Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Hesperiidae
Género: Carcharodus
Especie: Carcharodus alceae (Esper 1780)
Segunda Parte: La Solución Imposible II
Métodos ingénuos
Algunas webs, con el fin de proteger las fotografías que muestran del expolio, recurren a trucos de una candidez enternecedora. Son muy variados, recurren a triquiñuelas de diseño o pequeños códigos de Javascript, y tienen en común su inutilidad.
Dos ejemplos de entre las muchas de estas 'técnicas':
Ejemplo nº 1: Poner la foto en el atributo background del tag img y colocar un gif trasparente encima. Al abrir la web se muestra la foto. Si ponemos el puntero del ratón sobre la imagen, hacemos clic con el botón derecho del ratón, y en menú contextual que aparece seleccionamos "Guardar imagen como...", lo que guardamos es el gif transparente. Impresionante. Impresionante que alguien pueda pensar que así protege la fotografía de ser descargada... Basta mostrar el código fuente de la página y allí encontramos la ruta de la imagen. Copiamos y pegamos esta ruta en la barra de direcciones del navegador, en el caso de ser una ruta relativa a continuación de la ruta del directorio raíz, y el navegador nos preguntará que en qué carpeta de nuestro disco duro queremos guardar la fotografía.
Ejemplo nº 2: Usar un código Javascript para que al hacer clic con el botón derecho del ratón sobre la imagen, en lugar de aparecer el menú contextual, aparezca un mensaje avisando de que no se permite descargar las fotos... Bueno, en este caso es tan alto el número de métodos por el que se puede descargar las fotos que no merece la pena enumerarlos. Se trata más de una advertencia pidiendo que no se descarguen las fotos que de un impedimento real para hacerlo.
Todos estos métodos obstaculizan obtener la imagen, pero no pueden impedirlo. La visualización de una web se basa en un modelo cliente-servidor, en el que la máquina cliente (la nuestra) solicita una información a una máquina servidor, y esta envía la información (la web y todo su contenido) a la máquina cliente. El problema no es descargar las fotos, ya que si las estamos viendo en nuestro monitor es que ya se han descargado. El problema es guardar esa información que ya está en nuestro equipo (si no estuviera no la podríamos estar viendo) en un fichero en el disco duro. Y no es muy difícil.
Así que en realidad no podemos evitar que las fotos que ponemos en una página web sean copiadas, ya que en el propio acto de mostrarlas en la web va implícito el enviarlas a los ordenadores de cientos o miles de desconocidos, de los cuales muchos tendrán los conocimientos necesarios para saltarse este tipo de falsas protecciones y guardar las fotos. Lógicamente solo pueden guardar las fotos a la resolución a la que las mostremos en la web y este es un punto importante sobre el que volveré en una próxima entrada.
Pero antes hablaré de una técnica que si bien no impedirá que nos roben las fotos, sí permitiría llegado el caso, demostrar que son nuestras. Al igual que en el caso de la marca de agua se trata de una firma, pero en este caso, invisible e indetectable y puede que imposible de eliminar.
Pero eso será en otra entrada.
A la espera quedo.
ResponderEliminarLo mismo digo.
ResponderEliminarDe todas formas subiendolas a una resolución de 72pp, sí pueden ponerlas en otra web claro pero al querer imprimirlas a un tamaño grande no podrían, aunque quizá reescalando de poco en poco podrían aumentarlas algo no?
Saludos.
Puede que tengáis que esperar un poco para la próxima entrega de esta serie de post dedicados a las rapiña de fotos, pero llegará.
ResponderEliminarRespecto a lo de reescalar al alza, la única manera es interpolando, y eso lleva aparejada una pérdida de calidad inevitable, mayor cuanto mayor sea la interpolación. Por muy bueno que sea el algoritmo sigue necesitando 'inventarse' la información que falta.
Por desgracia, si se quiere imprimir a pequeño tamaño, para un libro o algo similar, incluso con una copia para web, se puede obtener un resultado aceptable, sobre todo teniendo en cuenta que les sale 'gratis'.