Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Chamaeleonidae
Género: Chamaeleo
Especie: Chamaeleo chamaeleon (Linnaeus, 1758)
Fotografía hecha el 30 de diciembre de 2010, por la tarde. A pocas horas del fin de año y con media España congelada, lo último que uno espera ver es un reptil activo.
Pero allí estaba, encaramado en lo alto de un arbol, invisible a la mirada de la gente 'normal', pero no a una mirada acostumbrada a descubrir reptiles que tratan de pasar inadvertidos. Su posición era poco accesible e imposible de fotografiar in situ, así que tras algunos intentos fallidos y tras sopesar las diferentes opciones, decidí bajarlo, y no fue fácil, para hacerle algunas fotos en 'condiciones controladas', tras lo cual lo volví a colocar donde estaba.
Esto me confirma que los camaleones no hibernan, cosa que tampoco es demasiado sorprendente tratandose de un animal africano, y que sufren estoicamente el invierno del sur de la Península Ibérica encaramados en algún árbol.
Con este inesperado hallazgo de última hora, deseo a los lectores de este cuaderno un estupendo 2011.
viernes, 31 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
Hyla arborea
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla arborea (Linnaeus, 1758)
La familia Hylidae agrupa 891 especies de anfibios anuros en tres subfamilias (Hylinae con 636 especies, Pelodryadinae con 196 especies y Phyllomedusinae con 59 especies), una vez separados los Hemiphractinae (93 especies), temporalmente asignados a la familia parafilética Leptodactylidae o en su propia familia Hemiphractidae.
En la Península Ibérica es posible encontrar únicamente dos especies, la ranita de San Antón (Hyla arborea) y la ranita meridional (Hyla meridionalis). Sin duda una pobre representación de una de las familias de anfibios con mayor número de especies.
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla arborea (Linnaeus, 1758)
La familia Hylidae agrupa 891 especies de anfibios anuros en tres subfamilias (Hylinae con 636 especies, Pelodryadinae con 196 especies y Phyllomedusinae con 59 especies), una vez separados los Hemiphractinae (93 especies), temporalmente asignados a la familia parafilética Leptodactylidae o en su propia familia Hemiphractidae.
En la Península Ibérica es posible encontrar únicamente dos especies, la ranita de San Antón (Hyla arborea) y la ranita meridional (Hyla meridionalis). Sin duda una pobre representación de una de las familias de anfibios con mayor número de especies.
martes, 21 de diciembre de 2010
Termina el año de la biodiversidad
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para el que no lo sepa, en 1992 el mundo se propuso frenar la pérdida de biodiversidad para el año 2010. Termina el 2010 y ya se pueden sacar conclusiones: la voluntad de frenar la pérdida de biodiversidad se ha quedado en buenas intenciones y palabras vacías, no solo no se ha reducido la pérdida de biodiversidad, sino que ha aumentado y todo parece indicar que va a seguir haciéndolo.
Science ha publicado un interesante artículo en el que analiza la cuestión y el impacto que las medidas de conservación tienen en las especies.
En los últimos 40 años la extinción de especies es dos a tres órdenes de magnitud mayor que el ratio natural de extinción. Las causas de esta extinción masiva son la expansión agrícola, la tala de bosques, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies alóctonas en ecosistemas que no son los suyos.
De entre todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los que se llevan la peor parte, con un 41% de las 6638 especies conocidas bajo alguna categoría de amenaza. Desde 1980 se ha documentado la extinción de 9 especies de anfibios, incluidas las dos únicas especies conocidas del género Rheobatrachus, ranas australianas famosas por incubar a sus retoños en el estómago. Otras 95 especies de anfibios se consideran "posiblemente extintos".
De todas formas, el estudio concluye que a pesar de que las medidas adoptadas no han sido suficientes para frenar la crisis de extinción masiva que afecta a los vertebrados del planeta, de no haberse tomado la perdida de biodiversidad habría sido todavía mayor.
También hace notar que es en los países ricos, que son los que menos especies amenazadas tienen (y menos especies en general), donde más dinero se invierte en proyectos de conservación. Por el contrario, en los llamados países en vías de desarrollo, que son los que guardan la mayor biodiversidad y el mayor número de especies amenazadas, las inversiones en conservación de la biodiversidad son mínimas.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para el que no lo sepa, en 1992 el mundo se propuso frenar la pérdida de biodiversidad para el año 2010. Termina el 2010 y ya se pueden sacar conclusiones: la voluntad de frenar la pérdida de biodiversidad se ha quedado en buenas intenciones y palabras vacías, no solo no se ha reducido la pérdida de biodiversidad, sino que ha aumentado y todo parece indicar que va a seguir haciéndolo.
Science ha publicado un interesante artículo en el que analiza la cuestión y el impacto que las medidas de conservación tienen en las especies.
En los últimos 40 años la extinción de especies es dos a tres órdenes de magnitud mayor que el ratio natural de extinción. Las causas de esta extinción masiva son la expansión agrícola, la tala de bosques, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies alóctonas en ecosistemas que no son los suyos.
De entre todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los que se llevan la peor parte, con un 41% de las 6638 especies conocidas bajo alguna categoría de amenaza. Desde 1980 se ha documentado la extinción de 9 especies de anfibios, incluidas las dos únicas especies conocidas del género Rheobatrachus, ranas australianas famosas por incubar a sus retoños en el estómago. Otras 95 especies de anfibios se consideran "posiblemente extintos".
De todas formas, el estudio concluye que a pesar de que las medidas adoptadas no han sido suficientes para frenar la crisis de extinción masiva que afecta a los vertebrados del planeta, de no haberse tomado la perdida de biodiversidad habría sido todavía mayor.
También hace notar que es en los países ricos, que son los que menos especies amenazadas tienen (y menos especies en general), donde más dinero se invierte en proyectos de conservación. Por el contrario, en los llamados países en vías de desarrollo, que son los que guardan la mayor biodiversidad y el mayor número de especies amenazadas, las inversiones en conservación de la biodiversidad son mínimas.
lunes, 20 de diciembre de 2010
Acebo (Ilex aquifolium)
Clase: Magnoliopsida
Orden: Aquifoliales
Familia: Aquifoliaceae
Género: Ilex
specie: Ilex aquifolium L.
Otro año más, para regocijo de hombres de buena voluntad y adictos al consumismo irreflexivo, se aproximan las fiestas navideñas. El acebo es uno de los adornos navideños típicos, pero en nuestro país, donde no es precisamente una planta abundante, mejor abstenerse de arrancar ni una sola hoja. Además, es una especie protegida por la ley.
Orden: Aquifoliales
Familia: Aquifoliaceae
Género: Ilex
specie: Ilex aquifolium L.
Otro año más, para regocijo de hombres de buena voluntad y adictos al consumismo irreflexivo, se aproximan las fiestas navideñas. El acebo es uno de los adornos navideños típicos, pero en nuestro país, donde no es precisamente una planta abundante, mejor abstenerse de arrancar ni una sola hoja. Además, es una especie protegida por la ley.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Rastros en la arena
rastro. (Del lat. rastrum). m. Señal, huella que queda de algo.
Las dunas de arena, ya sea en el desierto o en los cordones de dunas costeros, registran el paso de todo tipo de animales en forma de rastros. Cierto que el viento los borra con rapidez, pero mientras tanto podemos ver un registro de todos los animales que han pasado por allí en las últimas horas.
Claro que hace falta saber leer las señales. Hay gente que te deja boquiabierto con la facilidad con la que saben si una huella en el barro es de nutria, de tejón, de garduña o de meloncillo, y te dicen la edad, el sexo, el peso y la estatura y lo último que comió. No es mi caso.
Pero las huellas en la arena de la foto sí que las conozco. La más marcada, que va y vuelve, es de un camaleón (Chamaeleo chamaeleon). Y además de un macho.
¿Que cómo lo se? Sencillo, porque son de uno de los ejemplares que fotografié este verano en Cabo de Gata, el cual tras diez minutos de sesión fotográfica se agobió y abandonó el arbusto en el que estaba, alejándose con paso lento pero seguro por el flanco de la duna, pero de repente, tras andar un par de metros, se dio cuenta de que el arbusto más próximo estaba a más de 25 metros, se arrepintió, dio la vuelta y regresó a la seguridad del arbusto del que acababa de bajar.
Hay otro rastro. En la parte inferior de la imagen hay un fino surco (el que deja la cola al arrastrarla por la arena) con huellas de patitas a los lados. Es de un lacértido pequeño, probablemente de Acanthodactylus erythrurus, que es abundantísimo en esa zona.
Las dunas de arena, ya sea en el desierto o en los cordones de dunas costeros, registran el paso de todo tipo de animales en forma de rastros. Cierto que el viento los borra con rapidez, pero mientras tanto podemos ver un registro de todos los animales que han pasado por allí en las últimas horas.
Claro que hace falta saber leer las señales. Hay gente que te deja boquiabierto con la facilidad con la que saben si una huella en el barro es de nutria, de tejón, de garduña o de meloncillo, y te dicen la edad, el sexo, el peso y la estatura y lo último que comió. No es mi caso.
Pero las huellas en la arena de la foto sí que las conozco. La más marcada, que va y vuelve, es de un camaleón (Chamaeleo chamaeleon). Y además de un macho.
¿Que cómo lo se? Sencillo, porque son de uno de los ejemplares que fotografié este verano en Cabo de Gata, el cual tras diez minutos de sesión fotográfica se agobió y abandonó el arbusto en el que estaba, alejándose con paso lento pero seguro por el flanco de la duna, pero de repente, tras andar un par de metros, se dio cuenta de que el arbusto más próximo estaba a más de 25 metros, se arrepintió, dio la vuelta y regresó a la seguridad del arbusto del que acababa de bajar.
Hay otro rastro. En la parte inferior de la imagen hay un fino surco (el que deja la cola al arrastrarla por la arena) con huellas de patitas a los lados. Es de un lacértido pequeño, probablemente de Acanthodactylus erythrurus, que es abundantísimo en esa zona.
viernes, 17 de diciembre de 2010
El origen de las tortugas
Clase: Reptilia
Orden: Chelonii
Familia: Testudinidae
Género: Testudo
Especie: Testudo graeca Linnaeus, 1758
Las tortugas no se parecen a ningún otro animal. Se las clasifica entre los reptiles, pero lo cierto es que no se parecen a ningún otro reptil. Las tortugas son tortugas. Sin duda, la característica que a nadie pasa desapercibida es su caparazón. El caparazón de las tortugas está formado por dos partes, una dorsal o espaldar y otra ventral, llamada peto o plastrón. Aunque en los dibujos animados hemos visto con frecuencia cómo las tortugas salen de su caparazón como si fuera una armadura de quita y pon, la realidad es bien distinta, y tanto las costillas como la columna vertebral se encuentran fusionadas con el caparazón.
¿Cómo adquirieron las tortugas su caparazón? Hay dos teorías principales. Una sostiene que esta protección se desarrolló en los antepasados de las tortugas a partir de placas dérmicas osificadas que terminaron fusionándose con el esqueleto interno. Algunos fósiles de tortugas muy primitivas datados del Triásico, como Chinlechelys, parecen presentar este tipo de osificaciones dérmicas, lo que apoyaría esta hipótesis del origen dual del caparazón (esqueleto + placas dérmicas).
Sin embargo, en el año 2008 se encontró en el suroeste de China un fósil datado de hace 220 millones de años de lo que parece ser algún tipo de pre-tortuga. Los científicos lo bautizaron Odontochelys semitestacea, y presenta algunas características muy notables que lo convierten en firme candidato a fósil transicional hacia el linaje de las tortugas modernas. Para empezar posee dientes, de ahí el 'Odonto' en el género, mientras que todas las tortugas actuales carecen de ellos. Pero sin duda lo más llamativo es que posee un plastrón, la mitad ventral del caparazón, pero ¡no tiene la parte de la espalda!.
