Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)
Como ya dije, en este blog vamos a iniciar una serie de posts no consecutivos dedicados a la salamanquesa, cuyo objetivo será tratar de dar a conocer la realidad de un reptil sobre el que pesan absurdas supersticiones y miedos irracionales.
Pero lo primero de todo es saber de qué hablamos, qué es exactamente una salamanquesa.
Según la RAE:
salamanquesa.
(Alterac. de salamandra, a la que el vulgo atribuía poderes maléficos, por infl. del nombre de la Universidad de Salamanca, que, según la creencia popular, era sede principal de actividades nigrománticas).
1. f. Saurio de la familia de los Gecónidos, de unos ocho centímetros de largo, con cuerpo ceniciento. Vive en las grietas de los edificios y debajo de las piedras, se alimenta de insectos y se la tiene equivocadamente por venenosa.
La familia de los gecónidos (Gekkonidae) está formada por alrededor de 700 especies de lagartos de pequeño tamaño conocidos vulgarmente como gecos. La palabra geco deriva del inglés gecko, que a su vez proviene de una palabra malaya que imita la voz de una especie de geco del sudeste asiático.
Son propios de climas más cálidos y solamente 4 especies alcanzan la Europa continental más meridional, concretamente la región mediterránea. De estas 4 especies, solo 2 habitan en la Península Ibérica.
Las cuatro especies europeas son:
Tarentola mauritanica
Hemidactylus turcicus
Phyllodactylus europaeus
Cyrtodactylus kotschyi
Las dos especies ibéricas son:
Tarentola mauritanica
Hemidactylus turcicus
De estas dos especies, T. mauritanicus es la más abundante y extendida en España, y de hecho recibe el nombre de "salamanquesa común", denominandose "salamanquesa rosada" a Hemidactylus turcicus.
Ya publiqué un artículo explicando como diferenciar las dos especies de salamanquesas ibéricas.
En España, ambas especies de salamanquesas son marcadamente antropófilas, es decir, prefieren vivir en los edificios de ciudades y pueblos antes que en el campo, y se las suele ver por las noches en las paredes iluminadas por las farolas acechando a los insectos atraidos por la luz. También es frecuente que entren en el interior de las viviendas, donde no siempre son bien recibidas.
No hay que confundir a las salamanquesas con las lagartijas. Las lagartijas son también reptiles, pero poco tienen que ver con los gecos. Las lagartijas (especies de pequeña talla de la familia Lacertidae) tienen los ojos más pequeños y párpados funcionales que les permiten cerrarlos. Las salamanquesas tienen unos enormes ojos con pupila vertical y carecen de párpados funcionales, por lo que nunca cierran los ojos. Es curioso que otros animales que tampoco tienen párpados, las serpientes, provoquen igualmente temor irracional y desconfianza entre la gente.
Otra notable diferencia es que las dos especies de salamanquesas que podemos encontrar en España poseen en los dedos unas láminas adherentes que les permite trepar por superficies totalmente pulidas como cristales o moverse con soltura por paredes totalmente lisas e incluso por los techos. Las lagartijas son buenas trepadoras, pero necesitan rugosidades a las que agarrarse con sus uñas y desde luego jamás podrían trepar por un cristal. No todos los gecos poseen estos dedos adhesivos. En el Norte de Africa podemos encontrar a gecos del género Saurodactylus que tienen los dedos como los de las lagartijas, y a los del género Ptyodactylus, que tienen estas láminas muchísimo más desarrolladas.
Por último decir que las lagartijas son diurnas, mientras que las salamanquesas, al menos en las zonas urbanas suelen ser crepusculares o nocturnas (aunque también se las puede ver activas durante el día).
Otro animal con el que la gente confunde a las salamanquesas, tal vez por lo similar del nombre, es la salamandra. La salamandra no es un reptil, sino un anfibio como las ranas, los sapos y los tritones, y nunca la veremos por las paredes, ni en sitios secos, ni tomando el sol, sino por la hojarasca húmeda, bajo troncos podridos o sitios similares. Las salamandras (me refiero a Salamandra salamandra) son negras con manchas amarillas y bastante lentas. Las salamanquesas son de colores pardos o grises, aunque pueden ser desde bastante oscuras a bastante claras, pero siempre colores de camuflaje, y son bastante más rápidas.
Ver también: Salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus).