los brillos. Por otra parte, los anfibios mojados son brillantes, eliminar completamente el brillo puede hacer la imagen ajena a la realidad. La clave está en controlar los brillos para que aparezcan en su justa medida. Y no es fácil.
En fotografía la luz lo es todo (o casi todo). Usar una fuente de iluminación artificial (flash) nos da control total sobre la iluminación, pero por eso mismo, deja en evidencia también nuestra impericia como fotógrafos.
Los anfibios están sufriendo un severo declive a nivel mundial (ver El declive de los anfibios y Noticias preocupantes).
Está prohibido coger, manipular y molestar a los anfibios. Si la especie está incluida el algún listado de protección, es necesario solicitar un permiso simplemente para fotografiarla. Si además lo hacemos dentro de un espacio protegido, es necesario solicitar otro permiso.
Uno de los factores que están llevando a los anfibios a nivel mundial contra las cuerdas de la extinción son las llamadas enfermedades emergentes, y especialmente la quitridiomicosis, infección causada por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis, capaz por sí solo de exterminar poblaciones enteras de anfibios incluso en el interior de espacios naturales bien conservados.
Si alguien frecuenta hábitats de anfibios para fotografiarlos, estudiarlos, verlos o simplemente saludarlos, debe desinfectar cuidadosamente todo el material que entre en contacto con el barro o agua, especialmente la ropa y las botas (así como cualquier instrumento de captura, que no debería tener ni usar ya que está prohibido sin los permisos reglamentarios), para evitar propagar el agente patógeno de áreas infectadas a otras áreas libres del hongo. Una vez que el hongo se establece en una zona es prácticamente imposible erradicarlo.
Así que todo el que vaya a fotografiar anfibios, que recuerde que el bienestar del animal debe anteponerse a la realización de las fotos, que son animales muy delicados y debemos evitar manipularlos, ya que cualquier crema o loción antimosquitos o lo que sea que llevemos en las manos lo absorberán a través de la piel, y nosotros mismos, si tocamos un animal enfermo podemos contagiar a todos los que toquemos después.
Es posible ver anfibios activos durante el día. Todos hemos visto ranas tomando el sol en la orilla de una charca o río que saltan al agua en cuanto nos acercamos, y no es raro ver sapos comunes o corredores durante el día, a veces incluso tomando el sol a la puerta de sus madrigueras. Pero lo cierto es que otras especies son estrictamente nocturnas y en general los anfibios despliegan su actividad fundamentalmente durante la noche. Y no durante cualquier noche, sino solo en las noches de determinadas épocas del año y con determinadas condiciones ambientales.
Si queremos ver anfibios en abundancia, no queda más remedio que salir al monte por la noche. Las noches ideales son aquellas oscuras (es increíble lo bien que pueden llegar a ver los depredadores nocturnos en noches de luna llena), en las que no hace viento (deshidrata las pieles sensibles, y los anfibios tienen pieles muy sensibles), la temperatura es fresca sin llegar a hacer demasiado frío y la humedad alta, si cae una fina llovizna, mejor que mejor.
A estas alturas ya se habrá dado cuenta el lector avispado que las condiciones ideales para los anfibios no son las condiciones ideales para los fotógrafos de anfibios. Los problemas a que nos vamos a enfrentar en estas condiciones pueden clasificarse en tres grupos: problemas de visibilidad, problemas de seguridad y problemas de iluminación.
Problemas de visibilidad
Los problemas de visibilidad derivan de la poca luz que hay por la noche. Un frontal y una linterna potente son fundamentales, para ver a los anfibios y para ver por dónde andamos.
Fotográficamente, el problema viene a la hora de encuadrar y enfocar. Lo ideal es contar con un ayudante que ilumine con la linterna al sujeto mientras hacemos las fotos. Si estamos solos pues hay que apañarse como mejor se pueda. Como de todos modos las fotos las tendremos que hacer con flash, la luz de la linterna no influye en las fotos.
La oscuridad no solo nos impide ver, también impide que nos vean, situación a tener muy en cuenta si buscamos anfibios en pistas o carreteras.
Problemas de seguridad
Los problemas de seguridad vienen por un lado de los problemas de visibilidad y por otro de las condiciones meteorológicas y del tipo de sitios donde suelen vivir los anfibios. Hay que tener en cuenta la seguridad de los anfibios, la nuestra y la de nuestro equipo.
Respecto a los anfibios, ya que se supone que nos interesan y por eso vamos a fotografiarlos, estaría bien que no fuéramos precisamente nosotros los que los atropelláramos o pisáramos por descuido.
En lo referente a nuestra seguridad, hay que tener en cuenta que movernos por la noche por un terreno deconocido multiplica las posiblidades de un accidente, desde tropezar con un alambre de espino hasta caernos dentro de la charca (los anfibios tienen la mala costumbre de frecuentar lugares donde hay charcas, ríos, pozos y sitios similares en los que caerse).
