Clase: Insecta
Orden: Hymenoptera
Familia: Formicidae
Género: Camponotus
Especie: Camponotus cruentatus (Latreille, 1802)
Sobre el tocón de un árbol talado, como dos luchadores de sumo miniaturizados, estas dos obreras de Camponotus giraban sobre sí mismas, enlazadas las mandíbulas.
Al principio pensé que se trataba de la llamada 'alimentación social', costumbre muy extendida entre las hormigas que consiste en intercambiar parte del contenido de sus estómagos como gesto de buena voluntad. Además de estrechar los lazos entre los miembros de la colonia y distribuir equitativamente los nutrientes para que ninguna hormiguita pase hambre mientras otra sufre indigestión, también actúa como vehículo para transmitir determinadas hormonas que controlan el funcionamiento de la colonia como si de un superorganismo se tratase. En algún sitio leí, que la reina produce hormonas que inhiben el desarrollo sexual de las nuevas generaciones, que crecerán como obreras estériles. Estas hormonas son transferidas a todos los miembros de la colonia mediante esta alimentación social. Si la reina, la única capaz de poner huevos, muere, la colonia no se extingue como a veces se dice por ahí, ya que la hormona deja de fluir en la colonia, y las nuevas remesas de larvas, libres de la hormona castradora, ya no crecerán como obreras, sino como reinas fértiles que sustituirán a la fallecida en el trono, asegurando la continuidad de la colonia.
En esas cosas estaba pensando, cuando, como para sacarme de mi error y dejar claro que no se trataba de ningún acto amistoso, una de ellas consiguió despegar del suelo a la otra, la levantó sobre su cabeza y la estampó contra el suelo con tal violencia que solo le libró de partirse la columna vertebral el ser un animal invertebrado. Se levantó la agredida rápidamente y volvieron, mandíbula contra mandíbula, a su duelo hormigueril. Les hice la foto y las dejé con sus cosas. Luego, al ver la foto en casa, me dí cuenta de que la que aparece en la parte inferior de la imagen, tiene una antena amputada por la mitad, y la segunda pata de la derecha amputada por la rodilla. No era un asunto amistoso, no... pero la Naturaleza no es amable ni cruel, simplemente es.
Fascinante!!! Pudiste captar un momento intenso en la vida de estas luchadoras.
ResponderEliminarGracias por tu visita y caí acá al armar mi historia justamente por esta imagen tratando de identificar mi Camponotus spp. andina.
Me embobé con tu arachnida (casi sigo con el error de "araña") y perdí el hilo para retornar a tus Camponotus cruentatus jejeje.
Un gran saludo.