Presenta, eso sí, las costillas ensanchadas, lo que parece apoyar la otra hipótesis, la de que el caparazón de las tortugas actuales se desarrolló completamente a partir del endoesqueleto. Hay que decir aquí, que el desarrollo embrionario de las tortugas actuales sigue este mismo patrón, recordando la ontogenia a la filogenia como defendía Haeckel, y apoyando la hipótesis del origen único del caparazón a partir del esqueleto oseo interno.
En cualquier caso, el hallazgo de este fósil deja claro que el linaje de las tortugas es antiquísimo, y que su armadura es una protección lo suficientemente efectiva como para haberles permitido llegar hasta nuestros días.
De hecho los adultos de Testudo graeca como el de la fotografía carecen prácticamente de depredadores, pese a ser animales extremadamente lentos y carecer de armas ofensivas (las tortugas Testudo raramente muerden) y basar toda su defensa en la protección pasiva que les ofrece su caparazón. Los juveniles en cambio poseen un caparazón más frágil que normalmente no soporta la presión de las mandíbulas de un perro o de un jabalí.
Para ampliar información:
Nature: How the turtle got its shell
National Geographic: Oldest Turtle Found; May Crack Shell-Evolution Mystery
Paleofreak: Más fósiles transicionales de tortugas: Odontochelys
Pharyngula: Odontochelys, a transitional turtle
Orden: Chelonii
Familia: Testudinidae
Género: Testudo
Especie: Testudo graeca Linnaeus, 1758
Las tortugas no se parecen a ningún otro animal. Se las clasifica entre los reptiles, pero lo cierto es que no se parecen a ningún otro reptil. Las tortugas son tortugas. Sin duda, la característica que a nadie pasa desapercibida es su caparazón. El caparazón de las tortugas está formado por dos partes, una dorsal o espaldar y otra ventral, llamada peto o plastrón. Aunque en los dibujos animados hemos visto con frecuencia cómo las tortugas salen de su caparazón como si fuera una armadura de quita y pon, la realidad es bien distinta, y tanto las costillas como la columna vertebral se encuentran fusionadas con el caparazón.
¿Cómo adquirieron las tortugas su caparazón? Hay dos teorías principales. Una sostiene que esta protección se desarrolló en los antepasados de las tortugas a partir de placas dérmicas osificadas que terminaron fusionándose con el esqueleto interno. Algunos fósiles de tortugas muy primitivas datados del Triásico, como Chinlechelys, parecen presentar este tipo de osificaciones dérmicas, lo que apoyaría esta hipótesis del origen dual del caparazón (esqueleto + placas dérmicas).
Sin embargo, en el año 2008 se encontró en el suroeste de China un fósil datado de hace 220 millones de años de lo que parece ser algún tipo de pre-tortuga. Los científicos lo bautizaron Odontochelys semitestacea, y presenta algunas características muy notables que lo convierten en firme candidato a fósil transicional hacia el linaje de las tortugas modernas. Para empezar posee dientes, de ahí el 'Odonto' en el género, mientras que todas las tortugas actuales carecen de ellos. Pero sin duda lo más llamativo es que posee un plastrón, la mitad ventral del caparazón, pero ¡no tiene la parte de la espalda!.
Presenta, eso sí, las costillas ensanchadas, lo que parece apoyar la otra hipótesis, la de que el caparazón de las tortugas actuales se desarrolló completamente a partir del endoesqueleto. Hay que decir aquí, que el desarrollo embrionario de las tortugas actuales sigue este mismo patrón, recordando la ontogenia a la filogenia como defendía Haeckel, y apoyando la hipótesis del origen único del caparazón a partir del esqueleto oseo interno.
En cualquier caso, el hallazgo de este fósil deja claro que el linaje de las tortugas es antiquísimo, y que su armadura es una protección lo suficientemente efectiva como para haberles permitido llegar hasta nuestros días.
De hecho los adultos de Testudo graeca como el de la fotografía carecen prácticamente de depredadores, pese a ser animales extremadamente lentos y carecer de armas ofensivas (las tortugas Testudo raramente muerden) y basar toda su defensa en la protección pasiva que les ofrece su caparazón. Los juveniles en cambio poseen un caparazón más frágil que normalmente no soporta la presión de las mandíbulas de un perro o de un jabalí.
Para ampliar información:
Nature: How the turtle got its shell
National Geographic: Oldest Turtle Found; May Crack Shell-Evolution Mystery
Paleofreak: Más fósiles transicionales de tortugas: Odontochelys
Pharyngula: Odontochelys, a transitional turtle
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Fotografiando dragones (II)
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Psammodromus
Especie: Psammodromus algirus (Linneo, 1758)
Puestos a hacer fotografías de animales, con frecuencia buscamos las especies más raras y difíciles de encontrar, y despreciamos las más comunes y abundantes. Sin embargo estas últimas ofrecen mejores posibilidades fotográficas. Precisamente debido a que son fáciles de encontrar, y a que con seguridad vamos a ver numerosos individuos en muchas situaciones diferentes, es posible elegir. Elegir los ejemplares más vistosos o mejor desarrollados y elegir también las situaciones más fotogénicas.
Este macho adulto de Psammodromus algirus era realmente grande y pese a no estar en celo, presentaba un notable desarrollo de los ocelos axilares azules. Además, la roca desde la que controlaba su territorio permitía disparos limpios de ramitas, briznas de hierba u otros obstáculos en varias direcciones, facilitando jugar con el fondo. Y su confianza de macho dominante hacía que fuera relativamente fácil acercarse lo suficiente sin que huyera.
Como punto antiestético, las dos enormes garrapatas que porta en el costado, pero que le vamos a hacer, así es la Naturaleza. Ser el lacértido que corta el bacalao en la zona no te libra de los omnipresentes parásitos chupasangre.
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Psammodromus
Especie: Psammodromus algirus (Linneo, 1758)
Puestos a hacer fotografías de animales, con frecuencia buscamos las especies más raras y difíciles de encontrar, y despreciamos las más comunes y abundantes. Sin embargo estas últimas ofrecen mejores posibilidades fotográficas. Precisamente debido a que son fáciles de encontrar, y a que con seguridad vamos a ver numerosos individuos en muchas situaciones diferentes, es posible elegir. Elegir los ejemplares más vistosos o mejor desarrollados y elegir también las situaciones más fotogénicas.
Este macho adulto de Psammodromus algirus era realmente grande y pese a no estar en celo, presentaba un notable desarrollo de los ocelos axilares azules. Además, la roca desde la que controlaba su territorio permitía disparos limpios de ramitas, briznas de hierba u otros obstáculos en varias direcciones, facilitando jugar con el fondo. Y su confianza de macho dominante hacía que fuera relativamente fácil acercarse lo suficiente sin que huyera.
Como punto antiestético, las dos enormes garrapatas que porta en el costado, pero que le vamos a hacer, así es la Naturaleza. Ser el lacértido que corta el bacalao en la zona no te libra de los omnipresentes parásitos chupasangre.
martes, 14 de diciembre de 2010
Jugando con la profundidad de campo
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para que una imagen funcione, no importa tanto cuanta profundidad de campo tenga, como dónde esté el foco. Esto lo saben bien en el centro y norte de Europa, donde tienen muchos días al año nublados y se ven obligados a abrir mucho el diafragma. Aquí, en el sur, estamos muy mal acostumbrados.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para que una imagen funcione, no importa tanto cuanta profundidad de campo tenga, como dónde esté el foco. Esto lo saben bien en el centro y norte de Europa, donde tienen muchos días al año nublados y se ven obligados a abrir mucho el diafragma. Aquí, en el sur, estamos muy mal acostumbrados.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Autorretrato en la pupila de una serpiente
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
De los creadores de "Autorretrato en los ojos sin pupila de una araña" (aunque aquí se estrenó con otro título), llega a sus pantallas planas otro autorretrato ocular involuntario.
Por lo demás, las serpientes son como las vacas, es difícil saber lo que piensan mirandoles a los ojos...
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
De los creadores de "Autorretrato en los ojos sin pupila de una araña" (aunque aquí se estrenó con otro título), llega a sus pantallas planas otro autorretrato ocular involuntario.
Por lo demás, las serpientes son como las vacas, es difícil saber lo que piensan mirandoles a los ojos...
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Saltamontes en Sierra Nevada
Clase: Insecta
Orden: Orthoptera
Familia: Pamphagidae
Género: Eumigus
Especie: Eumigus sp.
A pesar de su gran tamaño estos ortópteros pasan fácilmente desapercibidos gracias a sus crípticos colores.
Orden: Orthoptera
Familia: Pamphagidae
Género: Eumigus
Especie: Eumigus sp.
A pesar de su gran tamaño estos ortópteros pasan fácilmente desapercibidos gracias a sus crípticos colores.
viernes, 3 de diciembre de 2010
Biarum sp.
Clase: Liliopsida
Orden: Alismatales
Familia: Araceae
Género: Biarum
Especie: Biarum sp.
Otra imagen de esta peculiar arácea otoñal del género Biarum. Más información en la anterior entrada "La extraña historia de la flor que huele a estiercol y el escarabajo estercolero".
Orden: Alismatales
Familia: Araceae
Género: Biarum
Especie: Biarum sp.
Otra imagen de esta peculiar arácea otoñal del género Biarum. Más información en la anterior entrada "La extraña historia de la flor que huele a estiercol y el escarabajo estercolero".
lunes, 29 de noviembre de 2010
La extraña historia de la flor que huele a estiercol y el escarabajo estercolero
Ya he hablado aquí de cómo las orquídeas del género Ophrys engañan a los machos de abejas solitarias fingiendo ser abejas hembra, para usarlos como transporte de sus polinios. Pero no son las únicas plantas que estafan a incautos insectos para asegurarse la polinización cruzada.
El Biarum es de esos vegetales 'raritos' que han evolucionado hacia métodos de polinización tan rebuscados, que hacen dudar seriamente de que el mundo haya sido hecho por un diseñador inteligente.
La planta duerme todo el verano bajo tierra hasta que en otoño hace brotar una extraña flor, tan extraña que la gente normal ni siquiera la toma por una flor. Los botánicos tampoco, dicho sea de paso. La parte aérea consiste de una 'hoja' de color vino tinto, llamada espata, de la que emerge, apuntando al cielo, un espádice verdoso. Pero la inflorescencia tiene otra parte subterránea donde alrededor del espádice se encuentran las flores femeninas y masculinas, y otras estériles, diseñado el conjunto de tal forma que junto con la base de la espata forma una trampa en la que es fácil entrar pero dificil salir.
La 'flor' emite un intenso aroma fecal que atrae a las moscas coprófagas. Estas se posan en el espádice y atraídas por el 'aroma' descienden al interior de la planta. Como ya he dicho, entrar es fácil, pero salir... para salir hay que pagar un tributo en forma de polen. La entrada a la 'mazmorra' subterránea de la flor es estrecha, tamaño mosca digamos, y para entrar han que pasar por una zona donde hay unos 'pelillos' orientados hacia abajo, de forma que al descender la mosca pasa sin dificultad, pero cuando intenta volver a salir va 'a contrapelo'. Solo cuando una mosca entra con polen de Biarum y fecunda a las flores hembra, se activan las flores macho que cubre de nuevo de polen a las pobres moscas, que recordemos siguen dando vueltas dentro de la flor buscando el origen del olor y la salida, y se marchitan las estructuras que hacen fácil la entrada e imposible la salida, liberando a las moscas cubiertas de polen de su prisión.
Cuando la evolución del Biarum desarrolló este ingenioso sistema de secuestro de moscas y liberación a cambio de polinización, no contó con que las moscas no son los únicos insectos interesados en los excrementos.