El equipo también corre riesgo. Varias horas bajo una fina llovizna no es algo en lo que pensaron los ingenieros que construyeron la cámara. Aunque cierto es que las cámaras caras están bastante mejor selladas que las baratas, hay que pensar también en los flashes, en los contactos de la zapata, de los cables sincro, etc. De igual manera, si nos caemos en el río o en la charca, haremos bien en intentar mantener nuestro equipo fotográfico por encima de la superficie del agua.
Problemas de iluminación
Son estos quizá los problemas más relacionados con la fotografía en sí. Necesitamos al menos un flash, mejor dos. Y por supuesto no vale el flash chiquitito que llevan las cámaras en la parte superior.
El flash integrado no es que sea malo. El problema es que la luz que emite es paralela al eje óptico de la lente y nos va a producir imágenes planas. Por otra parte, dada su posición, si usamos un objetivo macro para lograr acercamientos, el propio objetivo puede proyectar su sombra sobre el sujeto.
Así pues, si queremos lograr resultados mínimamente aceptables, usaremos al menos un flash externo, que no montaremos sobre la cámara (estaríamos casi en las mismas que con el flash integrado), sino que lo conectaremos a la zapata de la cámara con un cable sincro (preferiblemente con soporte TTL a no ser que seamos unos máquinas en el uso de flashes en modo manual) de modo que nos permita situar el flash libremente en la posición que queramos y poder iluminar al sujeto a nuestro capricho. Si vamos a usar un esquema de iluminación más o menos frontal podemos montar el flash en un flash bracket, de lo contrario podemos usar un trípode o soporte similar si estamos solos, o pedir a nuestro ayudante que lo sostenga en la posición deseada.
Respecto a los flashes tipo MT-24EX de Canon o el sistema de Nikon de dos SB-R200 con o sin unidad de control SU-800, no tengo nada en contra, los he probado y son comodísimos para fotografía macro, pero en mi opinión limitan mucho la libertad creativa en la iluminación, e igualmente hay que saber usarlos correctamente para no hacer sólo "fotos de dentista". Y lo mismo es aplicable a los ringflash, solo que los resultados son quizá peores, especialmente con los extrañísimos catchlights que crean en los ojos de los retratados.
Dependiendo de la situación y de lo que queramos conseguir un solo flash no será suficiente. Si queremos iluminar el fondo o compensar las sombras que cree el flash principal, usaremos una segunda unidad en modo esclavo, usando como maestro el que tenemos conectado a la cámara con el cable.
Todas las fotografías que aparecen en este artículo han sido realizadas con un Nikon SB-400, un Sigma EF-500 DG Super, o ambos. Los flashes nunca los usaremos a pelo, siempre utilizaremos un difusor, en mi caso utilizo difusores tipo minibox de Lumiquest, pero hay gente que se fabrica difusores caseros de lo más imaginativos, que suelen dar peores resultados pero que no suelen costar nada. Mejor un difusor casero que ninguno. A veces, algunos difusores caseros dan muy buenos resultados, aunque eso sí, quedan un poco cutres.
Usar uno o varios flashes de forma correcta no es cosa trivial, y de hecho, la iluminación en fotografía es buena parte de la técnica que un fotógrafo debe aprender, da igual si se fotografían anfibios, bodegones o señoritas en ropa interior, y simplemente comentar de pasada los fundamentos, técnicas y esquemas de iluminación más básicos, es algo que requiere no un post sino varios libros.
Un detalle que nos puede traer quebraderos de cabeza y que yo todavía no he resuelto de forma totalmente satisfactoriamente es que el uso de flashes sobre la piel mojada de los anfibios es garantía de crear incordiantes brillos. También la superficie del agua, o las plantas mojadas son propensas a sufrir este problema. El uso de difusores, calcular el ángulo de incidencia de la luz, utilizar filtros polarizadores, etc. son algunas de las herramientas a nuestro alcance para luchar contra los brillos. Por otra parte, los anfibios mojados son brillantes, eliminar completamente el brillo puede hacer la imagen ajena a la realidad. La clave está en controlar los brillos para que aparezcan en su justa medida. Y no es fácil.
En fotografía la luz lo es todo (o casi todo). Usar una fuente de iluminación artificial (flash) nos da control total sobre la iluminación, pero por eso mismo, deja en evidencia también nuestra impericia como fotógrafos.
Otras consideraciones a tener en cuenta
Los anfibios están sufriendo un severo declive a nivel mundial (ver El declive de los anfibios y Noticias preocupantes).
Está prohibido coger, manipular y molestar a los anfibios. Si la especie está incluida el algún listado de protección, es necesario solicitar un permiso simplemente para fotografiarla. Si además lo hacemos dentro de un espacio protegido, es necesario solicitar otro permiso.
Uno de los factores que están llevando a los anfibios a nivel mundial contra las cuerdas de la extinción son las llamadas enfermedades emergentes, y especialmente la quitridiomicosis, infección causada por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis, capaz por sí solo de exterminar poblaciones enteras de anfibios incluso en el interior de espacios naturales bien conservados.
