Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Lacertidae
Género: Podarcis
Especie: Podarcis hispanica (Steindachner, 1870)
Los reptiles son bastante más astutos que los insectos, sobre todo los adultos, y resulta mucho más difícil aproximarse para fotografiarlos sin que se den cuenta. Tienen un oído y una vista excelentes. Esta Podarcis hispanica vigilaba en todo momento mis movimientos, pues se había percatado de mi interés en ella. En vano intenté convencerla de que solo quería fotografiarla y no representaba un peligro. Imagino que algún depredador intentó en el pasado convencerla de lo mismo, pues su cola cambiaba bruscamente de color cerca de la base, lo que era prueba inequívoca de que la había perdido y le había vuelto a crecer.
Este fenómeno se denomina autotomía caudal. Atacado por un depredador, el reptil se desprende de la cola mediante un movimiento brusco de derecha a izquierda o por rotación. La amputación auntoinducida se produce según unos planos de fractura cartilaginosos del cuerpo vertebral denominados septum, donde nervios y vasos sanguíneos están modificados para facilitar la ruptura y minimizar la hemorragia. El fragmento de cola amputado presenta una agitación intensa mediante movimientos reflejos que duran algunos segundos y que tiene por objeto distraer la atención del depredador. Despues la cola se regenera rápidamente, a razón, si el individuo está bien alimentado, de 0,7 cm por día. Sin embargo la cola regenerada no es igual que la original, por lo que es fácil distinguir aquellos individuos que han regenerado la cola.
La hembra de la foto asomaba la cabeza desde detrás del tronco, y una vez comprobada mi posición y lo que hacía, volvía a ocultarse. Al poco, asomaba la cabeza otra vez, pero por un lugar diferente. Muy lista y muy desconfiada.
Me gusta mucho esta fotografía por la composición con el borde de la roca en diagonal, el buen fondo y lo simpático que queda el bicho asomando se.
ResponderEliminarUn saludo
En estos casos es donde te vendría de perlas un objetivo del tipo 180mm Macro...
ResponderEliminarUn saludo
:)
Erna, gracias...
ResponderEliminarTito, sí y no... bienvenida la mayor distancia de trabajo, pero sé de gente que consigue acercar un 50 mm invertido a escasos cm de cualquier bicho sin que huya. Echar la culpa o el mérito de determinadas fotos al equipo es un error frecuente en fotografía de Naturaleza. Casi siempre el conocimiento de la especie a fotografiar es mucho más importante que el equipo. Muchas veces la gente se fija en que alguien ha usado células de infrarrojos para hacer tal o cual foto sin darse cuenta de que para saber dónde y cómo colocar las células IR hace falta tener un conocimiento profundo del sujeto a fotografiar.
Sí, todo perfecto, tienes toda la razón, hay gente que cree que el equipo hace la foto (tú sabes que yo no pienso así) ;)
ResponderEliminarDicho esto:
"En estos casos es donde te vendría de perlas un objetivo del tipo 180 mm Macro..."
:-DDDD
Un saludo
;)
Touché! Je, je...
ResponderEliminarRealmente es complicado acercarse a una lagartija, a no ser que se esconda entre la maleza y se crea protegida, entonces tienes unos segundos para intentar acercarte más para fotografiarla.
ResponderEliminarPara cazarla lo suyo es acercarte con mucho sigilo y lanzar la mano muyyy rápido intentando cogerla por el tronco o cabeza nunca por atrás pues ya sabemos lo que pasa.
Te lo dice un cazador de lagartijas en sus tiempos infantiles. :)
Un saludo.
Pero si está entre la maleza no saldrá una foto limpia.
ResponderEliminarLa distancia de huida de la lagartija es proporcional a la distancia de la lagartija a su refugio. Si está cerca de su guarida, deja que te acerques más, ya que sabe que puede alcanzar un lugar seguro en muy poco tiempo. Como además su velocidad de carrera depende de su temperatura corporal, cuanto más caliente esté, más dejará que te acerques, ya que sabe que puede correr muy rápido.
En resumen, si está muy cerca de su refugio y con una temperatura corporal óptima, permitirá que le acerquen la cámara a una distancia mucho menor (a veces realmente cerca) mientras que si está lejos de su refugio y/o con una temperatura corporal por debajo de su óptimo, iniciará la huida a una distancia de escape grande (distancia a recorrer mayor y velocidad de carrera menor).
En el caso de machos en celo, la distancia de huida se reduce notablemente, a pesar de que su librea de celo los hace muy visibles, parece que anteponen la defensa del territorio y lucirse ante las hembras a su propia seguridad.
Tienes razón, tengo alguna foto entre la maleza, que la verdad deja mucho que desear con tantas hojas y ramas por medio.
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