Me quedé un rato observando al Biarum por si podía fotografíarlo con alguna mosca atraída por la planta. Pero el que apareció fué un enorme (comparado con las moscas) escarabajo estercolero que sin pensarselo un segundo se empotró entre el espádice y la espata del Biarum. El escarabajo era considerablemente más grande que el espacio que había para entrar, pero estos escarabajos son como bulldozers blindados acostumbrados a perforar profundamente el duro suelo para enterrar sus bolas de estiercol, y cual elefante en cristalería, se abrió paso, literalmente, flor adentro. Se oía el crujir de los tejidos del vegetal desgarrados por las poderosas patas excavadoras de la bestia, y no quiero ni pensar lo que pudo ocurrir en la 'mazmorra' con las pobres flores femeninas y masculinas de la inflorescencia, o con las posibles moscas que allí hubiera secuestradas.
Ya que no me había dado tiempo a fotografiarlo cuando entraba, esperé un poco por si volvía a salir, pero no apareció. Lo mismo siguió perforando hacia abajo en busca del estiercol.
Quién sabe...
Nota: Me comenta Bibiano Montes, de Mirando Plantas, que probablemente se trata de Biarum carratracense ( Willk.) Font Quer, pero que es difícil asegurarlo sin diseccionar la parte subterránea de la flor.
El Biarum es de esos vegetales 'raritos' que han evolucionado hacia métodos de polinización tan rebuscados, que hacen dudar seriamente de que el mundo haya sido hecho por un diseñador inteligente.
La planta duerme todo el verano bajo tierra hasta que en otoño hace brotar una extraña flor, tan extraña que la gente normal ni siquiera la toma por una flor. Los botánicos tampoco, dicho sea de paso. La parte aérea consiste de una 'hoja' de color vino tinto, llamada espata, de la que emerge, apuntando al cielo, un espádice verdoso. Pero la inflorescencia tiene otra parte subterránea donde alrededor del espádice se encuentran las flores femeninas y masculinas, y otras estériles, diseñado el conjunto de tal forma que junto con la base de la espata forma una trampa en la que es fácil entrar pero dificil salir.
La 'flor' emite un intenso aroma fecal que atrae a las moscas coprófagas. Estas se posan en el espádice y atraídas por el 'aroma' descienden al interior de la planta. Como ya he dicho, entrar es fácil, pero salir... para salir hay que pagar un tributo en forma de polen. La entrada a la 'mazmorra' subterránea de la flor es estrecha, tamaño mosca digamos, y para entrar han que pasar por una zona donde hay unos 'pelillos' orientados hacia abajo, de forma que al descender la mosca pasa sin dificultad, pero cuando intenta volver a salir va 'a contrapelo'. Solo cuando una mosca entra con polen de Biarum y fecunda a las flores hembra, se activan las flores macho que cubre de nuevo de polen a las pobres moscas, que recordemos siguen dando vueltas dentro de la flor buscando el origen del olor y la salida, y se marchitan las estructuras que hacen fácil la entrada e imposible la salida, liberando a las moscas cubiertas de polen de su prisión.
Cuando la evolución del Biarum desarrolló este ingenioso sistema de secuestro de moscas y liberación a cambio de polinización, no contó con que las moscas no son los únicos insectos interesados en los excrementos.
Me quedé un rato observando al Biarum por si podía fotografíarlo con alguna mosca atraída por la planta. Pero el que apareció fué un enorme (comparado con las moscas) escarabajo estercolero que sin pensarselo un segundo se empotró entre el espádice y la espata del Biarum. El escarabajo era considerablemente más grande que el espacio que había para entrar, pero estos escarabajos son como bulldozers blindados acostumbrados a perforar profundamente el duro suelo para enterrar sus bolas de estiercol, y cual elefante en cristalería, se abrió paso, literalmente, flor adentro. Se oía el crujir de los tejidos del vegetal desgarrados por las poderosas patas excavadoras de la bestia, y no quiero ni pensar lo que pudo ocurrir en la 'mazmorra' con las pobres flores femeninas y masculinas de la inflorescencia, o con las posibles moscas que allí hubiera secuestradas.
Ya que no me había dado tiempo a fotografiarlo cuando entraba, esperé un poco por si volvía a salir, pero no apareció. Lo mismo siguió perforando hacia abajo en busca del estiercol.
Quién sabe...
Nota: Me comenta Bibiano Montes, de Mirando Plantas, que probablemente se trata de Biarum carratracense ( Willk.) Font Quer, pero que es difícil asegurarlo sin diseccionar la parte subterránea de la flor.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Cómo no conseguir fotografías de acción
Relataba hace poco Frikosal, cómo conseguía establecer un vínculo de confianza con las lagartijas durante las sesiones fotográficas, hasta lograr que se relajaran y fueran ellas mismas.
Yo intento aplicar la misma técnica para captar con mi cámara su comportamiento, a ser posible alguna foto de acción en la que el fiero reptil ataque y devore una presa tras un épico combate (a falta de posibles para ir a África a fotografiar leones, algo es algo...), o algo así.
Pero en vez de ganarme su confianza, debo aburrir a mis modelos, porque... bostezan...
...
y después...
¡se duermen!
...a veces, la confianza da asco.
Yo intento aplicar la misma técnica para captar con mi cámara su comportamiento, a ser posible alguna foto de acción en la que el fiero reptil ataque y devore una presa tras un épico combate (a falta de posibles para ir a África a fotografiar leones, algo es algo...), o algo así.
Pero en vez de ganarme su confianza, debo aburrir a mis modelos, porque... bostezan...
...
y después...
¡se duermen!
...a veces, la confianza da asco.
martes, 23 de noviembre de 2010
Fotografía nocturna de anfibios
Todas las fotografías que ilustran este artículo han sido realizadas por la noche y muchas de ellas, bajo la lluvia. Algunas son inéditas, otras ya ilustraron otras entradas de este blog. Hacer clic sobre las imágenes para ampliarlas. Se ven mejor, en serio.
Es posible ver anfibios activos durante el día. Todos hemos visto ranas tomando el sol en la orilla de una charca o río que saltan al agua en cuanto nos acercamos, y no es raro ver sapos comunes o corredores durante el día, a veces incluso tomando el sol a la puerta de sus madrigueras. Pero lo cierto es que otras especies son estrictamente nocturnas y en general los anfibios despliegan su actividad fundamentalmente durante la noche. Y no durante cualquier noche, sino solo en las noches de determinadas épocas del año y con determinadas condiciones ambientales.
Si queremos ver anfibios en abundancia, no queda más remedio que salir al monte por la noche. Las noches ideales son aquellas oscuras (es increíble lo bien que pueden llegar a ver los depredadores nocturnos en noches de luna llena), en las que no hace viento (deshidrata las pieles sensibles, y los anfibios tienen pieles muy sensibles), la temperatura es fresca sin llegar a hacer demasiado frío y la humedad alta, si cae una fina llovizna, mejor que mejor.
A estas alturas ya se habrá dado cuenta el lector avispado que las condiciones ideales para los anfibios no son las condiciones ideales para los fotógrafos de anfibios. Los problemas a que nos vamos a enfrentar en estas condiciones pueden clasificarse en tres grupos: problemas de visibilidad, problemas de seguridad y problemas de iluminación.
Los problemas de visibilidad derivan de la poca luz que hay por la noche. Un frontal y una linterna potente son fundamentales, para ver a los anfibios y para ver por dónde andamos.
Fotográficamente, el problema viene a la hora de encuadrar y enfocar. Lo ideal es contar con un ayudante que ilumine con la linterna al sujeto mientras hacemos las fotos. Si estamos solos pues hay que apañarse como mejor se pueda. Como de todos modos las fotos las tendremos que hacer con flash, la luz de la linterna no influye en las fotos.
La oscuridad no solo nos impide ver, también impide que nos vean, situación a tener muy en cuenta si buscamos anfibios en pistas o carreteras.
Los problemas de seguridad vienen por un lado de los problemas de visibilidad y por otro de las condiciones meteorológicas y del tipo de sitios donde suelen vivir los anfibios. Hay que tener en cuenta la seguridad de los anfibios, la nuestra y la de nuestro equipo.
Respecto a los anfibios, ya que se supone que nos interesan y por eso vamos a fotografiarlos, estaría bien que no fuéramos precisamente nosotros los que los atropelláramos o pisáramos por descuido.
En lo referente a nuestra seguridad, hay que tener en cuenta que movernos por la noche por un terreno deconocido multiplica las posiblidades de un accidente, desde tropezar con un alambre de espino hasta caernos dentro de la charca (los anfibios tienen la mala costumbre de frecuentar lugares donde hay charcas, ríos, pozos y sitios similares en los que caerse).
El equipo también corre riesgo. Varias horas bajo una fina llovizna no es algo en lo que pensaron los ingenieros que construyeron la cámara. Aunque cierto es que las cámaras caras están bastante mejor selladas que las baratas, hay que pensar también en los flashes, en los contactos de la zapata, de los cables sincro, etc. De igual manera, si nos caemos en el río o en la charca, haremos bien en intentar mantener nuestro equipo fotográfico por encima de la superficie del agua.
Son estos quizá los problemas más relacionados con la fotografía en sí. Necesitamos al menos un flash, mejor dos. Y por supuesto no vale el flash chiquitito que llevan las cámaras en la parte superior.
El flash integrado no es que sea malo. El problema es que la luz que emite es paralela al eje óptico de la lente y nos va a producir imágenes planas. Por otra parte, dada su posición, si usamos un objetivo macro para lograr acercamientos, el propio objetivo puede proyectar su sombra sobre el sujeto.
Así pues, si queremos lograr resultados mínimamente aceptables, usaremos al menos un flash externo, que no montaremos sobre la cámara (estaríamos casi en las mismas que con el flash integrado), sino que lo conectaremos a la zapata de la cámara con un cable sincro (preferiblemente con soporte TTL a no ser que seamos unos máquinas en el uso de flashes en modo manual) de modo que nos permita situar el flash libremente en la posición que queramos y poder iluminar al sujeto a nuestro capricho. Si vamos a usar un esquema de iluminación más o menos frontal podemos montar el flash en un flash bracket, de lo contrario podemos usar un trípode o soporte similar si estamos solos, o pedir a nuestro ayudante que lo sostenga en la posición deseada.
Respecto a los flashes tipo MT-24EX de Canon o el sistema de Nikon de dos SB-R200 con o sin unidad de control SU-800, no tengo nada en contra, los he probado y son comodísimos para fotografía macro, pero en mi opinión limitan mucho la libertad creativa en la iluminación, e igualmente hay que saber usarlos correctamente para no hacer sólo "fotos de dentista". Y lo mismo es aplicable a los ringflash, solo que los resultados son quizá peores, especialmente con los extrañísimos catchlights que crean en los ojos de los retratados.
Dependiendo de la situación y de lo que queramos conseguir un solo flash no será suficiente. Si queremos iluminar el fondo o compensar las sombras que cree el flash principal, usaremos una segunda unidad en modo esclavo, usando como maestro el que tenemos conectado a la cámara con el cable.
Todas las fotografías que aparecen en este artículo han sido realizadas con un Nikon SB-400, un Sigma EF-500 DG Super, o ambos. Los flashes nunca los usaremos a pelo, siempre utilizaremos un difusor, en mi caso utilizo difusores tipo minibox de Lumiquest, pero hay gente que se fabrica difusores caseros de lo más imaginativos, que suelen dar peores resultados pero que no suelen costar nada. Mejor un difusor casero que ninguno. A veces, algunos difusores caseros dan muy buenos resultados, aunque eso sí, quedan un poco cutres.
Usar uno o varios flashes de forma correcta no es cosa trivial, y de hecho, la iluminación en fotografía es buena parte de la técnica que un fotógrafo debe aprender, da igual si se fotografían anfibios, bodegones o señoritas en ropa interior, y simplemente comentar de pasada los fundamentos, técnicas y esquemas de iluminación más básicos, es algo que requiere no un post sino varios libros.