Si alguien frecuenta hábitats de anfibios para fotografiarlos, estudiarlos, verlos o simplemente saludarlos, debe desinfectar cuidadosamente todo el material que entre en contacto con el barro o agua, especialmente la ropa y las botas (así como cualquier instrumento de captura, que no debería tener ni usar ya que está prohibido sin los permisos reglamentarios), para evitar propagar el agente patógeno de áreas infectadas a otras áreas libres del hongo. Una vez que el hongo se establece en una zona es prácticamente imposible erradicarlo.
Así que todo el que vaya a fotografiar anfibios, que recuerde que el bienestar del animal debe anteponerse a la realización de las fotos, que son animales muy delicados y debemos evitar manipularlos, ya que cualquier crema o loción antimosquitos o lo que sea que llevemos en las manos lo absorberán a través de la piel, y nosotros mismos, si tocamos un animal enfermo podemos contagiar a todos los que toquemos después.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Durillo
Clase: Magnoliopsida
Orden: Dipsacales
Familia: Caprifoliaceae
Género: Viburnum
Especie: Viburnum tinus L.
El durillo o laurel salvaje (Viburnum tinus) es un arbusto mediterráneo que en ocasiones alcanza porte arbóreo. Ha sido ampliamente usado en jardinería. En estado natural crece en bosques mediterráneos en zonas de umbría. En otoño maduran sus frutos de peculiar aspecto y de un color azulado metálico.
Respecto a la foto suscribo casi todo lo que dice Frikosal en "¿Hay que pensar como un vegetal para fotografíar plantas?", así que no lo repito.
Orden: Dipsacales
Familia: Caprifoliaceae
Género: Viburnum
Especie: Viburnum tinus L.
El durillo o laurel salvaje (Viburnum tinus) es un arbusto mediterráneo que en ocasiones alcanza porte arbóreo. Ha sido ampliamente usado en jardinería. En estado natural crece en bosques mediterráneos en zonas de umbría. En otoño maduran sus frutos de peculiar aspecto y de un color azulado metálico.
Respecto a la foto suscribo casi todo lo que dice Frikosal en "¿Hay que pensar como un vegetal para fotografíar plantas?", así que no lo repito.
viernes, 19 de noviembre de 2010
Retrato reptiliano y pregunta para expertos
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Timon
Especie: Timon lepidus (Daudin, 1802)
Un retrato de un lagarto ocelado (Timon lepidus), especie todavía abundante pero que sufre desde hace algunas décadas un declive generalizado de sus poblaciones sin que los expertos se aclaren con las causas. Se trata en cualquier caso de un superviviente todoterreno que esperemos sea capaz de capear el temporal al que los humanos estamos sometiendo la Naturaleza que nos rodea.
Y ahora la pregunta para expertos. Incluyo un recorte mostrando el ojo del lagarto para ilustrarla, hacer clic sobre la imagen para ampliarla. El hecho curioso es que el límite entre el iris y la pupila es irregular y poco nítido, como deshilachado. No se si realmente la pupila es así, o bien es el iris el que se vuelve negro en torno a la pupila y por eso no se puede ver el límite real.
A ver si pasa por aquí algún herpetólogo y puede aclarar este punto. Pero puede participar todo el mundo con sus opiniones, ojo.
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Timon
Especie: Timon lepidus (Daudin, 1802)
Un retrato de un lagarto ocelado (Timon lepidus), especie todavía abundante pero que sufre desde hace algunas décadas un declive generalizado de sus poblaciones sin que los expertos se aclaren con las causas. Se trata en cualquier caso de un superviviente todoterreno que esperemos sea capaz de capear el temporal al que los humanos estamos sometiendo la Naturaleza que nos rodea.
Y ahora la pregunta para expertos. Incluyo un recorte mostrando el ojo del lagarto para ilustrarla, hacer clic sobre la imagen para ampliarla. El hecho curioso es que el límite entre el iris y la pupila es irregular y poco nítido, como deshilachado. No se si realmente la pupila es así, o bien es el iris el que se vuelve negro en torno a la pupila y por eso no se puede ver el límite real.
A ver si pasa por aquí algún herpetólogo y puede aclarar este punto. Pero puede participar todo el mundo con sus opiniones, ojo.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Qué lejos queda la primavera...
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Lycaenidae
Esta foto es de abril. La mariposilla que aparece en la imagen hace mucho tiempo que habrá muerto. Su cadáver seco tal vez lo arrastró el viento, o fue comido por las hormigas. Su imagen perdurará algún tiempo más. Pero el tiempo acaba con los discos duros, con las empresas que permiten hacer blogs, con las civilizaciones, con las especies y con las estrellas.
"...como lágrimas en la lluvia."
Orden: Lepidoptera
Familia: Lycaenidae
Esta foto es de abril. La mariposilla que aparece en la imagen hace mucho tiempo que habrá muerto. Su cadáver seco tal vez lo arrastró el viento, o fue comido por las hormigas. Su imagen perdurará algún tiempo más. Pero el tiempo acaba con los discos duros, con las empresas que permiten hacer blogs, con las civilizaciones, con las especies y con las estrellas.
"...como lágrimas en la lluvia."
martes, 16 de noviembre de 2010
Retrato de galápago europeo
Clase: Reptilia
Orden: Chelonii
Familia: Emydidae
Género: Emys
Especie: Emys orbicularis (Linnaeus, 1758)
Cada vez resulta más difícil encontrar a este reptil en nuestro país. A diferencia del galápago leproso, que parece estar aguantando mejor el tirón, el galápago europeo está desapareciendo a un ritmo alarmante. Si no se adoptan medidas orientadas a su conservación, y eso pasa por conservar sus hábitats, nuestros nietos no conocerán a este galápago.
Orden: Chelonii
Familia: Emydidae
Género: Emys
Especie: Emys orbicularis (Linnaeus, 1758)
Cada vez resulta más difícil encontrar a este reptil en nuestro país. A diferencia del galápago leproso, que parece estar aguantando mejor el tirón, el galápago europeo está desapareciendo a un ritmo alarmante. Si no se adoptan medidas orientadas a su conservación, y eso pasa por conservar sus hábitats, nuestros nietos no conocerán a este galápago.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Orugas de Melitaea athalia
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Melitaea
Especie: Melitaea athalia (Rottemburg, 1775)
De color negro con puntitos blancos y llenas de protuberancias de color naranja cubiertas de pelos, estas orugas parecen poco preocupadas por pasar inadvertidas. A juzgar por su aspecto, uno podría pensar que eso no pueden ser sino colores de advertencia (aposematismo) y que si las toca se le va a caer el dedo. Pues para nada, son suaves y blanditas.
Estas habían abandonado ya la planta nutricia y andaban a en busca de un lugar protegido donde transformarse en crisálidas.
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Melitaea
Especie: Melitaea athalia (Rottemburg, 1775)
De color negro con puntitos blancos y llenas de protuberancias de color naranja cubiertas de pelos, estas orugas parecen poco preocupadas por pasar inadvertidas. A juzgar por su aspecto, uno podría pensar que eso no pueden ser sino colores de advertencia (aposematismo) y que si las toca se le va a caer el dedo. Pues para nada, son suaves y blanditas.
Estas habían abandonado ya la planta nutricia y andaban a en busca de un lugar protegido donde transformarse en crisálidas.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Sobre el tema de la calidad de las fotos en Blogger
Clase: Insecta
Orden: Dictyoptera
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: Mantis religiosa (Linnaeus, 1758)
Una bonita foto de una mantis, hagan clic sobre la imagen para ampliarla y verla con un mínimo de calidad porque la miniatura es una porquería.
Últimamente se está hablando, en este y otros blogs, de la mala calidad de las fotos que se ven en Blogger. No me refiero a la calidad fotográfica, que es responsabilidad del fotógrafo y asunto muy subjetivo, como se deduce viendo las fotos que han ganado últimamente algunos concursos. Me refiero a la calidad de la imagen tras subirla a Blogger (o a Picasa que es a donde realmente van las fotos que se suben a Blogger).
Cuando subimos una foto a los servidores de Google para publicarla en nuestro blog, el sistema genera automáticamente versiones de menor tamaño, thumbnails las llaman los guiris, que son las que se muestran en las entradas, y que enlazan a la foto original con el tamaño al que la hemos subido.
Pues bien, estas miniaturas generadas realmente tienen muy poca calidad, carecen de nitidez y muestran artefactos JPEG producidos por una excesiva compresión o por un algoritmo poco cuidadoso.
Por ejemplo, las imágenes que aparecen en las entradas de este blog son thumbnails de 400 píxeles de lado generadas automáticamente por Blogger, y al hacer clic sobre ellas se abren a 800 píxeles las antiguas y a 900 píxeles las más recientes, que es el tamaño al que yo las subo. Por defecto se abren en una ventana nueva, pero en este blog uso Lightbox para que se abran más elegantemente.
El caso es que me he dado cuenta de un pequeño detalle. Antes, cuando se hacia clic sobre las miniaturas, la foto a tamaño grande que se abría tenía aplicada también una severa compresión.
Esta foto de unas hormigas Cataglyphis montando guardia a la puerta de su hormiguero la publiqué en julio del 2009. La miniatura tiene poca calidad, pero la versión grande que se abre, también tiene una calidad muy pobre. En la antena y sobre la cabeza de la hormiga de la derecha se aprecian claros artefactos JPEG (en la versión ampliada).
El archivo original de 800 píxeles de lado que yo subí a los servidores de Google pesaba 341 KB, sin embargo la versión de 800 px que sirve el blog pesa tan solo 79,1 KB. Teniendo en cuenta que Blogger es un servicio gratuito, y el enorme número de imágenes y otros contenidos que tienen que servir, el lógico que quieran ahorrar tráfico, y en lugar de servir las fotos que la gente sube, sirvan versiones muy comprimidas de las mismas, con la consiguiente e inevitable pérdida de calidad de la imagen.
Pero en las entradas recientes, la versión grande que se sirve es la original. La foto de la mantis que encabeza esta entrada, a 900 px de lado y tal como yo la he subido al blog pesa 249 KB. La miniatura de 400 px que aparece en la entrada pesa 18,7 KB, pero al hacer clic la foto que se abre pesa 249 KB, osea, parece que ahora no aplica compresión a las fotos en tamaño original. Todo esto es muy raro.
No es la única diferencia entre las entradas antiguas y las de ahora. Ahora Blogger incluye las imágenes en un bloque DIV y les aplica un estilo. Antes no creaba ningún DIV. Estos cambios responden al moderno editor WYSIWYG que implementaron hace poco y su 'gestión mejorada' de las imágenes y que permite elegir entre cuatro tamaños (200, 320, 400 y 640 píxeles) de thumbnail para mostrar en las entradas (como me hizo notar Trebol-a, el sistema sirve también cualquier otro tamaño que se le pase en la url).
En fin, que es verdad que las fotos pequeñas que aparecen en las entradas, da igual si elegimos las de 400 px u otro tamaño, se ven muy mal, pero mientras las ampliadas se vean razonablemente bien no me preocupa demasiado. Al fin y al cabo, da igual qué calidad tenga, una imagen de 400 px no permite apreciar una foto.
Orden: Dictyoptera
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: Mantis religiosa (Linnaeus, 1758)
Una bonita foto de una mantis, hagan clic sobre la imagen para ampliarla y verla con un mínimo de calidad porque la miniatura es una porquería.
Últimamente se está hablando, en este y otros blogs, de la mala calidad de las fotos que se ven en Blogger. No me refiero a la calidad fotográfica, que es responsabilidad del fotógrafo y asunto muy subjetivo, como se deduce viendo las fotos que han ganado últimamente algunos concursos. Me refiero a la calidad de la imagen tras subirla a Blogger (o a Picasa que es a donde realmente van las fotos que se suben a Blogger).
Cuando subimos una foto a los servidores de Google para publicarla en nuestro blog, el sistema genera automáticamente versiones de menor tamaño, thumbnails las llaman los guiris, que son las que se muestran en las entradas, y que enlazan a la foto original con el tamaño al que la hemos subido.
Pues bien, estas miniaturas generadas realmente tienen muy poca calidad, carecen de nitidez y muestran artefactos JPEG producidos por una excesiva compresión o por un algoritmo poco cuidadoso.
Por ejemplo, las imágenes que aparecen en las entradas de este blog son thumbnails de 400 píxeles de lado generadas automáticamente por Blogger, y al hacer clic sobre ellas se abren a 800 píxeles las antiguas y a 900 píxeles las más recientes, que es el tamaño al que yo las subo. Por defecto se abren en una ventana nueva, pero en este blog uso Lightbox para que se abran más elegantemente.
El caso es que me he dado cuenta de un pequeño detalle. Antes, cuando se hacia clic sobre las miniaturas, la foto a tamaño grande que se abría tenía aplicada también una severa compresión.
Esta foto de unas hormigas Cataglyphis montando guardia a la puerta de su hormiguero la publiqué en julio del 2009. La miniatura tiene poca calidad, pero la versión grande que se abre, también tiene una calidad muy pobre. En la antena y sobre la cabeza de la hormiga de la derecha se aprecian claros artefactos JPEG (en la versión ampliada).
El archivo original de 800 píxeles de lado que yo subí a los servidores de Google pesaba 341 KB, sin embargo la versión de 800 px que sirve el blog pesa tan solo 79,1 KB. Teniendo en cuenta que Blogger es un servicio gratuito, y el enorme número de imágenes y otros contenidos que tienen que servir, el lógico que quieran ahorrar tráfico, y en lugar de servir las fotos que la gente sube, sirvan versiones muy comprimidas de las mismas, con la consiguiente e inevitable pérdida de calidad de la imagen.
Pero en las entradas recientes, la versión grande que se sirve es la original. La foto de la mantis que encabeza esta entrada, a 900 px de lado y tal como yo la he subido al blog pesa 249 KB. La miniatura de 400 px que aparece en la entrada pesa 18,7 KB, pero al hacer clic la foto que se abre pesa 249 KB, osea, parece que ahora no aplica compresión a las fotos en tamaño original. Todo esto es muy raro.
No es la única diferencia entre las entradas antiguas y las de ahora. Ahora Blogger incluye las imágenes en un bloque DIV y les aplica un estilo. Antes no creaba ningún DIV. Estos cambios responden al moderno editor WYSIWYG que implementaron hace poco y su 'gestión mejorada' de las imágenes y que permite elegir entre cuatro tamaños (200, 320, 400 y 640 píxeles) de thumbnail para mostrar en las entradas (como me hizo notar Trebol-a, el sistema sirve también cualquier otro tamaño que se le pase en la url).
