Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Colubridae
Género: Natrix
Especie: Natrix natrix (Linnaeus, 1758)
El otro día vi en una calle de un pueblo de Córdoba un pequeño juvenil de culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis). Es el segundo juvenil de esta especie que veo este año en el casco urbano de una población.
El primero fue en primavera, en un pueblo muy próximo a la ciudad de Granada. La ví un día deslizarse furtivamente por una pared de una calle muy transitada, tanto por coches como por peatones, por lo que temí que no tuviera un futuro muy prometedor. Unos días después volví a verla, no muy lejos de donde lo había visto la primera vez, lo que me hizo pensar que se había establecido de forma permanente (y poco sensata) en la zona. Esta vez me quedé observandola un rato, de forma disimulada para no llamar la atención de la gente sobre ella.
Es increíble cómo puede deslizarse una pequeña culebra por una pared de una calle llena de gente sin que nadie repare en ella, hasta ese punto son discretos y disimulados estos animales, pero yo sabía que si seguía campeando por allí era cuestión de tiempo que alguien la viera o algún coche la atropellara, así que decidí que si la volvía a ver intentaría capturarla y llevarla a un lugar menos peligroso.
Por desgracia no llegué a tiempo. Unos días después encontré el cadáver de la pequeña culebra, con la cabeza concienzudamente pisoteada, siendo devorado por un ejército de hormigas al lado de un contenedor de basura. El heroico ciudadano que había librado al mundo de tan peligrosa 'bicha' debía haber intentado tirarla a la basura, imagino que transportándola con un palo por si incluso después de muerta pudiera dañarle con su ponzoña imaginaria o echarle mal de ojo o quién sabe qué, y se le debió caer al suelo justo al lado del contenedor, y allí se quedó.
En realidad, la presencia de esta culebra en el interior de las poblaciones no es algo inusual, siendo probablemente la especie de ofidio más antropófila de la mitad sur ibérica. Esta misma especie es la que protagonizó un rocambolesco circo mediático en el verano del 2008 en un barrio de Motril.
Aquí pongo tres ejemplos de los titulares (con enlaces a los artículos) con que algunos periódicos airearon el tema aquel verano. Además de la prensa escrita, acudieron también radios y televisiones locales y nacionales, y todos trataron la noticia con el acostumbrado rigor y falta de sensacionalismo con que suelen tratar estos temas:
Una serpiente de 2,5 metros atemoriza a los vecinos de un bloque de Motril
Una serpiente de 2,5 metros anida en un tejado de Motril y desata el pánico entre los vecinos
Fumigarán el tejado del edificio de Motril en el que anida una serpiente de dos metros
Observese cómo de los primeros titulares al último la serpiente encogió medio metro. En el segundo enlace, en un artículo del Ideal del 4 de junio de 2008 se ve una foto de la 'temible' serpiente. Comparar el tamaño de la culebra en relación a las tejas y después releer el titular hablando de 2,5 metros, algo no encaja. Al final resultó ser una culebra de herradura de 60 cm, según me comunicó personalmente uno de los técnicos que participó en los intentos por capturar al animal.
Los titulares anteriores llaman aún más la atención si consideramos que la presencia de esta especie de culebra en tejados antiguos de teja tradicional, en los que crían pájaros, es algo relativamente frecuente y sobradamente documentado, así como la inclinación de este ofidio a establecerse en edificios abandonados o incluso habitados.
Cuando el otro día vi a la segunda cría, no pude evitar acordarme de la primera y su trágico, pero desgraciadamente frecuente, final.
En esta época otoñal se produce la dispersión de los juveniles recién nacidos de nuestras culebras, que se alejan del territorio de sus padres para tratar de encontrar el suyo propio y un lugar adecuado donde pasar el frío invierno. Mucho más inocentes que los adultos, se enfrentan a un peligroso viaje que la mayoría no superará. A los numerosos depredadores naturales se unen los gatos y perros domésticos, las mortales carreteras y la incomprensión de la gente, que por ignorancia o miedos imaginarios perseguirán con saña a cualquier culebra que vean.
Es en esta época cuando la abundancia de juveniles en dispersión hace más fácil que la gente normal vea a estas pequeñas e inofensivas criaturas, que en ocasiones se adentran en los pueblos y ciudades, llegando a veces a entrar en las casas y garages. Excepto las víboras, todas nuestras culebras son inofensivas. Cumplen una importante función reguladora en los ecosistemas, actuando como depredadores de roedores y pajarillos y sirviendo de presas a otros depredadores, incluyendo algunos tan amenazados como el águila culebrera (Circaetus gallicus) que depende casi por completo de la abundancia de culebras para sobrevivir.
Así que aprovecho para recordar que todas las culebras están protegidas por la ley, e invitar a que si vemos alguna culebra por la calle, o cruzando un camino, o en la carretera, no es necesario rascarle la cabeza, ni darle besos, ni encontrarla encantadora, basta con dejarla seguir su camino en paz.
Nota: Tampoco hay que matar a las víboras, pero en este caso sí se debe actuar con precaución, pues aunque las tres especies de víboras ibéricas no son tan venenosas como los vipéridos de otras regiones del mundo, sí que tienen cierto riesgo para la salud. Si es en el campo, dejarla en paz es la mejor idea, y si se ha metido donde no debe, avisar a alguien cualificado para manejarla sin riesgo para las personas ni para el animal. Igualmente están protegidas por la ley, y en el caso de la hocicuda, en peligro de extinción. Distinguirlas de las inofensivas culebras es muy fácil. En la siguiente web hay información de sobra para reconocerlas: www.viborasdelapeninsulaiberica.com.
Pues sí, es increíble la ignorancia que tiene la gente con respecto a estos animales, con sólo informarse un poco se solucionarían muchas cosas, pero ya sabes, se está mejor viendo el fútbol o el programa de Ana Rosa. (Perdón, es que noticias como la que cuentas me sacan de quicio).
ResponderEliminarUna delicia tu blog.
Qué final tan triste (aunque previsible) para una culebra aventurera. Los titulares son de risa.
ResponderEliminarPara compensar,...se debería publicar tu entrada en los periódicos de mayor tirada.
ResponderEliminar...lo más triste, es que siempre se llega tarde para compensar.
(A la Natrix, cada vez la acercas más a mi)
Besos y buenos días.
Menuda entrada te has currao', muy buena la fotografía.
ResponderEliminarGracias por el último link,muy bueno.
Saludos.
Miazuldemar, no es incompatible, se puede ver Anarosa o ver futbol, y además tener sensibilidad con la Naturaleza, creo...
ResponderEliminarcopepodo, los titulares serán de risa, pero no aparecían en la sección de humor... y los de la barriada, con la tontería y la 'alarma social', sacaron que el Ayuntamiento les cambiara el tejao, que de tontos no tenían un pelo...
ResponderEliminarMartinAngelair, la realidad vende menos que el sensacionalismo amarillista... causa perdida.
ResponderEliminar@ngel, gracias. La verdad es que me ha salido un rollo un poco largo... :-P
ResponderEliminarThank you for sharing
ResponderEliminarThis fabulous work with us
Good creations