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miércoles, 19 de marzo de 2008

Sobre las flores de cactus falsas y el marketing



Aviso: en esta entrada, se usa la palabra cactus sensu lato, para referirse a cualquier planta crasa con espinas, aunque no pertenezca a la familia de las cactaceas.

Es algo tan obvio que me sorprendió que no todo el mundo fuera consciente de ello. De hecho casi nadie es consciente de ello según he podido comprobar.

En las tiendas de plantas y mercadillos se venden una enorme variedad de pequeños cactus, cada uno en su pequeño tiesto de plástico, a 1€, 2€ o 3€ dependiendo de que sean muy pequeños, moderadamente pequeños o pequeños.

Estos pequeños cactus suelen venir coronados por grandes flores de color rojo, rosa o amarillo, en número de una, dos o incluso tres.

Pues bien, estas flores son más falsas que un billete de 7 euros. Son flores secas, de especies que nada tienen que ver con los cactus, pintadas con anilinas de diferentes colores y fijadas al pobre cactus por uno de dos métodos a cual más cruel. El primer método, si la flor seca tiene un tallo largo, y el cactus un tamaño suficiente, es clavar este tallo de unos 2 o 3 centímetros directamente en el carnoso cuerpo del cactus. El segundo es pegarlas con una cola sobre las espinas o superficie del cactus.

Cuando alguien me ha regalado alguno de estos cactus lo primero que he hecho es quitarle esas horribles y antinaturales flores.

En el caso de que estén clavadas y a pesar de que podría pensarse que es el más cruel de los dos métodos, basta con extraerlas, quedando en el cactus un agujerito sangrante que cicatriza rápidamente.

En el caso de que vengan pegadas la cosa es peor. Si estan pegadas sobre las espinas es necesario cortarlas o arrancarlas ya que la silicona que les ponen es muy resistente. Si está pegada directamente sobre la piel de la planta, a veces con una dosis muy generosa de pegamento, es difícil retirarlas sin arrancar parte del tejido del cactus. La cicatriz en este caso es más seria, aunque los cactus cicatrizan muy rápido y creo que agradecen verse libres de esa infamia.

El caso es que los vendedores, en una clara operación de marketing, decidieron en algún momento que los cactus con flores se vendían mejor. Como los cactus son tacaños a la hora de florecer (algunos tardan años y a veces la floración dura días), empezaron a ponerles flores falsas, pensando que la gente es tonta y no se daría ni cuenta.

Lo triste es que parece que tenían razón.

Mucha gente puede tener durante meses uno de estos cactus al lado del monitor del ordenador sin darse cuenta, creyendo que su cactus minúsculo tiene una flor inmortal. Claro que si se creen que les protege absorbiendo peligrosas radiaciones que emite el monitor, pueden creerse cualquier cosa, por absurda, disparatada o sin sentido que sea, haciendo gala de la misma capacidad de pensamiento crítico que el cactus.

Algunos de los cactus a los que hace años les quité las flores falsas, acaban de florecer en mi terraza. Sus flores son mucho más pequeñas que las que los vendedores les habían puesto, pero son suyas, y son auténticas. En unos días se marchitarán, así que las he inmortalizado en estas fotos.

5 comentarios:

  1. Mucha razón en tus palabras. Esa sinverguenzura se ve en todo lado y es una pena el daño que tienen que sufrir los cactus.
    Debería haber sanciones, aunque muy difícil aún por dañar un vegetal al menos por estafas.

    Saludos.

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  2. es verdad. justamente esta mañana he estado a punto de comprar uno y no lo he comprado pq me parecio cruel lo q vi. totalmente lo q dices, o flores pegadas o clavadas

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  3. Muchas gracias por tu información, mis padres me han regalado uno y al ver que tenía lotite junto con una flor rosa pegadas en las espinas me asusté mucho y me di cuenta de este problema me dio mucha rabia a qué tal punto podemos dañar a un ser vivo con tal de que sea estético y agradable a la vista.

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  4. Es muy malo para los cactus, al estar pinchadas las flores por ese "orificio" entran bacterias con malas consecuencias para el cactus.

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