En fin, que es verdad que las fotos pequeñas que aparecen en las entradas, da igual si elegimos las de 400 px u otro tamaño, se ven muy mal, pero mientras las ampliadas se vean razonablemente bien no me preocupa demasiado. Al fin y al cabo, da igual qué calidad tenga, una imagen de 400 px no permite apreciar una foto.
lunes, 8 de noviembre de 2010
El árbol del conocimiento
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
Paseaba yo el otro día por un bucólico paraje, que bien podría ser el jardín del Edén, absorto en mis pensamientos...
— psst, psst —escuché tras de mí— oye, amigo.
La voz era más bien un susurro y se me antojó extranjera, porque parecía sesear en todas las sílabas. Me volví pero no ví a nadie.
— Aquí, en el manzano.
Entonces la ví, una gran serpiente que se andaba, literalmente, por las ramas.
— Perdona —le dije— pero eso no es un manzano, parece más bien un almendro o un ciruelo ya muerto.
— No importa, —dijo la serpiente— solo quiero charlar un rato.
— Paso, la Biblia dice que eres una criatura embaucadora y pérfida que tratas de llevar a las buenas gentes por el mal camino. Además, según relata, tú tienes la culpa de gran parte de las desgracias que sufre la humanidad. Por tu culpa la gente tiene que ganarse el pan con el sudor de su frente, desperdiciando su vida entre las paredes de una oficina o haciendo cosas incluso peores. No debe extrañarte que te odien tanto. La Biblia dice que eres malvada.
— Todo eso son calumnias. Yo era una divinidad ya antigua 3000 años antes de que se oyera hablar por primera vez del tal Jesucristo. Los antiguos me consideraban una deidad protectora, relacionada con la tierra, la fecundidad, la sabiduría y el renacer. Tenía templos dedicados a mí a lo largo y ancho del mundo, donde los enfermos sanaban y los adivinos veían el futuro. Por eso estas religiones monoteistas recientes, que adoran a dioses advenedizos recien creados por las mentes de los hombres hace apenas unos miles de años, me consideraron el enemigo a vencer, paganismo lo llamaban ellos, y crearon toda esa mala prensa que desde entonces me ha perseguido. Fue porque yo era la competencia.
— No me creo una palabra.
— Como quieras, pero yo serpenteaba ya hace 95 millones de años entre las patas de los dinosaurios, y lo seguiré haciendo sobre las ruinas de las ciudades humanas, miles de años después de que la humanidad se haya extinguido.
— Eso será si no te atropellan cruzando una carretera.
Aquel comentario pareció no gustarle. Comenzó a inspirar aire hasta hinchar visiblemente su larguirucho cuerpo y lo expelió lentamente pero con fuerza, produciendo un sonido que a mi me pareció un largo suspiro.
Después desapareció, descendiendo del árbol con una agilidad y elegancia inesperadas.
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
Paseaba yo el otro día por un bucólico paraje, que bien podría ser el jardín del Edén, absorto en mis pensamientos...
— psst, psst —escuché tras de mí— oye, amigo.
La voz era más bien un susurro y se me antojó extranjera, porque parecía sesear en todas las sílabas. Me volví pero no ví a nadie.
— Aquí, en el manzano.
Entonces la ví, una gran serpiente que se andaba, literalmente, por las ramas.
— Perdona —le dije— pero eso no es un manzano, parece más bien un almendro o un ciruelo ya muerto.
— No importa, —dijo la serpiente— solo quiero charlar un rato.
— Paso, la Biblia dice que eres una criatura embaucadora y pérfida que tratas de llevar a las buenas gentes por el mal camino. Además, según relata, tú tienes la culpa de gran parte de las desgracias que sufre la humanidad. Por tu culpa la gente tiene que ganarse el pan con el sudor de su frente, desperdiciando su vida entre las paredes de una oficina o haciendo cosas incluso peores. No debe extrañarte que te odien tanto. La Biblia dice que eres malvada.
— Todo eso son calumnias. Yo era una divinidad ya antigua 3000 años antes de que se oyera hablar por primera vez del tal Jesucristo. Los antiguos me consideraban una deidad protectora, relacionada con la tierra, la fecundidad, la sabiduría y el renacer. Tenía templos dedicados a mí a lo largo y ancho del mundo, donde los enfermos sanaban y los adivinos veían el futuro. Por eso estas religiones monoteistas recientes, que adoran a dioses advenedizos recien creados por las mentes de los hombres hace apenas unos miles de años, me consideraron el enemigo a vencer, paganismo lo llamaban ellos, y crearon toda esa mala prensa que desde entonces me ha perseguido. Fue porque yo era la competencia.
— No me creo una palabra.
— Como quieras, pero yo serpenteaba ya hace 95 millones de años entre las patas de los dinosaurios, y lo seguiré haciendo sobre las ruinas de las ciudades humanas, miles de años después de que la humanidad se haya extinguido.