Un detalle que nos puede traer quebraderos de cabeza y que yo todavía no he resuelto de forma totalmente satisfactoriamente es que el uso de flashes sobre la piel mojada de los anfibios es garantía de crear incordiantes brillos. También la superficie del agua, o las plantas mojadas son propensas a sufrir este problema. El uso de difusores, calcular el ángulo de incidencia de la luz, utilizar filtros polarizadores, etc. son algunas de las herramientas a nuestro alcance para luchar contra los brillos. Por otra parte, los anfibios mojados son brillantes, eliminar completamente el brillo puede hacer la imagen ajena a la realidad. La clave está en controlar los brillos para que aparezcan en su justa medida. Y no es fácil.
En fotografía la luz lo es todo (o casi todo). Usar una fuente de iluminación artificial (flash) nos da control total sobre la iluminación, pero por eso mismo, deja en evidencia también nuestra impericia como fotógrafos.
Los anfibios están sufriendo un severo declive a nivel mundial (ver El declive de los anfibios y Noticias preocupantes).
Está prohibido coger, manipular y molestar a los anfibios. Si la especie está incluida el algún listado de protección, es necesario solicitar un permiso simplemente para fotografiarla. Si además lo hacemos dentro de un espacio protegido, es necesario solicitar otro permiso.
Uno de los factores que están llevando a los anfibios a nivel mundial contra las cuerdas de la extinción son las llamadas enfermedades emergentes, y especialmente la quitridiomicosis, infección causada por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis, capaz por sí solo de exterminar poblaciones enteras de anfibios incluso en el interior de espacios naturales bien conservados.
Si alguien frecuenta hábitats de anfibios para fotografiarlos, estudiarlos, verlos o simplemente saludarlos, debe desinfectar cuidadosamente todo el material que entre en contacto con el barro o agua, especialmente la ropa y las botas (así como cualquier instrumento de captura, que no debería tener ni usar ya que está prohibido sin los permisos reglamentarios), para evitar propagar el agente patógeno de áreas infectadas a otras áreas libres del hongo. Una vez que el hongo se establece en una zona es prácticamente imposible erradicarlo.
Así que todo el que vaya a fotografiar anfibios, que recuerde que el bienestar del animal debe anteponerse a la realización de las fotos, que son animales muy delicados y debemos evitar manipularlos, ya que cualquier crema o loción antimosquitos o lo que sea que llevemos en las manos lo absorberán a través de la piel, y nosotros mismos, si tocamos un animal enfermo podemos contagiar a todos los que toquemos después.
Es posible ver anfibios activos durante el día. Todos hemos visto ranas tomando el sol en la orilla de una charca o río que saltan al agua en cuanto nos acercamos, y no es raro ver sapos comunes o corredores durante el día, a veces incluso tomando el sol a la puerta de sus madrigueras. Pero lo cierto es que otras especies son estrictamente nocturnas y en general los anfibios despliegan su actividad fundamentalmente durante la noche. Y no durante cualquier noche, sino solo en las noches de determinadas épocas del año y con determinadas condiciones ambientales.
Si queremos ver anfibios en abundancia, no queda más remedio que salir al monte por la noche. Las noches ideales son aquellas oscuras (es increíble lo bien que pueden llegar a ver los depredadores nocturnos en noches de luna llena), en las que no hace viento (deshidrata las pieles sensibles, y los anfibios tienen pieles muy sensibles), la temperatura es fresca sin llegar a hacer demasiado frío y la humedad alta, si cae una fina llovizna, mejor que mejor.
A estas alturas ya se habrá dado cuenta el lector avispado que las condiciones ideales para los anfibios no son las condiciones ideales para los fotógrafos de anfibios. Los problemas a que nos vamos a enfrentar en estas condiciones pueden clasificarse en tres grupos: problemas de visibilidad, problemas de seguridad y problemas de iluminación.
Problemas de visibilidad
Los problemas de visibilidad derivan de la poca luz que hay por la noche. Un frontal y una linterna potente son fundamentales, para ver a los anfibios y para ver por dónde andamos.
Fotográficamente, el problema viene a la hora de encuadrar y enfocar. Lo ideal es contar con un ayudante que ilumine con la linterna al sujeto mientras hacemos las fotos. Si estamos solos pues hay que apañarse como mejor se pueda. Como de todos modos las fotos las tendremos que hacer con flash, la luz de la linterna no influye en las fotos.
La oscuridad no solo nos impide ver, también impide que nos vean, situación a tener muy en cuenta si buscamos anfibios en pistas o carreteras.
Problemas de seguridad
Los problemas de seguridad vienen por un lado de los problemas de visibilidad y por otro de las condiciones meteorológicas y del tipo de sitios donde suelen vivir los anfibios. Hay que tener en cuenta la seguridad de los anfibios, la nuestra y la de nuestro equipo.
Respecto a los anfibios, ya que se supone que nos interesan y por eso vamos a fotografiarlos, estaría bien que no fuéramos precisamente nosotros los que los atropelláramos o pisáramos por descuido.
En lo referente a nuestra seguridad, hay que tener en cuenta que movernos por la noche por un terreno deconocido multiplica las posiblidades de un accidente, desde tropezar con un alambre de espino hasta caernos dentro de la charca (los anfibios tienen la mala costumbre de frecuentar lugares donde hay charcas, ríos, pozos y sitios similares en los que caerse).
El equipo también corre riesgo. Varias horas bajo una fina llovizna no es algo en lo que pensaron los ingenieros que construyeron la cámara. Aunque cierto es que las cámaras caras están bastante mejor selladas que las baratas, hay que pensar también en los flashes, en los contactos de la zapata, de los cables sincro, etc. De igual manera, si nos caemos en el río o en la charca, haremos bien en intentar mantener nuestro equipo fotográfico por encima de la superficie del agua.
Problemas de iluminación
Son estos quizá los problemas más relacionados con la fotografía en sí. Necesitamos al menos un flash, mejor dos. Y por supuesto no vale el flash chiquitito que llevan las cámaras en la parte superior.
El flash integrado no es que sea malo. El problema es que la luz que emite es paralela al eje óptico de la lente y nos va a producir imágenes planas. Por otra parte, dada su posición, si usamos un objetivo macro para lograr acercamientos, el propio objetivo puede proyectar su sombra sobre el sujeto.
Así pues, si queremos lograr resultados mínimamente aceptables, usaremos al menos un flash externo, que no montaremos sobre la cámara (estaríamos casi en las mismas que con el flash integrado), sino que lo conectaremos a la zapata de la cámara con un cable sincro (preferiblemente con soporte TTL a no ser que seamos unos máquinas en el uso de flashes en modo manual) de modo que nos permita situar el flash libremente en la posición que queramos y poder iluminar al sujeto a nuestro capricho. Si vamos a usar un esquema de iluminación más o menos frontal podemos montar el flash en un flash bracket, de lo contrario podemos usar un trípode o soporte similar si estamos solos, o pedir a nuestro ayudante que lo sostenga en la posición deseada.
Respecto a los flashes tipo MT-24EX de Canon o el sistema de Nikon de dos SB-R200 con o sin unidad de control SU-800, no tengo nada en contra, los he probado y son comodísimos para fotografía macro, pero en mi opinión limitan mucho la libertad creativa en la iluminación, e igualmente hay que saber usarlos correctamente para no hacer sólo "fotos de dentista". Y lo mismo es aplicable a los ringflash, solo que los resultados son quizá peores, especialmente con los extrañísimos catchlights que crean en los ojos de los retratados.
Dependiendo de la situación y de lo que queramos conseguir un solo flash no será suficiente. Si queremos iluminar el fondo o compensar las sombras que cree el flash principal, usaremos una segunda unidad en modo esclavo, usando como maestro el que tenemos conectado a la cámara con el cable.
Todas las fotografías que aparecen en este artículo han sido realizadas con un Nikon SB-400, un Sigma EF-500 DG Super, o ambos. Los flashes nunca los usaremos a pelo, siempre utilizaremos un difusor, en mi caso utilizo difusores tipo minibox de Lumiquest, pero hay gente que se fabrica difusores caseros de lo más imaginativos, que suelen dar peores resultados pero que no suelen costar nada. Mejor un difusor casero que ninguno. A veces, algunos difusores caseros dan muy buenos resultados, aunque eso sí, quedan un poco cutres.
Usar uno o varios flashes de forma correcta no es cosa trivial, y de hecho, la iluminación en fotografía es buena parte de la técnica que un fotógrafo debe aprender, da igual si se fotografían anfibios, bodegones o señoritas en ropa interior, y simplemente comentar de pasada los fundamentos, técnicas y esquemas de iluminación más básicos, es algo que requiere no un post sino varios libros.
Un detalle que nos puede traer quebraderos de cabeza y que yo todavía no he resuelto de forma totalmente satisfactoriamente es que el uso de flashes sobre la piel mojada de los anfibios es garantía de crear incordiantes brillos. También la superficie del agua, o las plantas mojadas son propensas a sufrir este problema. El uso de difusores, calcular el ángulo de incidencia de la luz, utilizar filtros polarizadores, etc. son algunas de las herramientas a nuestro alcance para luchar contra los brillos. Por otra parte, los anfibios mojados son brillantes, eliminar completamente el brillo puede hacer la imagen ajena a la realidad. La clave está en controlar los brillos para que aparezcan en su justa medida. Y no es fácil.
En fotografía la luz lo es todo (o casi todo). Usar una fuente de iluminación artificial (flash) nos da control total sobre la iluminación, pero por eso mismo, deja en evidencia también nuestra impericia como fotógrafos.
Otras consideraciones a tener en cuenta
Los anfibios están sufriendo un severo declive a nivel mundial (ver El declive de los anfibios y Noticias preocupantes).
Está prohibido coger, manipular y molestar a los anfibios. Si la especie está incluida el algún listado de protección, es necesario solicitar un permiso simplemente para fotografiarla. Si además lo hacemos dentro de un espacio protegido, es necesario solicitar otro permiso.
Uno de los factores que están llevando a los anfibios a nivel mundial contra las cuerdas de la extinción son las llamadas enfermedades emergentes, y especialmente la quitridiomicosis, infección causada por un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis, capaz por sí solo de exterminar poblaciones enteras de anfibios incluso en el interior de espacios naturales bien conservados.
Si alguien frecuenta hábitats de anfibios para fotografiarlos, estudiarlos, verlos o simplemente saludarlos, debe desinfectar cuidadosamente todo el material que entre en contacto con el barro o agua, especialmente la ropa y las botas (así como cualquier instrumento de captura, que no debería tener ni usar ya que está prohibido sin los permisos reglamentarios), para evitar propagar el agente patógeno de áreas infectadas a otras áreas libres del hongo. Una vez que el hongo se establece en una zona es prácticamente imposible erradicarlo.
Así que todo el que vaya a fotografiar anfibios, que recuerde que el bienestar del animal debe anteponerse a la realización de las fotos, que son animales muy delicados y debemos evitar manipularlos, ya que cualquier crema o loción antimosquitos o lo que sea que llevemos en las manos lo absorberán a través de la piel, y nosotros mismos, si tocamos un animal enfermo podemos contagiar a todos los que toquemos después.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Durillo
Clase: Magnoliopsida
Orden: Dipsacales
Familia: Caprifoliaceae
Género: Viburnum
Especie: Viburnum tinus L.
El durillo o laurel salvaje (Viburnum tinus) es un arbusto mediterráneo que en ocasiones alcanza porte arbóreo. Ha sido ampliamente usado en jardinería. En estado natural crece en bosques mediterráneos en zonas de umbría. En otoño maduran sus frutos de peculiar aspecto y de un color azulado metálico.
