El arte de no ser visto (II)

Clase: Insecta
Orden: Phasmatodea
Familia: ?

Los fásmidos son conocidos popularmente como "insectos palo" e "insectos hoja". A lo largo de incontables generaciones han ido modificando su aspecto y costumbres hasta convertirse en reproducciones casi perfectas de partes de las plantas en las que viven. A pesar de ser absolutamente comunes en toda la Península Ibérica (puede haber cientos de ellos en cualquier pequeño prado) es curioso como muchas personas solo los conocen de oidas, porque jamás han visto ninguno, hasta tal punto es efectiva su capacidad para pasar inadvertidos. Más conocidas son algunas especies tropicales de gran tamaño que se venden en las pajarerías como mascotas para terrario.

Como norma general, todas las fotos publicadas en este blog se han hecho en el campo sin modificar para nada la escena ni alterar el comportamiento del sujeto fotografiado. Sin embargo esta fotografía es una excepción. El insecto palo fué trasladado de donde estaba a otro sitio más despejado. Un insecto palo jamás se pondría voluntariamente en un lugar tan expuesto. La medida creo que estaba justificada: donde estaba originalmente se camuflaba tan perfectamente con el entorno que resultaba dificil verlo incluso en la foto. También se usó el flash para oscurecer el fondo y destacar todavía más el modelo.

Sin embargo, manipular uno de estos insectos es una operación muy delicada. Si cuando el insecto se siente amenazado nota la más minima sujección en alguna de sus patas, ésta se desprenderá por la articulación. Esto es un mecanismo de defensa que se activa de forma refleja denominado 'autotomía' (mejor perder una pata que la vida, sobre todo si se tienen 6 y pueden volver a crecer). Tan pronto el insecto-planta se vio libre en el tallo, adoptó la postura que se ve en la foto, con las dos patas delanteras completamente estiradas. Cuando la brisa movia el delgado tallo, se balanceaba sobre sus patas imitando también, con una perfección asombrosa, el movimiento de una brizna de hierba movida por el viento.

Terminada la sesión fotográfica, repetí la delicada operación de devolverlo indemne y con todas sus patas a donde lo habia encontrado.

Los fásmidos, de vez en cuando ponen un huevo con aspecto de semilla que dejan caer al suelo, donde pasado algun tiempo, a veces meses, 'germina' dando lugar a una copia en miniatura de su madre. El huevo-semilla tiene una tapa (opérculo) que facilita la salida al exterior del joven fásmido. Lo raro viene ahora. En muchas especies, jamás se han encontrado machos (se sospecha que tal vez no existan). Las hembras nacen, crecen, y por el método que los teólogos llamarían "inmaculada concepción por obra y gracia del Espíritu Santo" y los científicos denominan "partenogénesis", ponen huevos-semilla fértiles sin haber conocido varón. De estos huevos nacen solo hembras, clones genéticos de la madre, que repiten el ciclo milagroso ad infinitum.