— Eso será si no te atropellan cruzando una carretera.
Aquel comentario pareció no gustarle. Comenzó a inspirar aire hasta hinchar visiblemente su larguirucho cuerpo y lo expelió lentamente pero con fuerza, produciendo un sonido que a mi me pareció un largo suspiro.
Después desapareció, descendiendo del árbol con una agilidad y elegancia inesperadas.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Tarentola mauritanica
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)
Una foto del año pasado, de una salamanquesa común. No es ni mejor ni peor que otras que he publicado, simplemente se quedó en el disco duro, ese limbo en el que se pierden las fotografías que no se muestran.
No descubro nada si digo que encuentro a estos gecos muy fotogénicos. Detalles anatómicos aparte, de aspecto general no son muy diferentes de las lagartijas, pero esos ojos...
Y es solo una impresión subjetiva, que no se basa en datos ni pruebas, pero siempre me ha dado la impresión de que las salamaquesas tienen un intelecto muy superior al de los lacértidos...
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)
Una foto del año pasado, de una salamanquesa común. No es ni mejor ni peor que otras que he publicado, simplemente se quedó en el disco duro, ese limbo en el que se pierden las fotografías que no se muestran.
No descubro nada si digo que encuentro a estos gecos muy fotogénicos. Detalles anatómicos aparte, de aspecto general no son muy diferentes de las lagartijas, pero esos ojos...
Y es solo una impresión subjetiva, que no se basa en datos ni pruebas, pero siempre me ha dado la impresión de que las salamaquesas tienen un intelecto muy superior al de los lacértidos...
viernes, 5 de noviembre de 2010
Luces y sombras
Clase: Liliopsida
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Este bulbo crecía entre los pinos. Sobre el suelo, un mosaico de sombras y rayos de sol filtrados a través de las copas de los árboles.
En este tipo de situaciones, la diferencia de luz entre las partes iluminadas por el sol y las que están en sombra es demasiado grande para que el sensor de la cámara pueda captar la escena correctamente. Si exponemos para las luces altas, las zonas oscuras quedarán demasiado oscuras, pero si exponemos para las sombras, las luces altas se 'quemarán', quedarán blanco nuclear y se perderá la información de estas áreas. Si exponemos para las luces medias, posiblemente se sigan quemando las luces altas y quedando demasiado oscuras las sombras.
La solución ortodoxa para este tipo de escenas es hacer bracketing, del que hay varios tipos y que algún día comentaré. Pero desde el advenimiento de las cámaras digitales que disparan en RAW, hay un truco del almendruco que nos soluciona la vida de un modo increiblemente sencillo. Se trata de un falso bracketing mediante revelado múltiple del RAW.
Receta: abra el archivo RAW en el editor RAW de su preferencia. Ajuste la corrección de exposición para que las luces medias queden perfectas y exporte un TIFF de 16 bits por canal. Ahora compense la exposición uno o dos pasos para arriba (dependiendo de la foto) y uno o dos pasos para abajo y exporte sendos TIFFs. Osea, de un solo archivo RAW, exportamos 3 archivos TIFF, uno con las luces medias bien expuestas, otro sobreexpuesto un par de efes en el que las luces altas están completamente quemadas pero las sombras están bastante recuperadas, y otro subexpuesto, oscurico, pero donde las luces altas muestran sus texturas. Ahora en nuestro editor favorito, fotochó o gimp o el que sea, fusionamos en una las tres imágenes cogiendo de cada una la parte que nos interesa, con las herramientas a tal fin de que algunos editores disponen o a mano con máscaras de capa, máscaras de luminosidad (preferible) o como cada uno sepa o pueda.
Fotochop tiene una herramienta para hacer HDR que nos podría valer perfectamente para esto, el problema es que (al menos en la versión CS3, no se si lo habrán cambiado) se fija en los datos EXIF para ver a qué velocidad y apertura de diafragma se han disparado las tres fotos, y claro, con nuestro truco los tres TIFFs tienen los mismos parámetros (lógico, son la misma foto), así que para que funcione hay que editar los datos EXIF de las imágenes, cambiarlos y engañar al Fotochop. ¿Qué creíais, que esos datos de modelo de cámara, fecha, velocidad de disparo, apertura, etc. que la cámara añade a la foto en el momento de tomarla eran sagrados y no se podían cambiar? Já. Inocentes...
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Este bulbo crecía entre los pinos. Sobre el suelo, un mosaico de sombras y rayos de sol filtrados a través de las copas de los árboles.
En este tipo de situaciones, la diferencia de luz entre las partes iluminadas por el sol y las que están en sombra es demasiado grande para que el sensor de la cámara pueda captar la escena correctamente. Si exponemos para las luces altas, las zonas oscuras quedarán demasiado oscuras, pero si exponemos para las sombras, las luces altas se 'quemarán', quedarán blanco nuclear y se perderá la información de estas áreas. Si exponemos para las luces medias, posiblemente se sigan quemando las luces altas y quedando demasiado oscuras las sombras.