Respecto a la foto suscribo casi todo lo que dice Frikosal en "¿Hay que pensar como un vegetal para fotografíar plantas?", así que no lo repito.
Orden: Dipsacales
Familia: Caprifoliaceae
Género: Viburnum
Especie: Viburnum tinus L.
El durillo o laurel salvaje (Viburnum tinus) es un arbusto mediterráneo que en ocasiones alcanza porte arbóreo. Ha sido ampliamente usado en jardinería. En estado natural crece en bosques mediterráneos en zonas de umbría. En otoño maduran sus frutos de peculiar aspecto y de un color azulado metálico.
Respecto a la foto suscribo casi todo lo que dice Frikosal en "¿Hay que pensar como un vegetal para fotografíar plantas?", así que no lo repito.
viernes, 19 de noviembre de 2010
Retrato reptiliano y pregunta para expertos
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Timon
Especie: Timon lepidus (Daudin, 1802)
Un retrato de un lagarto ocelado (Timon lepidus), especie todavía abundante pero que sufre desde hace algunas décadas un declive generalizado de sus poblaciones sin que los expertos se aclaren con las causas. Se trata en cualquier caso de un superviviente todoterreno que esperemos sea capaz de capear el temporal al que los humanos estamos sometiendo la Naturaleza que nos rodea.
Y ahora la pregunta para expertos. Incluyo un recorte mostrando el ojo del lagarto para ilustrarla, hacer clic sobre la imagen para ampliarla. El hecho curioso es que el límite entre el iris y la pupila es irregular y poco nítido, como deshilachado. No se si realmente la pupila es así, o bien es el iris el que se vuelve negro en torno a la pupila y por eso no se puede ver el límite real.
A ver si pasa por aquí algún herpetólogo y puede aclarar este punto. Pero puede participar todo el mundo con sus opiniones, ojo.
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Timon
Especie: Timon lepidus (Daudin, 1802)
Un retrato de un lagarto ocelado (Timon lepidus), especie todavía abundante pero que sufre desde hace algunas décadas un declive generalizado de sus poblaciones sin que los expertos se aclaren con las causas. Se trata en cualquier caso de un superviviente todoterreno que esperemos sea capaz de capear el temporal al que los humanos estamos sometiendo la Naturaleza que nos rodea.
Y ahora la pregunta para expertos. Incluyo un recorte mostrando el ojo del lagarto para ilustrarla, hacer clic sobre la imagen para ampliarla. El hecho curioso es que el límite entre el iris y la pupila es irregular y poco nítido, como deshilachado. No se si realmente la pupila es así, o bien es el iris el que se vuelve negro en torno a la pupila y por eso no se puede ver el límite real.
A ver si pasa por aquí algún herpetólogo y puede aclarar este punto. Pero puede participar todo el mundo con sus opiniones, ojo.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Qué lejos queda la primavera...
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Lycaenidae
Esta foto es de abril. La mariposilla que aparece en la imagen hace mucho tiempo que habrá muerto. Su cadáver seco tal vez lo arrastró el viento, o fue comido por las hormigas. Su imagen perdurará algún tiempo más. Pero el tiempo acaba con los discos duros, con las empresas que permiten hacer blogs, con las civilizaciones, con las especies y con las estrellas.
"...como lágrimas en la lluvia."
Orden: Lepidoptera
Familia: Lycaenidae
Esta foto es de abril. La mariposilla que aparece en la imagen hace mucho tiempo que habrá muerto. Su cadáver seco tal vez lo arrastró el viento, o fue comido por las hormigas. Su imagen perdurará algún tiempo más. Pero el tiempo acaba con los discos duros, con las empresas que permiten hacer blogs, con las civilizaciones, con las especies y con las estrellas.
"...como lágrimas en la lluvia."
martes, 16 de noviembre de 2010
Retrato de galápago europeo
Clase: Reptilia
Orden: Chelonii
Familia: Emydidae
Género: Emys
Especie: Emys orbicularis (Linnaeus, 1758)
Cada vez resulta más difícil encontrar a este reptil en nuestro país. A diferencia del galápago leproso, que parece estar aguantando mejor el tirón, el galápago europeo está desapareciendo a un ritmo alarmante. Si no se adoptan medidas orientadas a su conservación, y eso pasa por conservar sus hábitats, nuestros nietos no conocerán a este galápago.
Orden: Chelonii
Familia: Emydidae
Género: Emys
Especie: Emys orbicularis (Linnaeus, 1758)
Cada vez resulta más difícil encontrar a este reptil en nuestro país. A diferencia del galápago leproso, que parece estar aguantando mejor el tirón, el galápago europeo está desapareciendo a un ritmo alarmante. Si no se adoptan medidas orientadas a su conservación, y eso pasa por conservar sus hábitats, nuestros nietos no conocerán a este galápago.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Orugas de Melitaea athalia
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Melitaea
Especie: Melitaea athalia (Rottemburg, 1775)
De color negro con puntitos blancos y llenas de protuberancias de color naranja cubiertas de pelos, estas orugas parecen poco preocupadas por pasar inadvertidas. A juzgar por su aspecto, uno podría pensar que eso no pueden ser sino colores de advertencia (aposematismo) y que si las toca se le va a caer el dedo. Pues para nada, son suaves y blanditas.
Estas habían abandonado ya la planta nutricia y andaban a en busca de un lugar protegido donde transformarse en crisálidas.
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Melitaea
Especie: Melitaea athalia (Rottemburg, 1775)
De color negro con puntitos blancos y llenas de protuberancias de color naranja cubiertas de pelos, estas orugas parecen poco preocupadas por pasar inadvertidas. A juzgar por su aspecto, uno podría pensar que eso no pueden ser sino colores de advertencia (aposematismo) y que si las toca se le va a caer el dedo. Pues para nada, son suaves y blanditas.
Estas habían abandonado ya la planta nutricia y andaban a en busca de un lugar protegido donde transformarse en crisálidas.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Sobre el tema de la calidad de las fotos en Blogger
Clase: Insecta
Orden: Dictyoptera
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: Mantis religiosa (Linnaeus, 1758)
Una bonita foto de una mantis, hagan clic sobre la imagen para ampliarla y verla con un mínimo de calidad porque la miniatura es una porquería.
Últimamente se está hablando, en este y otros blogs, de la mala calidad de las fotos que se ven en Blogger. No me refiero a la calidad fotográfica, que es responsabilidad del fotógrafo y asunto muy subjetivo, como se deduce viendo las fotos que han ganado últimamente algunos concursos. Me refiero a la calidad de la imagen tras subirla a Blogger (o a Picasa que es a donde realmente van las fotos que se suben a Blogger).
Cuando subimos una foto a los servidores de Google para publicarla en nuestro blog, el sistema genera automáticamente versiones de menor tamaño, thumbnails las llaman los guiris, que son las que se muestran en las entradas, y que enlazan a la foto original con el tamaño al que la hemos subido.
Pues bien, estas miniaturas generadas realmente tienen muy poca calidad, carecen de nitidez y muestran artefactos JPEG producidos por una excesiva compresión o por un algoritmo poco cuidadoso.
Por ejemplo, las imágenes que aparecen en las entradas de este blog son thumbnails de 400 píxeles de lado generadas automáticamente por Blogger, y al hacer clic sobre ellas se abren a 800 píxeles las antiguas y a 900 píxeles las más recientes, que es el tamaño al que yo las subo. Por defecto se abren en una ventana nueva, pero en este blog uso Lightbox para que se abran más elegantemente.
El caso es que me he dado cuenta de un pequeño detalle. Antes, cuando se hacia clic sobre las miniaturas, la foto a tamaño grande que se abría tenía aplicada también una severa compresión.
Esta foto de unas hormigas Cataglyphis montando guardia a la puerta de su hormiguero la publiqué en julio del 2009. La miniatura tiene poca calidad, pero la versión grande que se abre, también tiene una calidad muy pobre. En la antena y sobre la cabeza de la hormiga de la derecha se aprecian claros artefactos JPEG (en la versión ampliada).
El archivo original de 800 píxeles de lado que yo subí a los servidores de Google pesaba 341 KB, sin embargo la versión de 800 px que sirve el blog pesa tan solo 79,1 KB. Teniendo en cuenta que Blogger es un servicio gratuito, y el enorme número de imágenes y otros contenidos que tienen que servir, el lógico que quieran ahorrar tráfico, y en lugar de servir las fotos que la gente sube, sirvan versiones muy comprimidas de las mismas, con la consiguiente e inevitable pérdida de calidad de la imagen.
Pero en las entradas recientes, la versión grande que se sirve es la original. La foto de la mantis que encabeza esta entrada, a 900 px de lado y tal como yo la he subido al blog pesa 249 KB. La miniatura de 400 px que aparece en la entrada pesa 18,7 KB, pero al hacer clic la foto que se abre pesa 249 KB, osea, parece que ahora no aplica compresión a las fotos en tamaño original. Todo esto es muy raro.
No es la única diferencia entre las entradas antiguas y las de ahora. Ahora Blogger incluye las imágenes en un bloque DIV y les aplica un estilo. Antes no creaba ningún DIV. Estos cambios responden al moderno editor WYSIWYG que implementaron hace poco y su 'gestión mejorada' de las imágenes y que permite elegir entre cuatro tamaños (200, 320, 400 y 640 píxeles) de thumbnail para mostrar en las entradas (como me hizo notar Trebol-a, el sistema sirve también cualquier otro tamaño que se le pase en la url).
En fin, que es verdad que las fotos pequeñas que aparecen en las entradas, da igual si elegimos las de 400 px u otro tamaño, se ven muy mal, pero mientras las ampliadas se vean razonablemente bien no me preocupa demasiado. Al fin y al cabo, da igual qué calidad tenga, una imagen de 400 px no permite apreciar una foto.
Orden: Dictyoptera
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: Mantis religiosa (Linnaeus, 1758)
Una bonita foto de una mantis, hagan clic sobre la imagen para ampliarla y verla con un mínimo de calidad porque la miniatura es una porquería.
Últimamente se está hablando, en este y otros blogs, de la mala calidad de las fotos que se ven en Blogger. No me refiero a la calidad fotográfica, que es responsabilidad del fotógrafo y asunto muy subjetivo, como se deduce viendo las fotos que han ganado últimamente algunos concursos. Me refiero a la calidad de la imagen tras subirla a Blogger (o a Picasa que es a donde realmente van las fotos que se suben a Blogger).
Cuando subimos una foto a los servidores de Google para publicarla en nuestro blog, el sistema genera automáticamente versiones de menor tamaño, thumbnails las llaman los guiris, que son las que se muestran en las entradas, y que enlazan a la foto original con el tamaño al que la hemos subido.
Pues bien, estas miniaturas generadas realmente tienen muy poca calidad, carecen de nitidez y muestran artefactos JPEG producidos por una excesiva compresión o por un algoritmo poco cuidadoso.
Por ejemplo, las imágenes que aparecen en las entradas de este blog son thumbnails de 400 píxeles de lado generadas automáticamente por Blogger, y al hacer clic sobre ellas se abren a 800 píxeles las antiguas y a 900 píxeles las más recientes, que es el tamaño al que yo las subo. Por defecto se abren en una ventana nueva, pero en este blog uso Lightbox para que se abran más elegantemente.
El caso es que me he dado cuenta de un pequeño detalle. Antes, cuando se hacia clic sobre las miniaturas, la foto a tamaño grande que se abría tenía aplicada también una severa compresión.
Esta foto de unas hormigas Cataglyphis montando guardia a la puerta de su hormiguero la publiqué en julio del 2009. La miniatura tiene poca calidad, pero la versión grande que se abre, también tiene una calidad muy pobre. En la antena y sobre la cabeza de la hormiga de la derecha se aprecian claros artefactos JPEG (en la versión ampliada).
