Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Rhinechis
Especie: Rhinechis scalaris Schinz, 1822
Si alguien echa un rato en algún foro o web sobre herpetología y se fija en la citas que la gente publica, verá que en muchas de las citas (en la mayoría de hecho) figuran las siglas "DOR".
DOR significa "Dead On Road", en cristiano "Muerto en una carretera", osea, atropellado.
Si las carreteras suponen una continuada y silenciosa masacre para la fauna en general, los reptiles se llevan una de las peores partes, y dentro de los reptiles, las culebras sufren una auténtica escabechina.
Es triste, pero he visto muchas más culebras de escalera ahogadas en balsas o atropelladas en carreteras que vivas.
Las culebras ibéricas, inofensivos y discriminados animales, nos resulten más o menos simpáticas, son un elemento fundamental de los ecosistemas mediterráneos, depredando y ejerciendo control sobre las poblaciones de micromamíferos (sí, como los topillos que periódicamente asolan los cultivos) y siendo a su vez, presas de multitud de depredadores, como la amenazadísima águila culebrera.
El sol calienta el asfalto de las carreteras y las serpientes encuentran este asfalto un lugar perfecto para asolearse. No se trata solo de cruzar la carretera para llegar al otro lado, muchas culebras se tienden estiradas en toda su longitud y por alguna razón nefasta normalmente atravesadas en las carreteras para tomar el sol sobre una superficie calentita, y se quedan allí inmóviles hasta que llega algún coche, moto o bicicleta y les pasa por encima.
El problema no tiene una solución sencilla, pero que la gente circulara con una velocidad moderada por carreteras secundarias propensas a los atropellos de ofidios, y esquivara, o si la situación y el tráfico lo permiten sin riesgo, pararan y apartaran a estos animales de la calzada, ayudaría a disminuir las bajas. Por desgracia la población en general no está sensibilizada con este problema, y en el caso de los ofidios, que no gozan precisamente de popularidad entre la mayoría de la gente, todavía menos. Además, resulta fácil ver a un gato o un conejo que cruza la carretera, pero las serpientes a veces no las ves hasta que ya no hay tiempo de frenar...
Excellent piece.
ResponderEliminarHere in Canada, I see a lot of Turtles killed on the roads as they change to different sites.
More care needs to be taken by drivers.
...tengo una fotografía muy parecida a la que nos muestras, debido sobre todo, como ya señalas, que es algo demasiado frecuente y muy difícil de siquiera reducir. Los reptiles cruza por cualquier lugar...
ResponderEliminarSeguro recordarás las entradas que dediqué a las Nutrias, tras la muerte de varios ejemplares en un tramos de 1 km y nada se ha hecho. Falta mucha sensibilidad ecológica entre los dirigentes...
Saludos.
Harold, this is a global problem, but in Spain the authorities do nothing if the animals killed are small and pose no danger to cars... not even a traffic signal...
ResponderEliminarAnzaga, sí leí lo de las nutrias, y ví que había tenido cierta repercusión en los medios, pero desgraciadamente no basta con hablar, aunque ya es algo, sino que debe traducirse en acciones concretas...
ResponderEliminarPara que veas lo lentas y burocratizadas que están las cosas, hablando con gente que trabaja para la Consejería de Medio Ambiente acerca de los puntos negros de atropellos de anfibios, me comentaban que ellos no tienen autoridad para poner una simple señal vertical, porque es competencia de Tráfico, que depende de otro ministerio, y solo pueden hacer un informe y remitirlo, y en Tráfico tienen que volver a estudiar el tema, y hacer más informes, y ver si poner una señal puede afectar a la seguridad del tráfico, etc... osea, meses o años si lo que atropellan son linces, si son sapos o culebras te puedes ir sentando a esperar...
Sí que es un problema el de los reptiles que se calientan al sol en la carretera, sobre todo en primavera, que es cuando el sol no calienta tanto y necesitan hacerlo en el asfalto. Ahora es cuando más se encuentran atropelladas.
ResponderEliminar¡Es difícil esquivarlas aunque lleves una velocidad moderada, pero es que aún hay quien lo hace intencionadamente!
Es evidente que no, pero acaso no tienen las culebras un sentido especial (o un tacto muy desarrollado) con el que deberían detectar vibraciones, o cosas que se acercan hacia ellas, así como información de su velocidad?
ResponderEliminarEs solo curiosidad, no cuestiono en absoluto tus conocimientos.
A ver, mis conocimientos se reducen a comprobar, simplemente porque me voy fijando, la increíble cantidad de culebras atropelladas que veo cuando voy conduciendo. Como dice Jesús, la mayoría de la gente no las ve ni cuando las atropella ni cuando ya están atropelladas. Hay dos picos de atropellos, uno en primavera que son casi todas machos en celo que se desplazan lejos buscando territorios de hembras, y otro en otoño, la mayoría hembras, que van a lugares adecuados para enterrar los huevos. Los juveniles cuando se dispersan también cruzan carreteras, pero como son chiquitines tienen más probabilidades de salir con vida, pero imagina una bastarda de casi dos metros cruzando lentamente la carretera o tomando el sol atravesada en la carretera toda estirada, ¡ocupa prácticamente los dos carriles! si viene un coche o moto la pilla seguro, de hecho es casi imposible esquivarla si el conductor no para y la quita, y el 99,9% de la gente, incluso si la ve, te aseguro que no hace eso... normal que sea hoy en día tan raro ver bastardas grandes...
ResponderEliminarLo de los 'sentidos especiales' o 'sextos sentidos' de los animales no son mas que magufadas de las que le gustan a Friker Jimenez. El sentido más desarrollado de las culebras es el olfato, pero dime cómo van a oler que viene un coche o una moto a 80Km/h y que les va a pasar por encima partiendoles la columna vertebral... pero incluso aunque detecten que viene el coche va a ser cuando ya lo tienen encima y ya no les da tiempo a apartarse, las culebras son lentas, y cuando están sobre el asfalto caliente es porque están frías, y entonces son más lentas todavía...