La solución ortodoxa para este tipo de escenas es hacer bracketing, del que hay varios tipos y que algún día comentaré. Pero desde el advenimiento de las cámaras digitales que disparan en RAW, hay un truco del almendruco que nos soluciona la vida de un modo increiblemente sencillo. Se trata de un falso bracketing mediante revelado múltiple del RAW.
Receta: abra el archivo RAW en el editor RAW de su preferencia. Ajuste la corrección de exposición para que las luces medias queden perfectas y exporte un TIFF de 16 bits por canal. Ahora compense la exposición uno o dos pasos para arriba (dependiendo de la foto) y uno o dos pasos para abajo y exporte sendos TIFFs. Osea, de un solo archivo RAW, exportamos 3 archivos TIFF, uno con las luces medias bien expuestas, otro sobreexpuesto un par de efes en el que las luces altas están completamente quemadas pero las sombras están bastante recuperadas, y otro subexpuesto, oscurico, pero donde las luces altas muestran sus texturas. Ahora en nuestro editor favorito, fotochó o gimp o el que sea, fusionamos en una las tres imágenes cogiendo de cada una la parte que nos interesa, con las herramientas a tal fin de que algunos editores disponen o a mano con máscaras de capa, máscaras de luminosidad (preferible) o como cada uno sepa o pueda.
Fotochop tiene una herramienta para hacer HDR que nos podría valer perfectamente para esto, el problema es que (al menos en la versión CS3, no se si lo habrán cambiado) se fija en los datos EXIF para ver a qué velocidad y apertura de diafragma se han disparado las tres fotos, y claro, con nuestro truco los tres TIFFs tienen los mismos parámetros (lógico, son la misma foto), así que para que funcione hay que editar los datos EXIF de las imágenes, cambiarlos y engañar al Fotochop. ¿Qué creíais, que esos datos de modelo de cámara, fecha, velocidad de disparo, apertura, etc. que la cámara añade a la foto en el momento de tomarla eran sagrados y no se podían cambiar? Já. Inocentes...
jueves, 4 de noviembre de 2010
Mariposas de otoño (III)
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Chazara
Especie: Chazara briseis Linnaeus, 1764
Aunque muchos fotógrafos prefieren retratar a las mariposas mientras duermen, o en días nublados y fríos, con trípode, cable disparador, prelevantamiento de espejo, etc. para aprovechar que se están quietas (tanto si duermen como si la temperatura es demasiado baja son incapaces de moverse), el caso es que en esas fotos se nota que el bicho está dormido o paralizado por la hipotermia. Quizá el profano no se de cuenta, pero se nota, lo mismo que se nota en las fotos de la mitad anterior de un reptil si está cogido con la mano por su mitad posterior, aunque la mano no se vea en la foto.
Yo prefiero el camino difícil. Con la mariposa bien despierta, en las horas de más calor, tumbado sobre un lecho de cardos y a pulso, cruzando la distancia de huida con la concentración de un desactivador de bombas. A veces, solo a veces, consigo llegar al 1:1. La foto no tiene ningún recorte, por si hace falta aclararlo.
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Chazara
Especie: Chazara briseis Linnaeus, 1764
Aunque muchos fotógrafos prefieren retratar a las mariposas mientras duermen, o en días nublados y fríos, con trípode, cable disparador, prelevantamiento de espejo, etc. para aprovechar que se están quietas (tanto si duermen como si la temperatura es demasiado baja son incapaces de moverse), el caso es que en esas fotos se nota que el bicho está dormido o paralizado por la hipotermia. Quizá el profano no se de cuenta, pero se nota, lo mismo que se nota en las fotos de la mitad anterior de un reptil si está cogido con la mano por su mitad posterior, aunque la mano no se vea en la foto.
Yo prefiero el camino difícil. Con la mariposa bien despierta, en las horas de más calor, tumbado sobre un lecho de cardos y a pulso, cruzando la distancia de huida con la concentración de un desactivador de bombas. A veces, solo a veces, consigo llegar al 1:1. La foto no tiene ningún recorte, por si hace falta aclararlo.
martes, 2 de noviembre de 2010
Comienza la temporada de anfibios
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla meridionalis Boettger, 1874
Se acortan los días, bajan las temperaturas, regresan las lluvias... y despiertan los anfibios.
Como de costumbre, a las ranitas Hyla será más fácil escucharlas que verlas. Las potentes llamadas de los machos serán audibles a gran distancia, pero ellas permanecerán ocultas en la espesura de la vegetación de ribera...
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla meridionalis Boettger, 1874
Se acortan los días, bajan las temperaturas, regresan las lluvias... y despiertan los anfibios.
Como de costumbre, a las ranitas Hyla será más fácil escucharlas que verlas. Las potentes llamadas de los machos serán audibles a gran distancia, pero ellas permanecerán ocultas en la espesura de la vegetación de ribera...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)