El archivo original de 800 píxeles de lado que yo subí a los servidores de Google pesaba 341 KB, sin embargo la versión de 800 px que sirve el blog pesa tan solo 79,1 KB. Teniendo en cuenta que Blogger es un servicio gratuito, y el enorme número de imágenes y otros contenidos que tienen que servir, el lógico que quieran ahorrar tráfico, y en lugar de servir las fotos que la gente sube, sirvan versiones muy comprimidas de las mismas, con la consiguiente e inevitable pérdida de calidad de la imagen.
Pero en las entradas recientes, la versión grande que se sirve es la original. La foto de la mantis que encabeza esta entrada, a 900 px de lado y tal como yo la he subido al blog pesa 249 KB. La miniatura de 400 px que aparece en la entrada pesa 18,7 KB, pero al hacer clic la foto que se abre pesa 249 KB, osea, parece que ahora no aplica compresión a las fotos en tamaño original. Todo esto es muy raro.
No es la única diferencia entre las entradas antiguas y las de ahora. Ahora Blogger incluye las imágenes en un bloque DIV y les aplica un estilo. Antes no creaba ningún DIV. Estos cambios responden al moderno editor WYSIWYG que implementaron hace poco y su 'gestión mejorada' de las imágenes y que permite elegir entre cuatro tamaños (200, 320, 400 y 640 píxeles) de thumbnail para mostrar en las entradas (como me hizo notar Trebol-a, el sistema sirve también cualquier otro tamaño que se le pase en la url).
En fin, que es verdad que las fotos pequeñas que aparecen en las entradas, da igual si elegimos las de 400 px u otro tamaño, se ven muy mal, pero mientras las ampliadas se vean razonablemente bien no me preocupa demasiado. Al fin y al cabo, da igual qué calidad tenga, una imagen de 400 px no permite apreciar una foto.
lunes, 8 de noviembre de 2010
El árbol del conocimiento
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
Paseaba yo el otro día por un bucólico paraje, que bien podría ser el jardín del Edén, absorto en mis pensamientos...
— psst, psst —escuché tras de mí— oye, amigo.
La voz era más bien un susurro y se me antojó extranjera, porque parecía sesear en todas las sílabas. Me volví pero no ví a nadie.
— Aquí, en el manzano.
Entonces la ví, una gran serpiente que se andaba, literalmente, por las ramas.
— Perdona —le dije— pero eso no es un manzano, parece más bien un almendro o un ciruelo ya muerto.
— No importa, —dijo la serpiente— solo quiero charlar un rato.
— Paso, la Biblia dice que eres una criatura embaucadora y pérfida que tratas de llevar a las buenas gentes por el mal camino. Además, según relata, tú tienes la culpa de gran parte de las desgracias que sufre la humanidad. Por tu culpa la gente tiene que ganarse el pan con el sudor de su frente, desperdiciando su vida entre las paredes de una oficina o haciendo cosas incluso peores. No debe extrañarte que te odien tanto. La Biblia dice que eres malvada.
— Todo eso son calumnias. Yo era una divinidad ya antigua 3000 años antes de que se oyera hablar por primera vez del tal Jesucristo. Los antiguos me consideraban una deidad protectora, relacionada con la tierra, la fecundidad, la sabiduría y el renacer. Tenía templos dedicados a mí a lo largo y ancho del mundo, donde los enfermos sanaban y los adivinos veían el futuro. Por eso estas religiones monoteistas recientes, que adoran a dioses advenedizos recien creados por las mentes de los hombres hace apenas unos miles de años, me consideraron el enemigo a vencer, paganismo lo llamaban ellos, y crearon toda esa mala prensa que desde entonces me ha perseguido. Fue porque yo era la competencia.
— No me creo una palabra.
— Como quieras, pero yo serpenteaba ya hace 95 millones de años entre las patas de los dinosaurios, y lo seguiré haciendo sobre las ruinas de las ciudades humanas, miles de años después de que la humanidad se haya extinguido.
— Eso será si no te atropellan cruzando una carretera.
Aquel comentario pareció no gustarle. Comenzó a inspirar aire hasta hinchar visiblemente su larguirucho cuerpo y lo expelió lentamente pero con fuerza, produciendo un sonido que a mi me pareció un largo suspiro.
Después desapareció, descendiendo del árbol con una agilidad y elegancia inesperadas.
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
Paseaba yo el otro día por un bucólico paraje, que bien podría ser el jardín del Edén, absorto en mis pensamientos...
— psst, psst —escuché tras de mí— oye, amigo.
La voz era más bien un susurro y se me antojó extranjera, porque parecía sesear en todas las sílabas. Me volví pero no ví a nadie.
— Aquí, en el manzano.
Entonces la ví, una gran serpiente que se andaba, literalmente, por las ramas.
— Perdona —le dije— pero eso no es un manzano, parece más bien un almendro o un ciruelo ya muerto.
— No importa, —dijo la serpiente— solo quiero charlar un rato.
— Paso, la Biblia dice que eres una criatura embaucadora y pérfida que tratas de llevar a las buenas gentes por el mal camino. Además, según relata, tú tienes la culpa de gran parte de las desgracias que sufre la humanidad. Por tu culpa la gente tiene que ganarse el pan con el sudor de su frente, desperdiciando su vida entre las paredes de una oficina o haciendo cosas incluso peores. No debe extrañarte que te odien tanto. La Biblia dice que eres malvada.
— Todo eso son calumnias. Yo era una divinidad ya antigua 3000 años antes de que se oyera hablar por primera vez del tal Jesucristo. Los antiguos me consideraban una deidad protectora, relacionada con la tierra, la fecundidad, la sabiduría y el renacer. Tenía templos dedicados a mí a lo largo y ancho del mundo, donde los enfermos sanaban y los adivinos veían el futuro. Por eso estas religiones monoteistas recientes, que adoran a dioses advenedizos recien creados por las mentes de los hombres hace apenas unos miles de años, me consideraron el enemigo a vencer, paganismo lo llamaban ellos, y crearon toda esa mala prensa que desde entonces me ha perseguido. Fue porque yo era la competencia.
— No me creo una palabra.
— Como quieras, pero yo serpenteaba ya hace 95 millones de años entre las patas de los dinosaurios, y lo seguiré haciendo sobre las ruinas de las ciudades humanas, miles de años después de que la humanidad se haya extinguido.
— Eso será si no te atropellan cruzando una carretera.
Aquel comentario pareció no gustarle. Comenzó a inspirar aire hasta hinchar visiblemente su larguirucho cuerpo y lo expelió lentamente pero con fuerza, produciendo un sonido que a mi me pareció un largo suspiro.
Después desapareció, descendiendo del árbol con una agilidad y elegancia inesperadas.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Tarentola mauritanica
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)
Una foto del año pasado, de una salamanquesa común. No es ni mejor ni peor que otras que he publicado, simplemente se quedó en el disco duro, ese limbo en el que se pierden las fotografías que no se muestran.
No descubro nada si digo que encuentro a estos gecos muy fotogénicos. Detalles anatómicos aparte, de aspecto general no son muy diferentes de las lagartijas, pero esos ojos...
Y es solo una impresión subjetiva, que no se basa en datos ni pruebas, pero siempre me ha dado la impresión de que las salamaquesas tienen un intelecto muy superior al de los lacértidos...
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)
Una foto del año pasado, de una salamanquesa común. No es ni mejor ni peor que otras que he publicado, simplemente se quedó en el disco duro, ese limbo en el que se pierden las fotografías que no se muestran.
No descubro nada si digo que encuentro a estos gecos muy fotogénicos. Detalles anatómicos aparte, de aspecto general no son muy diferentes de las lagartijas, pero esos ojos...
Y es solo una impresión subjetiva, que no se basa en datos ni pruebas, pero siempre me ha dado la impresión de que las salamaquesas tienen un intelecto muy superior al de los lacértidos...
viernes, 5 de noviembre de 2010
Luces y sombras
Clase: Liliopsida
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Este bulbo crecía entre los pinos. Sobre el suelo, un mosaico de sombras y rayos de sol filtrados a través de las copas de los árboles.
En este tipo de situaciones, la diferencia de luz entre las partes iluminadas por el sol y las que están en sombra es demasiado grande para que el sensor de la cámara pueda captar la escena correctamente. Si exponemos para las luces altas, las zonas oscuras quedarán demasiado oscuras, pero si exponemos para las sombras, las luces altas se 'quemarán', quedarán blanco nuclear y se perderá la información de estas áreas. Si exponemos para las luces medias, posiblemente se sigan quemando las luces altas y quedando demasiado oscuras las sombras.
La solución ortodoxa para este tipo de escenas es hacer bracketing, del que hay varios tipos y que algún día comentaré. Pero desde el advenimiento de las cámaras digitales que disparan en RAW, hay un truco del almendruco que nos soluciona la vida de un modo increiblemente sencillo. Se trata de un falso bracketing mediante revelado múltiple del RAW.
Receta: abra el archivo RAW en el editor RAW de su preferencia. Ajuste la corrección de exposición para que las luces medias queden perfectas y exporte un TIFF de 16 bits por canal. Ahora compense la exposición uno o dos pasos para arriba (dependiendo de la foto) y uno o dos pasos para abajo y exporte sendos TIFFs. Osea, de un solo archivo RAW, exportamos 3 archivos TIFF, uno con las luces medias bien expuestas, otro sobreexpuesto un par de efes en el que las luces altas están completamente quemadas pero las sombras están bastante recuperadas, y otro subexpuesto, oscurico, pero donde las luces altas muestran sus texturas. Ahora en nuestro editor favorito, fotochó o gimp o el que sea, fusionamos en una las tres imágenes cogiendo de cada una la parte que nos interesa, con las herramientas a tal fin de que algunos editores disponen o a mano con máscaras de capa, máscaras de luminosidad (preferible) o como cada uno sepa o pueda.
Fotochop tiene una herramienta para hacer HDR que nos podría valer perfectamente para esto, el problema es que (al menos en la versión CS3, no se si lo habrán cambiado) se fija en los datos EXIF para ver a qué velocidad y apertura de diafragma se han disparado las tres fotos, y claro, con nuestro truco los tres TIFFs tienen los mismos parámetros (lógico, son la misma foto), así que para que funcione hay que editar los datos EXIF de las imágenes, cambiarlos y engañar al Fotochop. ¿Qué creíais, que esos datos de modelo de cámara, fecha, velocidad de disparo, apertura, etc. que la cámara añade a la foto en el momento de tomarla eran sagrados y no se podían cambiar? Já. Inocentes...
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Este bulbo crecía entre los pinos. Sobre el suelo, un mosaico de sombras y rayos de sol filtrados a través de las copas de los árboles.
En este tipo de situaciones, la diferencia de luz entre las partes iluminadas por el sol y las que están en sombra es demasiado grande para que el sensor de la cámara pueda captar la escena correctamente. Si exponemos para las luces altas, las zonas oscuras quedarán demasiado oscuras, pero si exponemos para las sombras, las luces altas se 'quemarán', quedarán blanco nuclear y se perderá la información de estas áreas. Si exponemos para las luces medias, posiblemente se sigan quemando las luces altas y quedando demasiado oscuras las sombras.
La solución ortodoxa para este tipo de escenas es hacer bracketing, del que hay varios tipos y que algún día comentaré. Pero desde el advenimiento de las cámaras digitales que disparan en RAW, hay un truco del almendruco que nos soluciona la vida de un modo increiblemente sencillo. Se trata de un falso bracketing mediante revelado múltiple del RAW.
