Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Género: Hipparchia
Especie: Hipparchia (Parahipparchia) semele (Linnaeus, 1758)
Las mariposas Hipparchia suelen posarse en el suelo, sobre piedras cubiertas de líquenes, o sobre la rugosa corteza de los árboles de más edad, pero es raro verlas en posaderos como el de la fotografía.
La foto está hecha por la mañana temprano, y esta mariposa debió de impacientarse esperando que los rayos del sol alcanzaran el suelo y se subió a lo alto de una encina para recibir al astro rey.
Es cierto, tengo una reciente de esta mariposa y es en una roca caliza cubierta de liquenes o musgo seco parduzco, que es donde se posaba todo el rato, yo creo que es porque se camuflan muy bien en ese tipo de entorno.
ResponderEliminarUn saludo.
El Bombiliero
ResponderEliminarSí, los satíridos grandes que encuentro (Neohipparchia statilinus, Pyronia cecilia y esta especia) tienden a bajarse al suelo mucho. Los pequeños, como Coenonympha pamphilus y Pyronia bathseba, los veo mucho por el suelo también, pero más veces que los grandes posados en las ramas. Igual también es cuestión de tamaño, para una mariposa grande es incómodo andar revoloteando entre hojas duras y enmarañadas ramas de encina. Las pequeñas no se dañarían tanto, ¿no?
Yo soy de la opinión de @ngel, que se posan allí porque se camuflan con esos entornos. Hay mariposas muy grandes como las Apatura que vuelan siempre entre las copas de los árboles y raramente bajan.
ResponderEliminarEn una ocasión ví varias Hipparchia fidia libando en las flores de un cardo. Cuando me acerqué todas a la vez abandonaron el cardo y se posaron sobre rocas con líquenes.
Yo también la he visto siempre sobre el suelo, lo que hace que cueste bastante fotografiarlas, además siempre con las alas cerradas.
ResponderEliminarSaludos
Yo las he visto posarse y las tengo fotografiadas en troncos de árboles muy semejantes al tono del reverso de sus alas. También las he visto libando en flores pero sólo de manera muy fugaz, es muy difícil pillarlas. El sábado pasado vi una posada en un cardo y la observé un buen rato libando tan tranquila. Al acercarme huyó rápidamente y seguí mi camino. Más tarde cuando volví sobre mis pasos la volví a encontrar sobre la misma flor, inmóvil.
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