Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica juliae Joger, 1984
Tarentola mauritanica es un taxón complejo que seguro sufrirá modificaciones más tarde o más temprano.
Las nuevas técnicas que permiten considerar criterios genéticos en vez de los tradicionales criterios morfológicos están reescribiendo las clasificaciones de los seres vivos.
Al principio las cosas eran más sencillas. Dios había creado un número determinado de especies de seres vivos y esas eran las especies que había. Los zorros tenían zorritos y los conejos, conejitos. La tarea, ardua por la enorme cantidad de formas de vida que Dios había tenido a bien crear, se limitaba a catalogarlas, describirlas y darles nombre. Linneo ideó un sistema para ello tan bueno que se sigue utilizando hoy en día.
Después, llegó Darwin y lió la marimorena. Resulta que las especies mutaban con el tiempo y se convertían unas en otras, y de una salían varias, y en cualquier momento podía aparecer una especie nueva que antes no existía a partir de otra. Y los lagartos ya no tenían lagartitos, sino que con el tiempo suficiente podían tener desde pollitos hasta gatitos. La tarea de catalogar las especies vivas se complicó considerablemente, pues los propios límites de especie se hicieron difusos e incluso hoy en dia hay gente que prefiere creer la primera versión.
Se trató de clasificar las especies agrupándolas según su parentesco, y para ello se fijaron los naturalistas en las características anatómicas. A simple vista quedaba claro, hasta para el menos espabilado de los naturalistas, que los perros y los zorros debían ser familia, y los mismo los gatos y los linces, y que perros y zorros eran más familia de gatos y linces que de las golondrinas. Y así se fueron hilando las filogenias, imaginando los antepasados comunes y buscando los eslabones perdidos, y se fue dibujando el árbol de la evolución, pero había ramas que no resultaban fáciles de dibujar, sobre todo en grupos donde existen muchas especies muy parecidas entre sí.
En la actualidad las modernas técnicas genéticas permiten analizar los parentescos con mayor rigor y están redibujando las relaciones entre algunas especies. De este modo, es posible que en un futuro este geco pertenezca a la especie Tarentola juliae, o puede que no, que siga siendo la subespecie juliae de Tarentola mauritanica. Pero da igual cómo lo llamemos, el geco seguirá siendo el mismo, al menos hasta que la evolución lo convierta en... ¿otro geco?
Por cierto... ¿cuantos animales se ven en la foto?
aparte de la Tarentola, no hay un ácaro en el borde superior de su ojo?
ResponderEliminarCorrecto, Crazy Xabi. Hay un ácaro rojo en el ojo. Tienes buena vista. Pero hay más... je je... a ver quién tiene una vista excelente!
ResponderEliminarTambién hay un ácaro en el oido.
ResponderEliminarPor cierto, buenisimo retrato.
ResponderEliminarPor lo tanto, 3 animales, 2 ácaros y 1 salamanquesa :) no?
Saludos
Excelente entrada.
ResponderEliminarYo veo cuatro animales:-)
Una salamanquesa.
Un ácaro en el ojo.
Dos ácaros en el oído.
Un saludo.
@ngel, bien, casi, tienes mejor vista que Crazy Xabi, pero peor que JC... ;-)
ResponderEliminarAnd the winner is... JC!
ResponderEliminarEfectivamente hay un ácaro en el ojo y dos en la cavidad auditiva. Las salamanquesas, no se porqué, suelen llevar muchos ácaros rojos, que se suelen instalar en ojos, oídos y entre los dedos de las patas... Es raro ver una salamanquesa que no lleve algunos de estos ácaros. No sé si parasitan a la salamanquesa o la usan simplemente como transporte (foresia) pero nunca he visto estos acaros en las lagartijas, en las que sí he visto muchas veces garrapatas.
ResponderEliminarNono,
ResponderEliminarhay 5 bichos:
Una salamanquesa.
Un ácaro en el ojo.
Dos ácaros en el oído.
Y un fotógrafo en el iris :)
Ostras! Eso sí que es buena vista! ¿Es que tienes el programa del CSI Las Vegas que amplia las imagenes cienes de veces con calidad perfecta?
ResponderEliminarAnda que no,
ResponderEliminarse me olvidaba,
en el iris del ácaro, quería decir :))
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, no conocía eso que comentas de los 'caps de vena' ni en humanos ni en salamanquesas.
ResponderEliminarEn cualquier caso, los punto rojos que con muchísima frecuencia muestran las Tarentola mauritanica entre los dedos, en los bordes de los ojos, en el interior de los oídos y en las juntas de las escamas de la base de la cola, son el ácaro pterygosomátido Geckobia latasti.
Geckobia agrupa a 65 especies de ácaros ectoparásitos de geckónidos a lo largo y ancho del planeta, la mayoría partenogenéticos y con alta especificidad parásito-huesped, vamos que sabiendo el gecko casi que sabes ya la especie del ácaro. Que yo sepa, en España se han citado 4 especies, Geckobia canariensis y G. tinerfensis de los perenquenes canarios, Geckobia loricata de Baleares y Geckobia latasti que parasita a Tarentola mauritanica en la Península Ibérica. Se cree que el ancestro común de los Geckobia parasitaba al ancestro común de los gecos, y que se ha expandido y diversificado junto con ellos.
Esto no quiere decir que no puedan tener eso que dices, pero vamos, los puntitos rojos esos son ácaros.
Saludos.