Receta: abra el archivo RAW en el editor RAW de su preferencia. Ajuste la corrección de exposición para que las luces medias queden perfectas y exporte un TIFF de 16 bits por canal. Ahora compense la exposición uno o dos pasos para arriba (dependiendo de la foto) y uno o dos pasos para abajo y exporte sendos TIFFs. Osea, de un solo archivo RAW, exportamos 3 archivos TIFF, uno con las luces medias bien expuestas, otro sobreexpuesto un par de efes en el que las luces altas están completamente quemadas pero las sombras están bastante recuperadas, y otro subexpuesto, oscurico, pero donde las luces altas muestran sus texturas. Ahora en nuestro editor favorito, fotochó o gimp o el que sea, fusionamos en una las tres imágenes cogiendo de cada una la parte que nos interesa, con las herramientas a tal fin de que algunos editores disponen o a mano con máscaras de capa, máscaras de luminosidad (preferible) o como cada uno sepa o pueda.
Fotochop tiene una herramienta para hacer HDR que nos podría valer perfectamente para esto, el problema es que (al menos en la versión CS3, no se si lo habrán cambiado) se fija en los datos EXIF para ver a qué velocidad y apertura de diafragma se han disparado las tres fotos, y claro, con nuestro truco los tres TIFFs tienen los mismos parámetros (lógico, son la misma foto), así que para que funcione hay que editar los datos EXIF de las imágenes, cambiarlos y engañar al Fotochop. ¿Qué creíais, que esos datos de modelo de cámara, fecha, velocidad de disparo, apertura, etc. que la cámara añade a la foto en el momento de tomarla eran sagrados y no se podían cambiar? Já. Inocentes...
jueves, 4 de noviembre de 2010
Mariposas de otoño (III)
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Chazara
Especie: Chazara briseis Linnaeus, 1764
Aunque muchos fotógrafos prefieren retratar a las mariposas mientras duermen, o en días nublados y fríos, con trípode, cable disparador, prelevantamiento de espejo, etc. para aprovechar que se están quietas (tanto si duermen como si la temperatura es demasiado baja son incapaces de moverse), el caso es que en esas fotos se nota que el bicho está dormido o paralizado por la hipotermia. Quizá el profano no se de cuenta, pero se nota, lo mismo que se nota en las fotos de la mitad anterior de un reptil si está cogido con la mano por su mitad posterior, aunque la mano no se vea en la foto.
Yo prefiero el camino difícil. Con la mariposa bien despierta, en las horas de más calor, tumbado sobre un lecho de cardos y a pulso, cruzando la distancia de huida con la concentración de un desactivador de bombas. A veces, solo a veces, consigo llegar al 1:1. La foto no tiene ningún recorte, por si hace falta aclararlo.
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Chazara
Especie: Chazara briseis Linnaeus, 1764
Aunque muchos fotógrafos prefieren retratar a las mariposas mientras duermen, o en días nublados y fríos, con trípode, cable disparador, prelevantamiento de espejo, etc. para aprovechar que se están quietas (tanto si duermen como si la temperatura es demasiado baja son incapaces de moverse), el caso es que en esas fotos se nota que el bicho está dormido o paralizado por la hipotermia. Quizá el profano no se de cuenta, pero se nota, lo mismo que se nota en las fotos de la mitad anterior de un reptil si está cogido con la mano por su mitad posterior, aunque la mano no se vea en la foto.
Yo prefiero el camino difícil. Con la mariposa bien despierta, en las horas de más calor, tumbado sobre un lecho de cardos y a pulso, cruzando la distancia de huida con la concentración de un desactivador de bombas. A veces, solo a veces, consigo llegar al 1:1. La foto no tiene ningún recorte, por si hace falta aclararlo.
martes, 2 de noviembre de 2010
Comienza la temporada de anfibios
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla meridionalis Boettger, 1874
Se acortan los días, bajan las temperaturas, regresan las lluvias... y despiertan los anfibios.
Como de costumbre, a las ranitas Hyla será más fácil escucharlas que verlas. Las potentes llamadas de los machos serán audibles a gran distancia, pero ellas permanecerán ocultas en la espesura de la vegetación de ribera...
Orden: Anura
Familia: Hylidae
Género: Hyla
Especie: Hyla meridionalis Boettger, 1874
Se acortan los días, bajan las temperaturas, regresan las lluvias... y despiertan los anfibios.
Como de costumbre, a las ranitas Hyla será más fácil escucharlas que verlas. Las potentes llamadas de los machos serán audibles a gran distancia, pero ellas permanecerán ocultas en la espesura de la vegetación de ribera...
viernes, 29 de octubre de 2010
Cual araña laboriosa...
Clase: Arachnida
Orden: Araneae
Familia: Araneidae
Género: Argiope
Especie: Argiope lobata Pallas, 1772
Cual araña laboriosa estoy haciendo algunos remiendos a este cada vez más deshilachado blog, pequeños cambios estéticos algunos, y grandes cambios estructurales otros, pero todos deberían ser más o menos transparentes al usuario (crucemos los dedos).
Enumero primero los cambios 'menores'...
He actualizado el buscador, ese que aparece en la columna derecha bajo "Buscar en macroinstantes". El aspecto es prácticamente el mismo, pero el funcionamiento debería ser mejor. Además, ahora devuelve resultados no solo del blog sino también de la galería.
También he añadido una lista de enlaces muy bonitos que se iluminan al pasar el puntero por encima que permiten acceder a Facebook, Twitter, Flickr y StumbleUpon y hacerse amigo, seguidor, contacto, discípulo o lo que corresponda en cada caso y cada uno quiera. El último enlace, que ya estaba antes, permite suscribirse al feed RSS/ATOM para seguir las actualizaciones del blog. El feed se genera a través de Feedburner, en lugar de a través de Blogger, lo que me permite tener estadísticas de uso y otras herramientas útiles.
Por ultimo, bajo el contador de suscriptores al RSS he añadido el típico botón "Me gusta" de Facebook, que además muestra el número de personas a las que "les gusta" el blog.
Vayamos ahora con los cambios 'mayores'...
He implementado el protocolo Open Graph, que permite integrar el blog con redes sociales como Facebook a un nivel más funcional. Por ejemplo, cuando alguien haga clic en el botón "Me gusta" al que me refería antes, el blog aparecerá como si fuera una página de Facebook entre las páginas que le gustan a ese usuario. De este modo no es necesario crear una página de Facebook para el blog, ya que el propio blog se comporta como una página de Facebook. De momento el botón "Me gusta" se refiere al blog. Estoy viendo la forma de implementarlo para cada entrada individual sin que entre en conflicto con las librerías javascript de Lightbox.
El otro cambio está por hacer y es el más peligroso. En su día cometí el error de crear una plantilla para las entradas que incluía instrucciones CSS incrustadas en el propio código HTML. Quien sepa algo de diseño web sabrá que las CSS hay que enlazarlas desde un archivo externo,lo que permite modificar fácilmente y en poco tiempo el formato del HTML, da igual si se trata de una página que de mil. Pero ya es tarde. El blog está a punto de alcanzar la friolera de 1100 entradas publicadas, y cada una de esas entradas tiene unos pequeños pero incordiantes códigos de estilo. Me niego a modificarlas una a una, así que voy a intentar una cosa más directa aunque más arriesgada.
Voy a intentar descargar el contenido del blog en XML y editarlo mediante algún editor tipo Ultraedit a base de búsquedas y reemplazos generales mediante wildcards o expresiones regulares, y luego volver a cargarlo a Blogger. Lo he probado con un blog de prueba de una sola entrada y el método funciona, pero al intentarlo con el archivo gordo de las 1100 entradas me da error al intentar subirlo, quizá por el tamaño. En fin, que cuando lo haga, si el blog desaparece durante algunos días, es que algo ha ido mal...
Orden: Araneae
Familia: Araneidae
Género: Argiope
Especie: Argiope lobata Pallas, 1772
Cual araña laboriosa estoy haciendo algunos remiendos a este cada vez más deshilachado blog, pequeños cambios estéticos algunos, y grandes cambios estructurales otros, pero todos deberían ser más o menos transparentes al usuario (crucemos los dedos).
Enumero primero los cambios 'menores'...
He actualizado el buscador, ese que aparece en la columna derecha bajo "Buscar en macroinstantes". El aspecto es prácticamente el mismo, pero el funcionamiento debería ser mejor. Además, ahora devuelve resultados no solo del blog sino también de la galería.
También he añadido una lista de enlaces muy bonitos que se iluminan al pasar el puntero por encima que permiten acceder a Facebook, Twitter, Flickr y StumbleUpon y hacerse amigo, seguidor, contacto, discípulo o lo que corresponda en cada caso y cada uno quiera. El último enlace, que ya estaba antes, permite suscribirse al feed RSS/ATOM para seguir las actualizaciones del blog. El feed se genera a través de Feedburner, en lugar de a través de Blogger, lo que me permite tener estadísticas de uso y otras herramientas útiles.
Por ultimo, bajo el contador de suscriptores al RSS he añadido el típico botón "Me gusta" de Facebook, que además muestra el número de personas a las que "les gusta" el blog.
Vayamos ahora con los cambios 'mayores'...
He implementado el protocolo Open Graph, que permite integrar el blog con redes sociales como Facebook a un nivel más funcional. Por ejemplo, cuando alguien haga clic en el botón "Me gusta" al que me refería antes, el blog aparecerá como si fuera una página de Facebook entre las páginas que le gustan a ese usuario. De este modo no es necesario crear una página de Facebook para el blog, ya que el propio blog se comporta como una página de Facebook. De momento el botón "Me gusta" se refiere al blog. Estoy viendo la forma de implementarlo para cada entrada individual sin que entre en conflicto con las librerías javascript de Lightbox.
El otro cambio está por hacer y es el más peligroso. En su día cometí el error de crear una plantilla para las entradas que incluía instrucciones CSS incrustadas en el propio código HTML. Quien sepa algo de diseño web sabrá que las CSS hay que enlazarlas desde un archivo externo,lo que permite modificar fácilmente y en poco tiempo el formato del HTML, da igual si se trata de una página que de mil. Pero ya es tarde. El blog está a punto de alcanzar la friolera de 1100 entradas publicadas, y cada una de esas entradas tiene unos pequeños pero incordiantes códigos de estilo. Me niego a modificarlas una a una, así que voy a intentar una cosa más directa aunque más arriesgada.
Voy a intentar descargar el contenido del blog en XML y editarlo mediante algún editor tipo Ultraedit a base de búsquedas y reemplazos generales mediante wildcards o expresiones regulares, y luego volver a cargarlo a Blogger. Lo he probado con un blog de prueba de una sola entrada y el método funciona, pero al intentarlo con el archivo gordo de las 1100 entradas me da error al intentar subirlo, quizá por el tamaño. En fin, que cuando lo haga, si el blog desaparece durante algunos días, es que algo ha ido mal...
jueves, 28 de octubre de 2010
Horario de otoño
Clase: Liliopsida
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Esta foto tiene historia detrás (¿acaso alguna no la tiene?). En uno de mis últimos pateos por las recién descubiertas (por mí, obviamente) Sierras Subbéticas Cordobesas, encontré una floreciente, nunca mejor dicho, población de Crocus. Como el sol pegaba fuerte y ya tengo muchas fotos de flores con luz dura, hice un rápido calculo mental de a qué hora y por dónde mas o menos se ocultaría el astro rey y decidí que intentaría hacerles alguna foto al regresar, cuando estuvieran ya a la sombra.
Cuando volví a pasar por allí, efectivamente las flores estaban a la sombra, pero lo que no había previsto yo es que tan pronto como dejó de darles el sol, los Crocus se cerraron como los comercios. A posteriori, me pareció algo que debería haber sabido, pues hay flores que se abren por el día y se cierran por la noche, y otras que hacen lo contrario, abren por la noche y se cierran durante el día, dependiendo de si sus polinizadores son insectos diurnos o nocturnos, pero lo cierto es que no lo pensé y me quedé con cierta cara de póker.
Como de todas formas ya estaba allí, decidí hacer alguna foto. Me fijé en cómo el sol seguía dando en unos arbustos que había al fondo, que podrían ser cornicabras o no, a los que octubre había teñido sus hojas de una variada gama de amarillos, así que decidí usarlos como fondo de alguno de los cerrados Crocus.
Con el sol al fondo y el primer plano en sombra, la cámara se hizo el sensor un lío y falló estrepitosamente el balance de blancos, que siempre llevo en automático. Ese es prácticamente el único ajuste que la foto tiene.
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Esta foto tiene historia detrás (¿acaso alguna no la tiene?). En uno de mis últimos pateos por las recién descubiertas (por mí, obviamente) Sierras Subbéticas Cordobesas, encontré una floreciente, nunca mejor dicho, población de Crocus. Como el sol pegaba fuerte y ya tengo muchas fotos de flores con luz dura, hice un rápido calculo mental de a qué hora y por dónde mas o menos se ocultaría el astro rey y decidí que intentaría hacerles alguna foto al regresar, cuando estuvieran ya a la sombra.
Cuando volví a pasar por allí, efectivamente las flores estaban a la sombra, pero lo que no había previsto yo es que tan pronto como dejó de darles el sol, los Crocus se cerraron como los comercios. A posteriori, me pareció algo que debería haber sabido, pues hay flores que se abren por el día y se cierran por la noche, y otras que hacen lo contrario, abren por la noche y se cierran durante el día, dependiendo de si sus polinizadores son insectos diurnos o nocturnos, pero lo cierto es que no lo pensé y me quedé con cierta cara de póker.
Como de todas formas ya estaba allí, decidí hacer alguna foto. Me fijé en cómo el sol seguía dando en unos arbustos que había al fondo, que podrían ser cornicabras o no, a los que octubre había teñido sus hojas de una variada gama de amarillos, así que decidí usarlos como fondo de alguno de los cerrados Crocus.
Con el sol al fondo y el primer plano en sombra, la cámara se hizo el sensor un lío y falló estrepitosamente el balance de blancos, que siempre llevo en automático. Ese es prácticamente el único ajuste que la foto tiene.
martes, 26 de octubre de 2010
Contrastes
Clase: Liliopsida
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Tras las Merendera y los Colchicum, los otros geófitos otoñales que faltaban por aparecer en este blog eran lógicamente los Crocus o azafranes silvestres.
Es interesante la forma en que las flores, sin conocer nada de teoría del color, dominan el contraste cromático, vistiendo el estigma y los estambres de colores cálidos y rodeándolos de pétalos de colores fríos.
El sol iluminaba únicamente los pétalos de este ejemplar. Todo lo demás a su alrededor, incluido el fondo estaba en sombra. Utilicé medición puntual sobre las luces altas y derecheo del histograma.
La aparición masiva de estos Crocus en nuestros montes es otro indicio de que el invierno está próximo.
Orden: Liliales
Familia: Iridaceae
Género: Crocus
Especie: Crocus serotinus Salisb.
Tras las Merendera y los Colchicum, los otros geófitos otoñales que faltaban por aparecer en este blog eran lógicamente los Crocus o azafranes silvestres.
Contraste cromático
Es interesante la forma en que las flores, sin conocer nada de teoría del color, dominan el contraste cromático, vistiendo el estigma y los estambres de colores cálidos y rodeándolos de pétalos de colores fríos.
Contraste lumínico
El sol iluminaba únicamente los pétalos de este ejemplar. Todo lo demás a su alrededor, incluido el fondo estaba en sombra. Utilicé medición puntual sobre las luces altas y derecheo del histograma.
La aparición masiva de estos Crocus en nuestros montes es otro indicio de que el invierno está próximo.
lunes, 25 de octubre de 2010
Retrato de sapo corredor
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Otra imagen del simpático sapo corredor. En este caso he utilizado un recurso muy propio de la macrofotografía que consiste en situar la superficie máxima del sujeto perpendicular al eje óptico de la lente y en el plano de enfoque, lo que nos permite por un lado usar aperturas de diafragma más próximas a las de mayor rendimiento óptico y por otro que la estrecha profundidad de campo juegue a nuestro favor para aislar el motivo del fondo.
En este tipo de fotografía es importante que los ojos del sujeto estén en foco. Los humanos tendemos a mirar a los ojos a nuestro interlocutor, por lo que si en la imagen aparecen unos ojos se convierten inmediatamente en un punto de interés de gran fuerza. Encontrarlos borrosos, como regla general, provocará una sensación negativa en el observador.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Otra imagen del simpático sapo corredor. En este caso he utilizado un recurso muy propio de la macrofotografía que consiste en situar la superficie máxima del sujeto perpendicular al eje óptico de la lente y en el plano de enfoque, lo que nos permite por un lado usar aperturas de diafragma más próximas a las de mayor rendimiento óptico y por otro que la estrecha profundidad de campo juegue a nuestro favor para aislar el motivo del fondo.
En este tipo de fotografía es importante que los ojos del sujeto estén en foco. Los humanos tendemos a mirar a los ojos a nuestro interlocutor, por lo que si en la imagen aparecen unos ojos se convierten inmediatamente en un punto de interés de gran fuerza. Encontrarlos borrosos, como regla general, provocará una sensación negativa en el observador.
domingo, 24 de octubre de 2010
Mantis religiosa (V)
Clase: Insecta
Orden: Dictyoptera
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: Mantis religiosa (Linnaeus, 1758)
Últimamente, y aprovechando que en estas fechas hay pocos bichos interesantes por el campo, me he dedicado a hacer algunas series con luz natural a la siempre fotogénica Mantis religiosa.
Curiosamente casi todas las fotos que tenía de esta especie estaban hechas con full flash o con flash de relleno. Cada vez me gusta más fotografiar con luz natural. Esta foto es un adelanto de otras que iré mostrando...
Orden: Dictyoptera
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: Mantis religiosa (Linnaeus, 1758)
Últimamente, y aprovechando que en estas fechas hay pocos bichos interesantes por el campo, me he dedicado a hacer algunas series con luz natural a la siempre fotogénica Mantis religiosa.
Curiosamente casi todas las fotos que tenía de esta especie estaban hechas con full flash o con flash de relleno. Cada vez me gusta más fotografiar con luz natural. Esta foto es un adelanto de otras que iré mostrando...
jueves, 21 de octubre de 2010
Flores complicadas
Clase: Liliopsida
Orden: Liliales
Familia: Liliaceae
Género: Colchicum
Especie: Colchicum sp.
Estos geófitos otoñales, Crocus, Merenderas, Colchicos y similares, son flores complicadas. No solo son complicadas de identificar, también son complicadas de fotografiar.
La razón es esta: Al aparecer directamente desde un bulbo subterráneo, florecen a ras de suelo, como los champiñones, y el suelo suele estar cubierto por la hierba y otras plantas de porte muy superior, de modo que es dificilísimo aislar visualmente a estas flores, que suelen tener por delante, por encima y por detrás multitud de ramitas, tallos, espiguillas y demás maleza, con perdón de las plantas a las que acabo de llamar maleza.
Por otra parte, perder el rato 'adecentando' el escenario significa, por una parte, desperdiciar un tiempo que podría dedicarse a hacer fotos, y por otra 'falsear' el entorno en el que estas flores crecen.
Afortunadamente, estas flores suelen crecer en grupos numerosos y cuando veamos una, es probable que por los alrededores haya más. Así que lo que yo hago es, en lugar de conformarme con la primera flor que encuentro, hacer un reconocimiento buscando más ejemplares con la esperanza de que alguno crezca en unas situación más fotografiable, o adecentable con menor esfuerzo, menos tiempo y mínimo impacto en el medio. No pasa nada por apartar un par de ramitas, pero desbrozar un metro cuadrado de terreno alrededor de la flor supone un impacto para el entorno y para la propia flor, a la que desprotegemos (si crece protegida entre la maleza, por algo será).
Una precaución que es importante tener cuando fotografiemos este tipo de flores y especialmente orquídeas de pequeño porte como las Ophrys, es evitar aplastar por descuido otros ejemplares que haya alrededor del que estemos fotografiando. Nuestro objetivo, además de hacer la foto, debe ser dejar el sitio exactamente como lo encontramos.
Aquí hay dos aproximaciones, la del naturalista y la del fotógrafo. Probablemente el naturalista, cuyo principal interés es la flor, preferirá una imagen en el estilo de la segunda foto que ilustra esta entrada, pues a pesar de que estéticamente no vale gran cosa, muestra mejor el número de pétalos, los estambres, la morfología de la flor. El fotógrafo, cuyo principal interés son los valores fotográficos de la imagen, considerará la segunda imagen una mala foto. La primera algo mejor, aunque igualmente mejorable, sobre todo en lo que respecta al entorno y fondo, y preferirá imágenes en el estilo de esta:
o esta otra:
que sin ser grandes fotos, sí que respetan algo más los dictados fotográficos.
Precisamente la fotografía de la Merendera montana me parece un ejemplo de imagen que documenta la especie conservando al mismo tiempo cierta elegancia estética. Es decir, podría gustar al naturalista sin herir la sensibilidad estética del fotógrafo. Pero es solo mi opinión.
Orden: Liliales
Familia: Liliaceae
Género: Colchicum
Especie: Colchicum sp.
Estos geófitos otoñales, Crocus, Merenderas, Colchicos y similares, son flores complicadas. No solo son complicadas de identificar, también son complicadas de fotografiar.
La razón es esta: Al aparecer directamente desde un bulbo subterráneo, florecen a ras de suelo, como los champiñones, y el suelo suele estar cubierto por la hierba y otras plantas de porte muy superior, de modo que es dificilísimo aislar visualmente a estas flores, que suelen tener por delante, por encima y por detrás multitud de ramitas, tallos, espiguillas y demás maleza, con perdón de las plantas a las que acabo de llamar maleza.
Por otra parte, perder el rato 'adecentando' el escenario significa, por una parte, desperdiciar un tiempo que podría dedicarse a hacer fotos, y por otra 'falsear' el entorno en el que estas flores crecen.
Afortunadamente, estas flores suelen crecer en grupos numerosos y cuando veamos una, es probable que por los alrededores haya más. Así que lo que yo hago es, en lugar de conformarme con la primera flor que encuentro, hacer un reconocimiento buscando más ejemplares con la esperanza de que alguno crezca en unas situación más fotografiable, o adecentable con menor esfuerzo, menos tiempo y mínimo impacto en el medio. No pasa nada por apartar un par de ramitas, pero desbrozar un metro cuadrado de terreno alrededor de la flor supone un impacto para el entorno y para la propia flor, a la que desprotegemos (si crece protegida entre la maleza, por algo será).
Una precaución que es importante tener cuando fotografiemos este tipo de flores y especialmente orquídeas de pequeño porte como las Ophrys, es evitar aplastar por descuido otros ejemplares que haya alrededor del que estemos fotografiando. Nuestro objetivo, además de hacer la foto, debe ser dejar el sitio exactamente como lo encontramos.
Aquí hay dos aproximaciones, la del naturalista y la del fotógrafo. Probablemente el naturalista, cuyo principal interés es la flor, preferirá una imagen en el estilo de la segunda foto que ilustra esta entrada, pues a pesar de que estéticamente no vale gran cosa, muestra mejor el número de pétalos, los estambres, la morfología de la flor. El fotógrafo, cuyo principal interés son los valores fotográficos de la imagen, considerará la segunda imagen una mala foto. La primera algo mejor, aunque igualmente mejorable, sobre todo en lo que respecta al entorno y fondo, y preferirá imágenes en el estilo de esta:
o esta otra:
que sin ser grandes fotos, sí que respetan algo más los dictados fotográficos.
Precisamente la fotografía de la Merendera montana me parece un ejemplo de imagen que documenta la especie conservando al mismo tiempo cierta elegancia estética. Es decir, podría gustar al naturalista sin herir la sensibilidad estética del fotógrafo. Pero es solo mi opinión.
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